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“Lula cerrará las iglesias”: origen y desenlace de un bulo imparable en la campaña brasileña

La justicia electoral trata de neutralizar las noticias falsas que vinculan al candidato de la izquierda a una supuesta persecución religiosa

Jon Martín Cullell
Un video del 'influencer' Nikolas Ferreira, difundido en sus redes sociales y luego borrado.
Un video del 'influencer' Nikolas Ferreira, difundido en sus redes sociales y luego borrado.RR.SS.

No, Luiz Inácio Lula da Silva no va a cerrar las iglesias. Por muy ridículo que parezca, la campaña electoral del candidato de la izquierda brasileña pasa más tiempo desmintiendo noticias falsas sobre una futura “persecución” al cristianismo que en hablar de propuestas de Gobierno. El supuesto cierre de templos es una línea de ataque frecuente entre los seguidores del presidente Jair Bolsonaro para avivar los temores de los votantes evangélicos, un tercio de la población brasileña. Aunque el Tribunal Superior Electoral (TSE) ha tratado de frenar su difusión, para cuando llega la orden de borrar los contenidos estos ya cuentan con miles de visualizaciones. El daño ya está hecho. Esta mentira, una de las que más ha circulado en redes sociales en la campaña, ilustra las enormes dificultades que entraña combatir la desinformación y las noticias falsas.

Viernes 7 de octubre. El influencer y diputado electo Nikolas Ferreira, del mismo partido que Bolsonaro, cuelga un video en redes sociales en el que su rostro parece emerger de la oscuridad. En él, Ferreira asocia a Lula a una serie de males, muchos de ellos infundados como la supuesta persecución a cristianos. Por cada uno que cita, pide hacer la “L”, una referencia a la señal de apoyo de los seguidores del candidato del Partido de los Trabajadores (PT). “Cuando las iglesias sean cerradas, los curas sean perseguidos, y ustedes sean prohibidos de profesar su fe, haga la L”, dice, en tono dramático.

El video tiene una repercusión inmediata. Ferreira acumula 4,6 millones de seguidores en Instagram y 1,3 en Twitter. La publicación, además, es compartida por personalidades del bolsonarismo como los hijos del presidente, el senador Flávio y el diputado Eduardo Bolsonaro, con otros tantos millones de seguidores cada uno. En Youtube, canales de derecha lo replican y rápidamente consiguen miles de visualizaciones. “¡¡¡NADIE PUEDE IR EN CONTRA DE LA VOLUNTAD DE DIOS!!!”, comenta una usuaria sobre el video. “Descárguenlo antes de que el Supremo Tribunal Federal lo saque del aire y censure”, avisa otro.

La publicación de Ferreira forma parte de una campaña que trata de presentar a Lula como un enemigo de los cristianos. El martilleo en ese sentido empezó hace meses. Noticias falsas que se alimentan de otras noticias falsas para crear una bola de nieve imparable. Unos días antes de la publicación del diputado Ferreira, decenas de usuarios compartieron una captura de pantalla de un supuesto tuit de Lula con fecha del 4 de octubre, dos días después de la primera vuelta. “Los padres y pastores que se nieguen a casar parejas LGBT serán encarcelados y sus iglesias cerradas por el crimen de homofobia”, decía la publicación. Pero el tuit no existe. El buscador de la plataforma no arroja ningún resultado si se incluyen esas palabras. Es, a todas luces, un montaje.

Por lo demás, resulta inverosímil que Lula lance en plena campaña electoral un tuit de esa naturaleza o proponga “cerrar iglesias”, como advierte Ferreira. El candidato está intentando seducir a los evangélicos, un electorado clave que apoya mayoritariamente a Bolsonaro. “[Lula] es católico, respeta a todas las religiones, no va a cerrar iglesias”, ha señalado la campaña frente a este tipo de noticias. Por si quedara alguna duda, cuando fue presidente, el líder del Partido de los Trabajadores sancionó una ley que garantiza la libre creación de iglesias y prohíbe a los poderes públicos “negarles reconocimiento o registro de actos necesarios para su funcionamiento”.

