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Andalucía aprueba una “desescalada progresiva” de cara a la Navidad

La Junta relaja las restricciones de movilidad en el interior de la región y de apertura de comercios y hostelería y elimina a los allegados de las reuniones familiares

Un camarero recoge una terraza a las seis de la tarde, en Sevilla.
Un camarero recoge una terraza a las seis de la tarde, en Sevilla.PACO PUENTES
Eva Saiz

La Navidad traerá a Andalucía una “desescalada progresiva” de las restricciones en vigor en la comunidad. Esta flexibilización paulatina establece dos fases, una que va desde este sábado hasta el jueves 17 de diciembre y una segunda que comienza el 18 de este mes y termina el 10 de enero. En este último tramo se enmarca un intervalo que abarca los días más señalados de las fiestas —del 23 de diciembre al 6 de enero— en el que se podrá entrar y salir de la comunidad —cerrada perimetralmente desde el 30 de octubre— para reuniones exclusivamente familiares. La Junta de Andalucía excluye a los allegados de las cenas de Nochebuena y Nochevieja y de las comidas de Navidad y Año Nuevo, únicos momentos en los que se admitirán 10 comensales por casa, frente a los seis del resto de días.

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, también ha anunciado un protocolo específico para la salida de mayores de las residencias de ancianos únicamente entre los días 22 de diciembre y 7 de enero y la apertura de la estación de esquí de Sierra Nevada a partir del viernes 18 de diciembre.

En el primer tramo de esta “desescalada progresiva” se va a permitir la movilidad entre los municipios de una misma provincia, los comercios podrán abrir hasta las nueve de la noche, mientras que los bares y restaurantes deberán mantener la hora de cierre vigente desde hace un mes, que les obliga a bajar la persiana a las seis de la tarde. El toque de queda se mantendrá como hasta ahora: de 22.00 a 7.00. A partir del viernes 18, los andaluces podrán desplazarse por toda la comunidad, los comercios recuperarán su horario habitual y la hostelería podrá prestar servicio en un horario partido: por la mañana hasta las seis de la tarde y por la tarde-noche, desde las ocho hasta las 22.30. “Lo hacemos así para evitar prolongar ese tiempo de estancia en horas que son muy sensibles para el contagio que es cuando se produce una mayor relajación y un mayor contacto”, ha explicado Moreno. El toque de queda se amplía entonces de 23.00 a 6.00. La razón de la suavización gradual de las restricciones se debe, ha dicho Moreno, a la necesidad de evaluar el impacto del puente de la Constitución en la evolución de la pandemia.

Entre los días 23 de diciembre y 6 de enero la comunidad podrá abrirse a la llegada de familiares. Desde que el Ministerio de Sanidad avanzó la posibilidad de incluir en las reuniones de Navidad a allegados, la Junta se mostró reacia a admitir esta posibilidad y este jueves lo ha hecho oficial. “Se suprime este concepto por ser ambiguo y dificultaría el control de quienes tienen que hacer cumplir estas normas”, ha sostenido Moreno. Desde el Gobierno regional se recomienda que en los encuentros no se junten más de dos grupos de convivencia distintos. En Nochebuena y Nochevieja el toque de queda se relaja hasta la 1.30 de la madrugada.

Andalucía —que había sido una de las comunidades menos afectadas durante la vigencia del primer estado de alarma— llegó al mes de noviembre con la segunda ola desbocada y una presión hospitalaria en ascenso. La situación obligó a la Junta a endurecer las restricciones que había adoptado 15 días antes —cuando confinó a la mitad de su población— y el 10 de noviembre decretó el cierre perimetral de todos sus municipios, ordenó el cierre de todos los establecimientos de actividad no esencial a las seis de la tarde y amplió el toque de queda de 22.00 a 7.00.

Un mes después, la incidencia de 577 casos por 100.000 habitantes —el pico máximo en la comunidad y por encima de la media nacional— se ha reducido a 155 casos y el número de hospitalizados que entonces era de 3.151, de los que 455 estaban en UCI —superando el pico más alto de la primera ola— ha bajado hasta los 1.554 (331 en UCI), notificados este jueves. Las muertes, sin embargo, no han parado de crecer hasta llegar a los 4.517 fallecidos por covid.

