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El Parlamento Europeo rechaza vincular el consumo moderado de alcohol con el cáncer

El plan europeo, no vinculante, flexibiliza las recomendaciones en la ingesta y el etiquetado para no perjudicar a las industrias del vino, el cava y la cerveza

Una persona sostiene una copa de vino.
Una persona sostiene una copa de vino.Fernando Macías Romo (Getty Images)
Pablo Linde

Que no hay una cantidad de alcohol segura es un consenso científico asentado durante años: tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como otros organismos internacionales recalcan que la ingesta de este tóxico, por pequeña que sea, aumenta el riesgo de cáncer, y que este se incrementa cuanto mayor sea la cantidad. Frente a esta tozuda realidad, el Plan Europeo contra el cáncer, que se vota hoy en la Eurocámara, solo hará alusión a una ingesta abusiva o dañina —la palabra utilizada en inglés es harmful— gracias a una enmienda liderada por la eurodiputada popular Dolors Montserrat destinada a no “criminalizar el vino, el cava y la cerveza”.

El plan no es vinculante ni tiene consecuencias directas inmediatas, pero puede servir para inspirar directivas a la Comisión Europea. Frente a la redacción inicial, que instaba a las autoridades sanitarias a “incluir en el etiquetado de las bebidas alcohólicas advertencias sobre la salud”, el plan final suaviza esta recomendación para sustituirla por “incluir información sobre el consumo responsable y moderado”.

Las enmiendas han tenido el respaldo de la mayoría de diputados, encabezados por varios del sur de Europa que llevan semanas promoviendo entre sus colegas estos cambios en un gesto hacia industrias muy potentes en países como España, Francia o Italia.

Los cambios en la redacción final son sutiles, pero pasan de censurar cualquier tipo de ingesta de alcohol a advertir solamente sobre la “dañina”. “[El plan] subraya que el consumo de alcohol dañino [se introduce la palabra harmful, que no estaba en el escrito original] es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer, como el de la cavidad bucal, el de faringe, laringe, esófago, hígado, colorrectal o cáncer de pecho en mujeres”.

Añade esa misma palabra clave en otro párrafo: “Subraya que el tabaco, el consumo dañino de alcohol, la malnutrición, un alto índice de masa corporal, un estilo de vida sedentario y la polución ambiental son factores de riesgo comunes para otras enfermedades crónicas”.

El plan inicial también buscaba vetar cualquier patrocinio de bebidas alcohólicas en eventos deportivos y otros especialmente destinados a menores; pero con las enmiendas se limita a pedir su prohibición en “eventos deportivos mayormente destinados a menores”.

Con todo, ni una ni otra recomendación son de obligado cumplimiento para los países miembros mientras no haya directivas comunitarias en este sentido. El texto que salga este miércoles del Europarlamento (se tendrá que votar definitivamente por la tarde) puede influir en estas normativas, pero no determinarlas por completo.

“Un intento de criminalizar el cava, el vino y la cerveza”

La exministra de Sanidad española Dolors Montserrat, promotora de estas enmiendas, ha celebrado en Twitter su victoria: “El PP ha frenado en Europa el intento de criminalizar el cava, el vino y la cerveza. Se acaban de aprobar nuestras enmiendas. Rechazamos el consumo abusivo de alcohol, perjudicial para la salud, y defendemos el consumo moderado del vino y nuestra reconocida dieta mediterránea”.

Según el Código Europeo contra el cáncer, el alcohol es la tercera causa de enfermedad y estima que es responsable de un 10% de los cánceres masculinos y un 3% de los femeninos en Europa. “Varios mecanismos biológicos explican la carcinogenicidad del alcohol; entre ellos, el etanol y su metabolito genotóxico, el acetaldehído, juegan un papel importante. Teniendo en cuenta toda esta evidencia, la recomendación es: ‘Si bebe alcohol de cualquier tipo, limite su consumo. No beber alcohol es mejor para la prevención del cáncer”, reza este informe.

Es un mensaje similar al de la Asociación Española contra el Cáncer: “Queda claro que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de producir cáncer. Cuanto mayor sea el consumo, mayor será el riesgo. Por tanto, la cantidad apropiada de alcohol para la prevención del cáncer es cero alcohol”.

Las enmiendas sobre el alcohol no eran bien vistas por todos los integrantes de la Comisión Especial de Lucha contra el Cáncer (BECA, por sus siglas en inglés), que ha preparado el texto del plan. “Creo que es un gran informe sobre el cáncer y ha sido doloroso que se haya centrado el debate final en una cuestión concreta; no es todo lo científico que debiera ser en prevención, pero es un gran paso adelante. Lamento que algunos hayan señalado al sector del vino, al que no se aludía en ningún momento”, explica Nicolás González Casares, del PSOE.

Más allá del asunto del alcohol, hay un consenso general en el grueso del documento, que pretende ser una hoja de ruta para la lucha contra la enfermedad en Europa. “La coordinación entre los países europeos, una política común impulsada a nivel europeo y el intercambio transfronterizo de conocimientos son considerados absolutamente esenciales para avanzar en el ámbito del cáncer”, reza el documento.





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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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