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Captura de pantalla de un tuit falso compartida en Instagram y Facebook.
Captura de pantalla de un tuit falso compartida en Instagram y Facebook.

Lunes 10. La campaña de Lula lleva el video ante el TSE por su contenido “falso” y afirma que la libertad de expresión no lo ampara. “El discurso empleado escapa al mero ejercicio de la crítica ácida protegida por la libertad de expresión, una vez que la narrativa utiliza diversas informaciones inverídicas acerca del candidato para modular la opinión del elector”, apunta la denuncia.

El juez del TSE Paulo de Tarso Sanseverino accede ese mismo día a la petición y ordena borrar de forma cautelar el video. En su decisión, el magistrado afirma que la publicación difunde “un discurso manifiestamente inverídico y de odio que pretende inducir al usuario de la red social a vincular al candidato como defensor político de prácticas ilícitas e inmorales”. El magistrado da 24 horas a Twitter, Instagram, TikTok y Facebook para retirar el contenido y avisa que si se incumple impondrá una multa de 50.000 reales diarios (9.500 dólares).

El TSE ha tomado un papel muy activo —y para algunos excesivo— contra la propagación de desinformación. La semana pasada ya ordenó retirar decenas de publicaciones sobre una supuesta persecución de cristianos por parte de Lula. Sin embargo, por muy rápidos que sean adoptados los fallos, la velocidad de difusión por Internet desafía la de cualquier procedimiento judicial. Sitios alternativos que no forman parte de la denuncia pueden esquivar la resolución y colgar el contenido denunciado en sus plataformas.

Entre enero y finales de septiembre, Casa Galilea, una organización cristiana que hace monitoreo de redes sociales evangélicas, identificó 12.900 contenidos que hacían referencia a una “guerra espiritual” y otras 7.800, a la “ideología de género”, según datos citados por la Agencia Lupa, que se dedica a verificar informaciones y desmentir bulos.

Carol Macario, periodista de la Agencia Lupa, dice que las acciones del tribunal a veces tienen un impacto limitado y afirma que hay que encontrar soluciones de fondo. “Es importante retirar contenidos falsos para decir basta, pero el tribunal no tiene cómo controlar todo. Internet es una tierra sin ley, y la información ya ha circulado. Necesitamos educar más para que las personas busquen información correcta y verídica. Es un trabajo enorme de convencimiento”, señala.

Martes 11. Ferreira responde de forma desafiante a la orden del tribunal electoral. “El TSE pidió retirar el video por herir la honra de Lula, ¿pero acaso un ladrón tiene honra?”, dice. “Está en fase de defensa, pero en caso de que lo elimine, el video solo en Instagram ya alcanzó 30 millones de visualizaciones. El TSE todavía no consigue hacer que las personas ‘desvean”. En otras palabras, la bola de nieve ya tiene vida propia en la mente de sus seguidores.

En el canal de Telegram Super Grupo B-38 Oficial, con casi 60.000 miembros, la retirada de este video que muchos ya han visto no sienta bien. “Ya están censurando al diputado más votado en esta elección, ¿imaginan lo que harán si toman el poder?”, pregunta un miembro. “Y el PT ni siquiera ganó todavía”, publica otro, junto a unas fotos que muestran el muro de una Iglesia evangélica grafiteado con un “Jesús está muerto”. La verdad, desde luego, está moribunda en esta elección.

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Sobre la firma

Jon Martín Cullell
Es redactor de la delegación de EL PAÍS en México desde 2018. Escribe principalmente sobre economía, energía y medio ambiente. Es licenciado en Ciencias Políticas por Sciences-Po París y máster de Periodismo en la Escuela UAM- El PAÍS.

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