Plan para las residencias

La Junta ha diseñado un plan específico para las salidas de los mayores de las residencias de ancianos que se circunscribe a los días comprendidos entre el 22 de diciembre y el 7 de enero, que debe garantizar que el anciano está al menos cinco días con sus familiares. Para que se pueda abandonar el centro es necesario que el residente haya estado 14 días sin tener síntomas y que presente una prueba negativa en covid. Durante el tiempo que esté fuera deberá permanecer en el mismo domicilio y con una vigilancia activa por si presentará indicios de coronavirus. 48 horas antes de su regreso a la residencia deberán realizarse otra PCR que dé negativo.

El protocolo vigente, actualizado el 4 de diciembre, permitía salir a los ancianos con los mismos requisitos de PCR, pero por un plazo más amplio de hasta 10 días en el caso de que se consideraran vacaciones. Desde la Consejería de Salud puntualizan que este nuevo plan está destinado de manera exclusiva a aquellos casos en los que el abandono tenga por objeto la celebración de las fiestas Navideñas y contempla un período de estancia fuera menor.

Alivio relativo para la hostelería y el pequeño comercio

Las medidas van a contribuir a aliviar a los sectores de la hostelería y el pequeño comercio, que ya llegaban a noviembre asfixiados y a los que el adelanto del cierre a las seis de la tarde —a las puertas de la campaña navideña— les ha dejado casi sin oxígeno. El gremio de bares y restaurantes —que representa el 6% del PIB andaluz— es el que más ha solicitado la ayuda de 1.000 euros por autónomo que puso en marcha la Junta a de Andalucía a principios de diciembre para compensar las pérdidas por las últimas restricciones, seguido del transporte de mercancías y del pequeño comercio, según los datos facilitados por la Consejería de Empleo.

Los hosteleros llevaban semanas pidiendo al Gobierno andaluz una flexibilización de las medidas. “Solo en este último mes han tenido que cerrar 500 establecimientos en la provincia de Sevilla, si podemos dar cenas muchos de ellos podrían reabrir”, explica Antonio Luque, presidente de la Asociación de Hosteleros de la Provincia de Sevilla —que alberga a 8.500 de los 55.000 de toda la comunidad— y vicepresidente de la patronal de la hostelería en comunidad, Horeca. “En lo que va de pandemia en Andalucía han cerrado un 20% de locales”, abunda. Desde que se impuso la obligación de bajar la persiana a las seis de la tarde los restaurantes y los bares han dejado de ingresar un 50% del año pasado —el 70% en el puente—, según las estimaciones de Horeca.

Los representantes del pequeño comercio también reclamaban una ampliación del horario de apertura y la movilidad entre municipios para reavivar su economía en plena campaña de Navidad. “Sin movilidad no hay consumo”, advierte Tomás González, presidente de la Confederación Provincial de Comercios y Servicios de Sevilla. Las asociaciones de autónomos y del comercio de proximidad no tienen datos sobre el impacto que ha podido suponer para su actividad las restricciones horarias. En Granada, donde la alta incidencia obligó a un cierre absoluto de todos los establecimientos de actividad no esencial desde el 10 de noviembre que se prolongó 20 días, se han calculado pérdidas de hasta el 80%.

En la tarea de abrir o cerrar el grifo a la que el presidente andaluz le gusta referirse para aludir al complejo equilibrio entre salud y economía, la llave ha girado mínimamente del segundo lado. Los epidemiólogos advierten de los riesgos de una tercera ola para una Sanidad en la que la atención primaria está colapsada y se han debido retrasar las operaciones no esenciales. “Lo que nos preocupan son las reuniones en espacios cerrados donde hay una concentración de personas durante mucho tiempo y la gente se quita la mascarilla”, advierte Jesús Rodríguez Baño, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Virgen Macarena de Sevilla. “Los cierres perimetrales han tenido el efecto de limitar la movilidad, pero lo importante no es tanto que la gente se mueva como las reuniones en lugares cerrados, por eso es tan importante limitar el tiempo en que las personas estén reunidas y limitar los contactos”, incide.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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