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Los perros y el frío, cómo protegerles: los abrigos funcionan, las botas no tanto

Los canes se acatarran y necesitan aumentar su temperatura corporal durante el invierno para evitar problemas respiratorios, como la tos de las perreras. Las prendas específicas para salir a la calle y mantenerles en casa a una temperatura adecuada son la forma de protegerles cuando el termómetro baja

Consejos para proteger a tu perro del frío
Un labrador en la nieve.Faba-Photograhpy (Getty Images)

Las inclemencias climatológicas invernales afectan a la salud de los perros, sobre todo en determinadas razas que tienen menos pelaje, como el braco; en las braquicéfalas o de hocico chato, como el bulldog o el pequinés, y en las razas de canes deportistas, como los husky. Y es que los perros también se resfrían.

“Sufren procesos respiratorios infecciosos de las vías altas. Se denomina complejo respiratorio infeccioso canino y se manifiesta en la llamada tos de las perreras o traqueobronquitis”, explica Silvia Miguélez, de la clínica veterinaria Mimos, en Pozuelo de Alarcón (Comunidad de Madrid). Esta afección se caracteriza por manifestarse con un sonido similar a la tos humana. “Su síntoma característico es un sonido gutural abrupto e inconfundible, pero también hay otra nueva variante similar al resfriado común humano, que provoca lagrimeo, estornudos y tos, con una duración de alrededor de 10 días”, describe esta veterinaria, que también recomienda la vacunación no obligatoria para los canes con el fin de prevenir estas enfermedades en invierno.

Cómo abrigar al perro en la calle

Las prendas específicas para canes en invierno son útiles para protegerles tanto del frío como de la humedad cuando llueve o nieva. Eso sí, deben tener ciertas características para que sean efectivas: “La cara interna debe ser caliente y la externa tener una capa cortaviento e impermeable. El tamaño debe cubrir bien la parte del cuello y la caja torácica, como la manta de los caballos”, describe la veterinaria Silvia Miguélez. Hay varias opciones de abrigos para perros: “Una son los impermeables o chubasqueros para los días de lluvia, que en cierta medida ahorran tener que secar al perro después de un paseo bajo la lluvia”, añade la especialista.

También es importante que los perros tengan una temperatura adecuada en el hogar. En invierno se sienten cómodos en casa con una temperatura de alrededor de 20 grados. “Elegirán la zona donde se encuentren más confortables y es en ese lugar donde se les puede colocar su cama o manta”, aclara la veterinaria. Hay que tener en cuenta que la raza influye en las necesidades del can. “No es lo mismo un malamute que un pointer; unos son menos frioleros que otros, en función de su pelaje y complexión”, detalla.

Algunas razas son más frioleras que otras, por lo que conviene abrigarlas.
Algunas razas son más frioleras que otras, por lo que conviene abrigarlas.Anita Kot (Getty Images)

La humedad y el frío en el perro

Cuando llueve o nieva es importante secar al perro al regreso a casa de un paseo, sobre todo a los que tienen el pelo largo. “Conviene hacerlo por su bienestar y porque el pelaje húmedo genera olores desagradables, sobre todo si no se ha lavado hace tiempo al animal, ya que el efecto es similar al que sucede con una bayeta de cocina húmeda”, advierte Silvia Miguélez. “Una buena idea es dejar a mano una toalla para secarlos nada más entrar en casa y posteriormente peinarlos o cepillarlos, así también se elimina el pelo muerto y, si es necesario porque tienen el pelo muy largo, se puede usar el secador”, sugiere.

Las almohadillas del can y el frío

La piel de las almohadillas de las patas del perro está preparada para soportar el frío y en condiciones normales no necesitan una protección especial. “Es diferente, por ejemplo, en el caso de perros deportistas de trineo que participan en carreras con recorridos de unos 60 kilómetros al día a temperaturas muy bajas”, continúa la especialista, que advierte sobre el mal uso de las botas para perros: “Altera el punto de apoyo de la extremidad, sobre todo de las almohadillas, por lo que su uso debería estar restringido para los perros atletas entrenados”. No obstante, la piel de la planta de las patas de los canes es resistente. “Es más dura y rugosa. Está preparada para aguantar el contacto con el suelo tanto con bajas temperaturas como con las altas”, matiza Roberto Elices-Mínguez, veterinario y profesor de Nutrición Animal de la Facultad de Veterinaria de Madrid (UCM).

La temperatura de los perros y de las personas

Los canes tienen una temperatura corporal más elevada que las personas, alrededor de 38,5 grados. “Se considera que tienen fiebre cuando tienen más de 39,5 grados y no necesitan energía extra para mantener constante el calor del cuerpo”, explica Elices-Mínguez. La regulación de la temperatura corporal canina es multifactorial. “Tiene que ver con la edad, el grosor de la piel, la cobertura, el tipo de pelo o de grasa predominante en el cuerpo y la capacidad de aclimatación al medio ambiente”, aclara el veterinario. “Para reducir el gasto energético del perro que se produce con el frío, además de protegerles con prendas específicas para el exterior, se puede aumentar la ración de comida diaria del animal durante el invierno, siempre bajo supervisión veterinaria”, matiza este especialista.

No obstante, hay que tener en cuenta que el uso de los abrigos para perros no resulta natural para ellos. “Puede haber cierta reticencia inicial del animal a llevar prendas, lo que les puede dejar paralizados. Es cuestión de que se acostumbren paulatinamente a su uso”, aclara este especialista.

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