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El Estado de Nueva York pone fin al uso obligatorio de la mascarilla en interiores

La tasa de contagios en la ciudad ha descendido en un 90% desde el pico de la variante ómicron, a mitad de enero

María Antonia Sánchez-Vallejo
Coronavirus: Nueva York pone fin al uso obligatorio de la mascarilla
Entrada a un cine de Nueva York, en marzo de 2021.ANGELA WEISS (AFP)

La obligatoriedad de llevar mascarilla en interiores en los lugares públicos de Nueva York tiene las horas contadas. La gobernadora del Estado, la demócrata Kathy Hochul, ha levantado este miércoles la orden, vigente desde el 10 de diciembre para contener la oleada de la variante ómicron. A partir de este jueves el uso del tapabocas será opcional, tanto entre los particulares como por parte de los distintos condados, empresas o ciudades.

Pese al drástico descenso de los casos de coronavirus, la gobernadora Hochul ha recordado que la cobertura facial seguirá siendo obligatoria para los niños en los colegios al menos hasta el 21 de febrero, cuando comienzan las vacaciones escolares de invierno. En cambio, establecimientos comerciales que hasta ahora debían teóricamente exigir el uso de mascarilla y el certificado de vacunación para permitir la entrada, estarán libres a partir de este jueves de hacerlo.

El promedio diario de casos nuevos en el Estado de Nueva York fue de 7.143 este lunes, lo que representa algo menos del 10% del promedio diario alcanzado en el punto máximo de la oleada de la variante ómicron, el pasado el 11 de enero. El 27 de noviembre, un día después de detectarse la nueva variante, Hochul declaró el estado de emergencia.

La obligatoriedad de llevar mascarilla ha estado vigente en los espacios cerrados, incluidos comercios, gimnasios, zonas comunes de edificios residenciales, transportes públicos y empresas privadas. La sanción por conculcar la medida en cafés o restaurantes, luego de inspecciones aleatorias y por sorpresa, era de mil dólares, pero en la práctica se han impuesto pocas. Lo mismo sucede en el transporte público de la ciudad, donde el desprecio por la norma ha sido una constante entre un porcentaje significativo, aunque menor, de viajeros.

El fin de la obligatoriedad de la mascarilla devuelve algo de la ansiada normalidad a Nueva York, sobre todo en el sector de la hostelería y en las empresas que luchan por atraer a los trabajadores a los despachos, como muchas del sector financiero de la ciudad. La decisión de Hochul se produce a raíz de anuncios similares en otros Estados gobernados por los demócratas, incluidos Nueva Jersey y California, los cuales han relajado también el uso del cubrebocas en las escuelas.

En un comunicado, la oficina del alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha confirmado el requisito de mostrar el certificado de vacunación para entrar en restaurantes, gimnasios, teatros y otros lugares cerrados, que seguirá vigente por el momento. El regidor no se ha manifestado sobre el fin de la obligatoriedad de usar mascarilla en interiores. Sí lo ha hecho el presidente del distrito de Manhattan, Mark Levine, para recordar en la red social Twitter que muchos neoyorquinos seguirán usando mascarilla como precaución extra. Levine reitera que todavía es obligatoria en medios de transporte y aeropuertos, hospitales, residencias de mayores, escuelas, asilos y refugios para indigentes y cárceles, según el mandato federal. “Aunque los contagios han bajado un 90% desde el pico de la oleada, debemos recordar que Nueva York registra aún muchos casos al día”.

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