Lety Sahagún y Ashley Frangie: “La educación formal que hoy tenemos sobre feminismo nos la dio ‘Se regalan dudas’”

Leticia Sahagún y Ashley Frangie nacieron y crecieron en Guadalajara, Jalisco, hace 34 años. Pero fue cuando tenían 17 que se conocieron y se hicieron amigas, unidas en parte por el fútbol y por las amistades en común. Estaban repitiendo una historia familiar que les acercaba desde antes de que nacieran: sus dos abuelas, amigas también de mucho tiempo, jugaron canasta juntas todos los miércoles hasta sus últimos encuentros. Una ruptura amorosa hizo que las dos se juntaran en Los Ángeles, en donde vivía Ashley desde 10 años atrás, y a donde Lety se trasladó para acompañarle. Entonces, se dieron cuenta de que querían hacer un proyecto donde pudieran hablar de todo lo que platicaban a solas y que las nutría tanto, y crearon Se regalan dudas, el pódcast mexicano que ha traspasado las fronteras físicas y virtuales y ha ocupado las listas de lo más escuchado en plataformas de audio desde su creación, en 2018. El éxito ha sido tal que ahora se ha expandido a una productora, Dudas Media, cuyos proyectos como Despertando Podcast, Durmiendo Podcast, TLK o 10 Mujeres, se encuentran en las listas de lo más escuchado en México e Hispanoamérica.

Lety y Ashley mantienen una complicidad y una sintonía tal, que cuando una interrumpe a la otra para complementar una idea no parece que haya diferencia. Responden desde Barcelona una videollamada con EL PAÍS cobijadas de una luz cálida interior y emocionadas por la estrella argentina a la que acaban de entrevistar para un nuevo episodio de su pódcast. Hace solo unas semanas llegaron a España, en donde recibieron el premio Ondas por mejor pódcast conversacional, en el que les reconoció “haberse convertido en una referencia total para el género (...) y en un espacio de seguridad que ha tenido ecos en cuestiones de salud mental”, según ha publicado la plataforma de los galardones en su web.

La idea de Se regalan dudas fue simple, pero rompedora. Ambas han contado que desde muy jóvenes sostenían ese tipo de conversaciones que cuestionaban todo y a todos. También a sí mismas. Han recordado que fue justo esa forma de comunicarse la que las distanciaba a veces del entorno en el que crecieron y de muchas de las personas que las rodeaban. En el primer capítulo del pódcast (que sigue siendo el más escuchado de todos, en estos cinco años) hablan de esa característica íntima de la conversación, cuando una entrevista a la otra y coinciden en lo difícil que debió de ser para los padres y madres de ambas el criar a cada una de ellas, mientras eran cuestionados por absolutamente todo. Aquel primer episodio se grabó en las cabinas de radio de la universidad de la que se graduó Lety Sahagún, en Guadalajara, y a los pocos días se convirtió también en el más escuchado en México. Ningún programa en el país antes logró lo que ellas estaban consiguiendo. Estaban haciendo historia, y lo siguen haciendo.

“El hermano de Ash nos llamó por teléfono varios días después, a las 7.00 de la mañana, para decirnos que estábamos en el número uno de reproducciones en todas las plataformas. Entonces creímos que había algún error”, cuenta Lety. “Nos tomó varios meses para darnos cuenta de que muchas personas estaban conectando con lo que hacíamos”.

Una de las primeras cosas que descubrieron al hablar de temas que solo hablaban a solas, fue el feminismo, que antes del pódcast no lo nombraban como tal. Eran solo ideas revueltas sobre la educación sexual que no recibieron en sus casas y que fueron aprendiendo de amigas y de mujeres cercanas. “Ahora te puedo decir que somos un proyecto cien por ciento feminista, pero cuando empezamos, muchísimos de los conceptos básicos del feminismo no los conocía”, cuenta Ashley. Sin embargo, llevar el tema a sus proyectos no ha sido sencillo: “Introducir el feminismo en Se regalan dudas al principio era muy rechazado. Recuerdo un año en el mes de marzo, que planteamos hacer ‘30 días de feminismo’ y nos dijeron que eso no le interesaba a nuestra comunidad. Y nadie compartía, y no había likes, no había respuesta. Son los episodios menos escuchados, y nosotros hablamos siempre de que hay episodios incómodos. Los que tienen que ver con el feminismo, en los que hemos hablado del aborto, los de violencia contra la mujer. No son los más compartidos, pero no nos importa, nos parece relevante que con que la mentalidad de una sola persona cambie, estamos haciendo cambios para la sociedad”.

