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El preocupante deterioro medioambiental de Macedonia del Norte (y la inacción de sus gobernantes)

Este país de montañas verdes y ríos caudalosos padece los efectos de un desarrollo invasivo movido por la construcción. Las leyes proteccionistas, en demasiados casos, no se implementan. Y lo que queda en Skopje es el título de una de las capitales mundiales con el aire más contaminado

Desechos y restos plásticos en el lago Ohrid, en Macedonia del norte.
Desechos y restos plásticos en el lago Ohrid, en Macedonia del norte.Miguel Fernández

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La convivencia entre el hombre y la naturaleza, en Macedonia del Norte, se está rompiendo. La joven república destaca, además de por el balonmano, por tener una de las capitales con el aire más contaminado de Europa. Pero este dato es solo la punta de un creciente iceberg de contaminación que avanza ante el desarrollo invasivo del ser humano. Es un problema común en la mayoría de estados de los Balcanes, donde las leyes que protegen el medio ambiente rara vez se implementan y, en ocasiones, son burladas con descaro.

“Los Gobiernos no cumplen sus obligaciones: solo tienen excusas”, asevera Eli Peseva, de la organización medioambiental O2. “Siempre existe otro culpable y su explicación es que todo el proceso de cambio [medioambiental] es lento. El anterior Gobierno trajo leyes perjudiciales para el medio ambiente y el nuevo tomó la causa como baza electoral, pero no ha movido un dedo. No hay justificación posible”, añade. “El Gobierno no hace nada, aunque tenga la información, porque últimamente todo es populismo”, resume Trajçe Stafilov, investigador del Instituto Químico de la Universidad de los Santos Cirilo y Metodio, quien recuerda que el problema de la contaminación es general: en el aire, en el agua, en el suelo y, en regiones como Veles, por la prolongada actividad de la clausurada planta de fundición Topilnica, en la comida. Diferentes expertos alertan del deterioro medioambiental en Macedonia. Es un aviso para un país que, desde la independencia de 1991, no ha priorizado un desarrollo sostenible. Ahora, insisten, toca actuar.

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El aire de Skopje

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de ocho millones de personas mueren anualmente a consecuencia de la polución en el aire, que carga con micropartículas líquidas o sólidas menores de 10 y 2,5 micrómetros. Son unas de las muchas sustancias tóxicas que se inhalan y afectan al aparato respiratorio y cognitivo. Peseva asegura que, en Macedonia, por enfermedades relacionadas con la contaminación en el aire, “entre 2012 y 2019 han muerto 25.000 personas”. Y no son ni dos millones en todo el país.

Las urbes de los Balcanes, debido a la falta de desarrollo, triplican la media anual de 10 microgramos por metro cúbico (mg/m3) que recomienda no exceder la OMS. En invierno, además, todo se dispara: hay días en los que se superan los 200 mg/m3

Las urbes de los Balcanes, debido a la falta de desarrollo, triplican la media anual de 10 microgramos por metro cúbico (mg/m³) que recomienda no exceder la OMS. En invierno, además, todo se dispara: hay días en los que se superan los 200 mg/m³. En Macedonia, el Gobierno estima que la combustión de fósiles provoca el 77% de las emisiones tóxicas. Luego aparecen el transporte (14%) y las actividades de producción (6,5%). “La principal fuente es la quema de madera, en algunos casos carbón o aceites, para calentarse: los pobres no tienen acceso a un sistema central de calefacción”, coincide Stafilov.

Sin embargo, los ecologistas desconfían. “No podemos señalar solo a los métodos para calentarse: hay picos de polución incluso en verano. Un importante número de instituciones aún utilizan combustibles fósiles. El Gobierno conoce el problema, pero no actúa”, insiste Peseva.

El 90% de la población mundial respira un aire contaminado, aunque ocurre sobre todo en los países empobrecidos y en vías de desarrollo y en las comunidades marginadas de los estados desarrollados. En esas regiones ocurren el 92% de las muertes relacionadas

Stafilov propone conectar el país a una red de gas. Dragana Velkovska, primera ecologista elegida en la Asamblea de Skopje, le contradice: “Tenemos que decir no al gas. Tenemos 280 días de sol al año y casi no tenemos sistemas fotovoltaicos. La solución es que la gente tenga el control de su energía: no se puede dar a cada persona una estación de gas pero sí una placa fotovoltaica, que es la forma de producción de energía menos agresiva con el medioambiente. La forma de conseguir este avance, como propuse en Skopje, es subvencionando este sistema en las casas”.

Pese a las divergencias sobre el modelo energético futuro, estos expertos coinciden en que Macedonia tendría que controlar la explotación agrícola y la quema de basura; limitar la compra de vehículos antiguos; y mejorar el obsoleto tejido industrial, que en demasiados casos necesita de combustibles fósiles para su actividad.

Vodno, el pulmón de Skopje en peligro

Otra de las medidas para mejorar la calidad del aire es reforestar. Pero en Macedonia se camina en sentido contrario. “Es alarmante que amplias áreas sufran deforestación. Hay múltiples razones: la producción de madera para la combustión es una causa seria, aunque en los últimos años la principal destrucción se ha producido por la expansión de infraestructuras”, destaca un estudio de Balkania.

