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La piedra dorada de la suerte que repartió cuatro quintos premios y parte del Gordo en Barcelona

Víctor, el propietario de la administración de lotería del centro comercial de Las Arenas, frota los décimos con un particular amuleto

El amuleto de la suerte de la administración número 336 del centro comercial Las Arenas, en Barcelona.
El amuleto de la suerte de la administración número 336 del centro comercial Las Arenas, en Barcelona.Albert Garcia

Superstición y suerte son dos creencias que se entremezclan cada año en el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Hay quienes pasan el décimo por la barriga de una mujer embarazada, otros que apuestan siempre por el mismo número y, también, quienes se rodean de velas amarillas para atraer a la fortuna. Víctor Fernández, dueño de la administración número 336 del centro comercial Las Arenas en Barcelona, cogió una piedra hace ocho años de las obras que estaban haciendo en el recinto. La pintó de dorado y la convirtió en el amuleto de la suerte del establecimiento por el que cada cliente debe frotar su décimo antes de salir del local. “Esto es tecnología punta para conectar con la diosa de la fortuna”, cuenta entre confeti y después de descorchar más de 10 botellas de cava. Acaba de entregar 896.000 euros entre 16 décimos de cuatro quintos premios diferentes y dos boletos del número 88.008, la serie premiada con los cuatro millones de euros de ‘El Gordo’.

Algunos clientes habituales de Fernández se acercaban mientras los loteros cantaban y descorchaban botellas de cava. El año pasado repartió un cuarto y un quinto premio. En 2021, un segundo premio de la lotería de El Niño, que se celebra el 6 de enero.

La suerte llegó pronto en la mañana de ayer para Víctor, que se dedica al negocio desde 2015, tomando el relevo de su abuela Isabel. Billetes de cuatro de los ocho quintos premios del sorteo habían pasado por sus manos: 45.353, 88.979, 1.568 y 57.421. “Algo tiene que tener la piedra porque el número de El Gordo es horrible”, cuenta una señora que compra todos los años los décimos en esa administración, cercana a la plaza de España y donde se mezclan trabajadores de oficinas cercanas, clientes de tiendas de ropa y usuarios de las salas de cine ubicadas en el centro comercial.

Jordi Garreiz trabaja desde hace dos años con Fernández. “Aquí vienen clientes de todo tipo y todos quieren que Víctor les dé buena suerte”, explica. Siempre que un cliente compra un décimo, Fernández lleva a cabo el mismo ritual. Recita un verso que se ha inventado para que luego el cliente frote “con cariño y amor” el boleto con la piedra: “¡Oh, Diosa Fortuna que ahora mismo estás entre nosotros. Manifiéstate!”

Granollers ha sido la población catalana más bendecida por el bombo. La administración número 10 repartió 166 series de uno de los cuartos premios, que recayó en el número 41.147. La combinación que ha regado ese municipio barcelonés con 33,2 millones de euros tiene historia para las propietarias del establecimiento y por eso lo escogieron: es el número del bus que perdieron la primera vez que fueron a Madrid a ver en vivo el sorteo.

Además de la buena suerte en Las Arenas, la magia del 88.008 repartió dos series en una administración de Badalona y una serie en sendas oficinas de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) y Tortosa (Tarragona). También hubo algún décimo que llegó a otras poblaciones de Girona y Tarragona. En total, 19,2 millones de euros.


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