Documentos del Pentágono revelan que Zelenski quiere intensificar los ataques en suelo ruso
Informes de inteligencia estadounidenses aseguran que el presidente ucranio ha propuesto incluso invadir pueblos fronterizos
Informes del Pentágono filtrados este año revelan con detalle propuestas confidenciales de la presidencia ucrania para intensificar los ataques en suelo ruso. Son los documentos más comprometedores para Ucrania en su defensa contra la invasión, ya que confirmarían que su presidente, Volodímir Zelenski, está dispuesto a cruzar las líneas rojas marcadas por sus aliados internacionales. Zelenski, según la información publicada este domingo por The Washington Post, ha planteado ocupar municipios rusos al otro lado de la frontera e incluso destruir el oleoducto que suministra crudo a Hungría.
Estos documentos formarían parte de la filtración masiva de información de inteligencia estadounidense descubierta el pasado abril. El sospechoso de estar detrás de la revelación de este material secreto es un soldado estadounidense de 21 años que fue detenido hace un mes.
Estados Unidos, Francia y Alemania han dejado claro que la guerra no puede extenderse a territorio ruso. Tanto Zelenski como sus ministros de Exteriores y de Defensa han reiterado que el armamento aportado por sus aliados de la OTAN no será utilizado para atacar al enemigo más allá de sus fronteras, pero los documentos que ha dado a conocer The Washington Post indican que, de puertas adentro, la cúpula política y militar ucrania puede tener otras ideas. En una reunión del pasado febrero con Valeri Zaluzhni, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Zelenski lamentaba no contar con misiles de largo alcance para destruir activos militares del enemigo a cientos de kilómetros del frente. El presidente ha replicado, en declaraciones al periódico estadounidense, que se trata tan solo de conversaciones privadas con sus generales.
Ucrania bombardea con periodicidad, mediante artillería y drones, objetivos militares y energéticos en las provincias rusas limítrofes a su territorio. También ha conseguido asestar golpes con drones a cientos de kilómetros dentro de los límites de Rusia, como los que el pasado diciembre se produjeron en las bases aéreas de Engels y de Dyagilevo. Este sábado, dos aviones y dos helicópteros de combate fueron derribados en la provincia rusa de Briansk, limítrofe con el norte de Ucrania. Como es habitual, las autoridades ucranias no reconocen la autoría de estos ataques.
Serguéi Melnik, general al mando de la provincia de Járkov, en el este de Ucrania, defendía el pasado abril en una entrevista con EL PAÍS la necesidad de destruir posiciones del enemigo en la provincia rusa de Bélgorod, limítrofe con la de Járkov, porque desde allí están disparando contra territorio ucranio. Melnik también añadió que era imprescindible poder atacar las bases aéreas rusas desde las que despegan los bombarderos que, sin salir de suelo ruso, disparan misiles de crucero contra objetivos en Ucrania, tanto militares como civiles.
La filtración de los documentos del Pentágono puede frenar el aprovisionamiento de misiles de largo alcance de los aliados de Ucrania en la OTAN. El Reino Unido anunció el 11 de mayo que ha entregado a Kiev los misiles de crucero Storm Shadow, de fabricación británico-francesa. Este armamento tiene un alcance de unos 250 kilómetros. Estados Unidos aceptó el pasado febrero suministrar los misiles de largo alcance GLSDB. Estos son cohetes tácticos diseñados para eliminar objetivos muy precisos, pero sin capacidad de destruir grandes infraestructuras. El Gobierno de Zelenski insiste en que la Casa Blanca dé luz verde para aportar los ATACMS, misiles con un alcance de unos 300 kilómetros, pero los estadounidenses se han negado por el temor a que sean utilizados en territorio ruso. Por razones similares se ha negado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a destinar a Ucrania aviones de combate F-16.
Ocupar pueblos rusos
La información publicada por The Washington Post incluye una reunión de Zelenski del pasado enero en la que el presidente proponía que sus tropas cruzaran la frontera para tomar municipios rusos, con el objetivo de “dar a Kiev ventaja en las negociaciones con Moscú”. Unidades de las fuerzas especiales ucranias ya han actuado dentro de Rusia, pero la propuesta de invadir municipios pondría a los aliados de Ucrania en una situación diplomática de máxima tensión. Rusia lleva meses levantando fortificaciones de defensa en su frontera con Ucrania. El Kremlin ha acusado a Kiev y a sus socios de la OTAN de querer invadir parte de Rusia. En declaraciones a The Washington Post, Zelenski aseguró que su ejército no tienen intención de adentrarse en territorio ruso. El líder ucranio añadió que nadie ha dado órdenes de atacar en suelo del país invasor.
Los documentos muestran que Estados Unidos está infiltrado en los poderes del Estado ucranio. Ofrecen detalles de gran precisión, como la propuesta que lanzó Zelenski en una reunión de mediados de febrero con la viceprimera ministra, Yuliya Svrydenko, de sabotear el oleoducto de Druzhba, que suministra petróleo a Hungría. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es el principal líder de la UE partidario del entendimiento con el presidente ruso, Vladímir Putin. The New York Times informó el pasado marzo que la inteligencia estadounidense tiene indicios de que grupos ucranios sabotearon en 2022 el gasoducto marino Nordstream que conecta Rusia con Alemania.
El Pentágono tiene también en su haber un plan de 2022, que no se llevó a cabo, de los servicios de inteligencia del ejército ucranio para atacar posiciones rusas en Siria, en operaciones encubiertas junto a grupos kurdos opositores a la dictadura de Bachar el Asad. Rusia es el principal apoyo militar que ha tenido El Asad para mantenerse en el poder.
Zelenski argumenta en The Washington Post la necesidad de utilizar “cualquier artimaña” para defenderse de una invasión “en la que ha muerto tanta gente, en la que se han descubierto fosas comunes y en la que ha habido torturas”. La pasada noche, las fuerzas rusas volvieron a disparar decenas de drones bomba Shahed, de fabricación iraní, y misiles de crucero a lo largo de la geografía ucrania, provocando daños en barrios residenciales en Járkov, Ternópil y Jersón, donde hubo seis heridos.
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