Una apuesta que ellas mismas consideran como arriesgada, y que agradecen siempre a Amazon por creer en ella y comprarla, ha sido 10 mujeres, el pódcast que crearon y produjeron con la firme intención de hacer un relato personal, enfocado en la vida (y no en la violencia de la muerte y el terror) de 10 mujeres mexicanas víctimas de feminicidio.

En 2018, cuando prepararon casi artesanalmente su pódcast (compraron micrófonos de 30 dólares y se metieron a Google para buscar “cómo hacer un pódcast”) la industria del pódcast aún no tenía forma de industria, al menos en América Latina. Y en México, existían plataformas como Dixo (haciendo pódcast desde 2005), y programas de radio que subían íntegras sus transmisiones que ya habían sido lanzadas al aire. Sin embargo, ninguno de estos productos culturales y de entretenimiento lograron permear a las masas. Ashly y Lety estuvieron en el momento y en el lugar adecuados. Paralelamente al proceso de preparación de su proyecto, las plataformas de audio como Spotify, Amazon, y otras, empezaron a aterrizar en el continente. Se regalan dudas, cuenta Lety, fue el segundo pódcast a nivel global que Spotify firmó en exclusiva. Y la pandemia, que se empezaba a gestar a finales de ese año, impulsó el contenido de formatos de audio que empezaron a florecer por todas partes.

La falta de contenidos que alcanzaran a un grupo más grande dentro de los consumidores de radio o de sus distintos formatos hizo que ambas se convirtieran en seguidoras de casi todo lo que les llegaba a los oídos desde Estados Unidos. On Being de Krista Tippet, el mítico Serial, del New York Times, o los contenidos de la National Public Radio (NPR), son todavía algunos de los pódcast que integran su lista de favoritos hasta ahora. “(En América Latina y en específico en México) fuimos una región que durante mucho tiempo fue educada por dos cadenas de televisión y por un único formato; tenías que saber otro idioma para poder acceder a otro tipo de contenidos”, cuentan. Y ellas tuvieron la fortuna de empaparse de lo que l país estrella y pionero para este formato producía.

Han pasado ya cinco años desde aquella primera emisión, en Guadalajara, del pódcast más escuchado en Hispanoamérica. Y entre algunas de las cosas que más las tiene orgullosas, es haber logrado mantenerse entre las listas de los más escuchados y defender la esencia que quisieron imprimirle desde el principio: “Algo que sí nos reconozco y que a veces cuesta trabajo, como mujeres, es que hemos defendido el ADN de nuestro proyecto a capa y espada. La cantidad de veces que se nos ha pedido cambiar el formato, adaptarnos a ciertas cosas, invitar a ciertos perfiles, hablar de otros temas, crear contenidos para cualquier persona. La cantidad de marcas que han querido anunciarse, y, ojo, durante mucho tiempo sí teníamos la necesidad, no lo hicimos. No es que tuviéramos el privilegio de poder decir que no. (...) Sé que nosotras podríamos ser en tamaño, en cuenta de banco y en reconocimiento popular, quizá tres o seis veces más grandes, pero habríamos perdido mucho de lo que estamos creando. Vamos caminando despacito, pero defendiendo nuestro trabajo y el de las personas que están con nosotras, con mucho valor, porque creemos en lo que hacemos y porque sabemos que está resonando con las personas”, dicen.

Se regalan dudas es hoy un ejemplo de cómo un formato de audio conversacional puede traspasar los frágiles y cambiantes límites de la modernidad. Ashly y Lety se han aliado con Paulina Herrera, cofundadora y directora ejecutiva de Dudas Media, para dar forma a todos los proyectos que tienen ya en sus manos y que continúan triunfando. En el pódcast estrella de su casa productora ya figuran invitadas e invitados de todos los rubros, con mensajes de vida que se transforman en conversaciones íntimas y que dejan al público siempre con cosas en las que pensar.

Lo que antes era un sueño, se convirtió en un pasatiempo lleno de enseñanzas. Ahora es una realidad que las compromete con su futuro y el de otras personas que trabajan a su lado: “Nos hemos tomado nuestro trabajo muy, muy en serio. Y nos tomamos el trabajo de las otras personas de esa forma, la gente como Amazon que nos compra un proyecto tan complejo como 10 mujeres, por ejemplo. Esto es una empresa, comemos y vivimos de esto junto a otras personas que trabajan con nosotras que comen y viven de esto. Le debemos muchísimo a la gente. Le debemos esa congruencia”.

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