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Kiev pide a los refugiados que no regresen en invierno por la crisis energética derivada de los ataques rusos

La viceprimera ministra, Irina Vereshchuk, alerta: “La situación solo va a empeorar. Sobrevivamos y luego pensaremos en todo lo demás”

Varias personas se refugian en una estación de metro de Kiev durante un bombardeo ruso, este martes.Foto: Vladyslav Musiienko (REUTERS) | Vídeo: EPV
Luis de Vega

El Gobierno de Ucrania ha pedido a los casi ocho millones de ciudadanos que se hallan fuera del país como consecuencia de la invasión rusa que no regresen durante los próximos meses y permanezcan fuera, al menos, hasta la próxima primavera. Las autoridades han realizado este llamamiento para tratar de hacer frente a las duras condiciones de vida que padecen millones de ciudadanos con la llegada del invierno. Los últimos ataques rusos han dañado el 40% de las infraestructuras energéticas de Ucrania, lo que deja ya cortes en el suministro, tanto de electricidad como de calefacción, a cientos de miles de personas. “Les pido que no regresen” porque “la situación solo va a empeorar”, alertó este martes la vice primera ministra, Irina Vereshchuk. El objetivo es frenar el consumo interno y, al mismo tiempo, como advierte Vereshchuk, no poner en riesgo la vida de niños, ancianos o discapacitados, para los que soportar las bajas temperaturas o los cortes de suministro va a ser más difícil.

Los avances de las tropas ucranias desde final de verano —pero sobre todo este otoño— en los frentes del este y del sur del país han desencadenado una reacción rusa que va más allá de la línea en la que chocan los dos ejércitos. Ante la incapacidad de hacer frente a esa contraofensiva, Moscú ha decidido recurrir al frío como arma de guerra y castigar de esa forma a la población civil ucrania. Con el llamamiento de la vice primera ministra, las autoridades de Kiev transmiten la idea de que se avecina un conflicto a largo plazo, conscientes de que, además, el crudo invierno complica los avances de sus soldados sobre un terreno que se va a ir enfangando en las próximas semanas.

Los bombardeos rusos con misiles, aviones y drones se han sucedido en una decena de regiones en las últimas semanas. El objetivo de las tropas invasoras, según las autoridades de Kiev, es dañar instalaciones esenciales para la vida de la población en unos meses en los que la temperatura va a estar casi siempre bajo cero. El Gobierno ucranio estima que si esos ciudadanos que se han refugiado en el extranjero vuelven ahora a casa, las necesidades energéticas de la población no van a poder ser cubiertas por la falta de recursos.

“Les pido que no regresen. Necesitamos sobrevivir al invierno. Desafortunadamente, la red no va a soportar lo que Rusia está haciendo. (…) Si hay una oportunidad, que se queden, por el momento, a pasar el invierno en el extranjero”, señaló Vereshchuk en declaraciones a un canal de la televisión nacional. En la actualidad, unos 7,7 millones de ucranios permanecen fuera de su país tras escapar del conflicto desde que comenzó la invasión el pasado 24 de febrero, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Varios ciudadanos hacen sus compras en un supermercado a oscuras, tras un ataque con misiles rusos, el 22 de octubre en Kiev.
Varios ciudadanos hacen sus compras en un supermercado a oscuras, tras un ataque con misiles rusos, el 22 de octubre en Kiev.GLEB GARANICH (REUTERS)
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“Rusia ha recurrido a aterrorizar a la población civil porque no puede luchar contra el ejército, pero perderá en el campo de batalla”, comentó Vereshchuk, que es, además, encargada de los territorios temporalmente ocupados por Rusia. “Por ahora, contengámonos, porque entendemos que la situación solo va a empeorar y tenemos que sobrevivir este invierno. Sobrevivamos al invierno y luego pensaremos en todo lo demás”, añadió.

Desde el pasado 10 de octubre, el ejército de Rusia ha lanzado unos 300 ataques en todo el país contra estaciones eléctricas, el tendido eléctrico, plantas de calentamiento de agua para la calefacción, oleoductos y refinerías. Al mismo tiempo, la crisis energética mundial complica las importaciones que Ucrania suele hacer desde otros países. Las infraestructuras que surten a Ucrania de energías renovables, situadas casi siempre en el sur del país, también han sufrido importantes daños por la guerra. Se ha perdido el 90% de la red eólica y entre el 40% y el 50% de la solar, según el ministro de Energía, Herman Halushchenko.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear año y medio por Madrid y sus alrededores. Antes trabajó durante 22 años en el diario Abc, de los que ocho fue corresponsal en el norte de África. Ha sido dos veces finalista del Premio Cirilo Rodríguez.

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