Luis García Montero cotiza al alza: el poeta que toda la izquierda quiere en su lista de Madrid
Las enigmáticas palabras de Juan Lobato al definir al futuro aspirante al Ayuntamiento de la capital ponen todas las miradas en el viudo de Almudena Grandes
Si un buen relato es, como dicen los politólogos, la mejor baza de un candidato, el del poeta Luis García Montero es difícilmente mejorable. Su figura se ha convertido este año en un símbolo de dignidad para la izquierda, después del desprecio que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, reservó al fallecimiento de su pareja, la escritora Almudena Grandes, el pasado 27 de noviembre. No solo por la resistencia del regidor a dar un pésame público o a otorgarle el reconocimiento como hija predilecta de la ciudad, sino también porque utilizó este título como moneda de cambio para sacar adelante los presupuestos de 2022. En los últimos días, el nombre de Luis García Montero ha empezado a repetirse en el Ayuntamiento de Madrid. Sobre todo desde el momento en el que el PSOE decidió retrasar a diciembre las primarias para el candidato a la Alcaldía. Porque pocas figuras públicas gozan de consenso en la izquierda política.
“No tiene que ser un político de profesión”, concedía el viernes el secretario general de los socialistas, Juan Lobato, al ser preguntado por las características que debe reunir el futuro aspirante al Ayuntamiento de Madrid. “Que sea reconocido y reconocible por la amplia mayoría de la sociedad española. Que tenga hambre e ilusión. Que sea una persona identificable y querida por el PSOE y nos sintamos totalmente representados e ilusionados por esa persona”, puntualizó. Una definición enigmática y muy abierta, pero que sienta como un guante al poeta e intelectual de izquierdas.
García Montero es, sobre todo, el viudo de Almudena Grandes, un “viudo enamorado” como se define a sí mismo. Y ella, la escritora que retrató Madrid y a la que sus lectores fueron a dar el último adiós al cementerio civil de La Almudena con sus libros en la mano. “Su ciudad fue Madrid”, dijo de ella sobre el escenario del Teatro Español, cuando el poeta fue, junto a su familia, a recoger el reconocimiento a título póstumo como hija predilecta de la ciudad. “La ciudad de su literatura fue Madrid. Cada una de sus historias fue Madrid”. Pero ni el alcalde, ni la vicealcaldesa, Begoña Villacís, fueron a bendecir este acto.
Por eso, él suscita todas las simpatías en el arco parlamentario a la izquierda del palacio de Cibeles. Ya no es aquel candidato de IU a la Comunidad de Madrid que llevó a la coalición a la derrota en 2015, cuando se quedó sin representación en la Asamblea. En los últimos años, ha ido acercándose a la dirección socialista. Es el director del Instituto Cervantes, designado directamente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el poeta granadino que en mayo prestó su voz y su pluma para un vídeo de apoyo a Juan Espadas, en la campaña del PSOE a las elecciones andaluzas del 19 de junio.
Tiene además trato frecuente como consejero áulico con el presidente del Gobierno, con quien come una o dos veces al mes en La Moncloa. También ha puesto sus ojos en él la vicepresidenta Yolanda Díaz, con la intención de incorporarlo a su equipo, como una de las figuras de la sociedad civil que quiere llevar a su iniciativa Sumar. Suscita pues un consenso del que pocos pueden alardear.
Inquietud en Más Madrid
La mera mención de su nombre para incorporarse a las filas socialistas ha despertado inquietud en Más Madrid, donde algunas voces admiten fuera de luz y taquígrafos que su presencia en una lista rival podría restarle apoyos al expartido de Manuela Carmena, que fue el más votado en las municipales de 2019. Hasta ahora el PSOE no era rival para el grupo que lidera Rita Maestre, puesto que apenas cuenta con ocho concejales y es la cuarta fuerza política en el Ayuntamiento. Con este movimiento, los socialistas buscarían su propio efecto Carmena.
¿Será García Montero entonces el candidato socialista al Ayuntamiento?
Contactado por este periódico, Luis García Montero asegura que le ha llegado el runrún de su nombre, pero que no será candidato: “Lo niego todo, como la canción de Joaquín”, en referencia a la composición de Sabina con ese título.
Todavía quedan meses para que el PSOE tome una decisión sobre su cabeza de lista, pues hasta diciembre no se celebrarán las primarias. Con tanto tiempo, todas las posibilidades están abiertas. Mientras tanto, hay que volver a escuchar a Sabina y el estribillo de su canción:
Lo niego todo
Aquellos polvos y estos lodos
Lo niego todo
Incluso la verdad
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