Skopje, la capital, también ha perdido buena parte de su masa boscosa. El medio digital Nezavisen refleja que tiene la mitad de espacio verde por persona del recomendado por la UE. Resisten los parques Gradski y Gazi Baba y la montaña Vodno, en peligro por las construcciones y las actividades destinadas al ocio humano. A esta última se la conoce como “el pulmón”, el lugar adonde ir a respirar, de Skopje, el lugar a 1.000 metros de altura al que se huye de la contaminación. Una parte es hoy parque natural protegido. Otra, colmada de edificios, el área más lujosa de la ciudad.

Recientemente, la municipalidad planteó una reforma que, alertan los ecologistas, permitiría urbanizar hasta un 40% más de su superficie y legalizar las construcciones ilegales. Ivan Blinkov, profesor de la Facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad de los Santos Cirilo y Metodio, asegura que la propuesta colisiona con varias leyes para la protección ciudadana contra los desastres naturales. Exige una ley que proteja Vodno y penas más severas para quienes la infrinjan. “En teoría, no podrán construir en un 40% más, pero es ingenuo creerlo teniendo en cuenta las leves penas y el poder de algunas personas. Con la nueva reforma, la zona llamada Villa Española sería incluida dentro del Plan de Urbanismo. Allí se construyeron haciendas de líderes políticos, magnates de los medios... Aunque estaba prohibido, han usado su posición para obtener cualquier permiso”. Vodno, además, padece un aumento de la erosión por tres megaproyectos: la Cruz del Milenio, la torre de telecomunicaciones y, como último agravio, el gasoducto que transportará energía desde Kosovo.

“Es un proceso complejo que requiere tiempo”

A 175 kilómetros al sur de Skopje está Ohrid, uno de los primeros asentamientos humanos en Europa. El lugar en el que se estableció la primera universidad eslava en los Balcanes y el primer monasterio: el de san Pantaleón. Una joya que la Unesco certificó como Patrimonio de la Humanidad en 1979, aunque en su encuentro número 43, en 2019, amenazó con considerarla “patrimonio en peligro”. En esta región dominada por el lago más antiguo de Europa destaca la crisis desatada por las construcciones ilegales y el turismo.

El monasterio de san Pantaleón es una joya que la Unesco certificó como Patrimonio de la Humanidad en 1979, aunque en su encuentro número 43, en 2019, amenazó con considerarla “patrimonio en peligro” debido a las construcciones ilegales

“Macedonia tiene el borrador de un inventario con las estructuras ilegales”, aseguran desde el Ministerio de Medio Ambiente y Planificación Física, partícipe del Plan de Gestión del Patrimonio Cultural y Natural en la región de Ohrid (2020-2029). “Las autoridades tienen que valorar el potencial impacto y determinar las estructuras que pueden legalizarse y las que tendrán que eliminarse. Ahora mismo estamos en el proceso de mapeo. Adicionalmente, las autoridades necesitarán la ayuda de la Unesco para llevar a cabo este estudio y asegurarse de su adecuada realización. Es un proceso complejo que requiere tiempo y tiene numerosos procedimientos administrativos e implicaciones financieras. En el Plan de Gestión hay reglas estrictas y las estructuras que no las cumplan serán demolidas”.

La construcción de edificios se ha generalizado en Macedonia. Tiene su razón en la ausencia de una economía real. Tras la caída de Yugoslavia, su industria, siempre menor en la empobrecida Macedonia, comenzó a ser desmantelada. Debido a la corrupción, todos desconfían de aventurarse en grandes proyectos. Invierten en casas: un valor más o menos estable. Y Ohrid es un lugar idóneo.

En Struga, localidad ribereña, centenares de construcciones ocupan la ribera de este a oeste, del hotel Europa al complejo Aquarius Beach. La mayoría, de dudosa legalidad, están a menos de 100 metros del lago. “En la ciudad solo hay unos pocos edificios legales: muchos se regularizaron con la ley para la Legalización de construcciones irregulares. Hasta 2011, el Ministerio de Transportes y Urbanismo controlaba las edificaciones. Era la autoridad”, explica Natmir Nexhipi, concejal de urbanismo de Struga. “Con la descentralización de 2011, las municipalidades obtuvimos el control. Pero no podemos cerrar esos bares de la playa porque consiguieron un acuerdo”, añade.

Dragana Velkovska, activista de Ohrid SOS, le contradice: “Todos esos edificios podrían ser demolidos porque están a menos de 50 metros del lago. Está estipulado en ley de 2008. En el anterior Gobierno, el de la VMRO [derecha paneslava], la ley de Urbanismo fue cambiada entre 20 y 30 veces. Es una forma mafiosa para legalizar un crimen y un ejemplo evidente de corrupción”. Macedonia del Norte ocupa el puesto 111 en el Índice de Corrupción de Transparencia Internacional.

Además de la crisis derivada de la construcción y el turismo, el lago Ohrid padece un aumento de la contaminación por el tratamiento inadecuado de las aguas residuales que amenaza a más de 200 especies endémicas. El Gobierno asegura estar actuando para revertir la tendencia: ha cancelado proyectos y dotado de recursos económicos a las municipalidades; además, adoptará en octubre una ley para declarar el lago como monumento natural.

Pese a ello, la organización que evalúa el patrimonio natural para la Unesco sigue reflejando su preocupación por la deficiente implementación de las regulaciones, la falta de recursos humanos y financieros y la planificación de infraestructuras en la región. Sin un plan alternativo al desarrollo invasivo, Ohrid, como Macedonia, está en peligro.

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