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El alcohol encabeza los ingresos en los programas de desintoxicación de Proyecto Hombre

El perfil del adicto a las drogas en España es el de un hombre de 38 años con empleo y pareja, según un informe de esa asociación

Sesión de tratamiento de Proyecto Hombre en Jaén.
Sesión de tratamiento de Proyecto Hombre en Jaén.

El alcohol volvió en 2018 a ser la primera causa de ingreso (37,3%) en los programas de desintoxicación de Proyecto Hombre. La cocaína fue la segunda y supuso un 34,9% de las entradas en los planes de ayuda de la organización, según el último informe elaborado a partir de más de 2.600 encuestas a las personas que acuden a los centros de esta ONG. En el grupo de 29 a 39 años de edad la cocaína es ya la primera droga de consumo (44,4%). Según los datos recogidos, el perfil medio del adicto en España es el de un hombre de 38 años con empleo y pareja. 

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A pesar de que el alcohol sigue encabezando las solicitudes de tratamiento, su consumo se está reduciendo de manera paulatina en el conjunto de las personas atendidas por Proyecto Hombre, mientras que la cocaína presenta una tendencia creciente. Y se acerca cada vez más a los registros del alcohol. En 2013 representaba un 26,5% de las solicitudes de tratamiento frente al 34,9% que se registraron el año pasado. En cambio, el consumo del alcohol, supuso un 38,5% de los ingresos en 2013 y en el año pasado alcanzó el 37,3%.

"Nos preocupa mucho la normalización del consumo del alcohol en la sociedad. Es uno de los mayores problemas de salud pública", ha afirmado Luis Bononato, el presidente de Proyecto Hombre, durante la presentación del informe este viernes en el espacio Caixa Forum de Madrid. Bononato también ha explica que el consumo problemático de esta sustancia cada vez se detecta a edades más tempranas, entre los 15 y los 16 años. Pese a ello, la demanda de tratamiento de los adictos al alcohol se produce a partir de los 40 años, de media. 

El 85,4% de las personas atendidas por adicciones son hombres y solo un 14,6% son mujeres. Una de las mayores diferencias por sexo que detecta el informe es en el caso de las familias monoparentales. Solo un 1% de los hombres que acude a Proyecto Hombre tiene hijos a cargo frente a un 13% de mujeres. "Los hombres que solicitan ayuda suelen acudir por consejo de su pareja o de su madre y mucho de ellos viven con su familia de origen. Sin embargo, las mujeres tienen una menor red social en la que apoyarse y se enfrentan más solas a su adicción", ha dicho Ángeles Fernández, experta de la Comisión de Evaluación de Proyecto Hombre. "La mujer tarda más tiempo en pedir ayuda, en sentir que ha tocado fondo. Suelen llegar a nuestra organización con un problema de exclusión social", ha afirmado Elena Presencio, directora general de Proyecto Hombre. 

El bajo nivel formativo de las personas atendidas sigue siendo una constante. Un 52,1% no tiene ni siquiera terminada la educación secundaria. De ese porcentaje, un 30,2% solo tiene estudios primarios y un 21,9% de personas no tiene estudios. Un 38,9% de los adictos ha finalizado la secundaria y estudios medios y un 9% cuenta con estudios universitarios. 

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