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Aragonès advierte de que la amnistía no basta para resolver el conflicto catalán

El ‘president’ pide en su mensaje institucional con motivo de la Diada unidad a Junts para forzar “otra fase de negociación”

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante el mensaje institucional de la Diada de 2023.Foto: GENERALITAT | Vídeo: EPV
Camilo S. Baquero

La negociación de la amnistía como moneda de cambio para la posible investidura de Pedro Sánchez ha protagonizado este domingo gran parte del mensaje oficial del president de la Generalitat, Pere Aragonès, con motivo del día nacional de Cataluña. El dirigente de los republicanos, sin embargo, ha ido más allá y ha pedido a Junts sumar fuerzas en la aritmética actual del Congreso y forzar así al PSOE y a Sumar a iniciar “de forma inmediata” una “nueva fase de la negociación” donde se reconozca el derecho a la autodeterminación.

“La amnistía por sí sola no resuelve el conflicto de soberanía”, ha dicho Aragonès en un mensaje pregrabado para la Diada desde la sede del Instituto de Estudios Catalanes, en el centro de Barcelona. “Cataluña quiere votar libremente sobre la independencia y hasta que el Estado no dé respuesta a esa reivindicación democrática, el conflicto existirá”, ha advertido el jefe del Govern.

La tradicional intervención llega en un Onze de Setembre marcado no por la otrora altísima efervescencia ciudadana hacia la apuesta independentista, pero sí por la beligerancia de la principal entidad organizadora, la Assemblea Nacional Catalana, contra la vía pactista en el Congreso a la que ahora también se ha sumado Junts per Catalunya. El año pasado Esquerra se llevó los silbidos por defender la vía negociada y es ahora Junts la que se atrae todos los focos al tener la llave de la gobernabilidad.

Aragonès ha usado la alocución para pedir por enésima vez a sus exsocios de Junts que sumen esfuerzos con ERC. El objetivo es rentabilizar al máximo los 14 votos independentistas —los dos partidos cuentan cada uno con 7 escaños en el Congreso— en las negociaciones que se abrirán de manera oficial, una vez Alberto Núñez Feijóo fracase, presumiblemente, en su intento de ser investido, el día 27. La “nueva fase de negociación centrada exclusivamente en el fondo del conflicto”, ha explicado, requiere “sumar complicidades”, “alinear estrategias” y “acordar internamente una propuesta inclusiva sobre cómo tiene que votar la ciudadanía de Cataluña”.

Hasta ahora, ese tipo de invitaciones mutuas a acordar las condiciones para negociar el eventual apoyo a la investidura no han fructificado, y cada formación parece seguir su propia senda. De ahí que el jefe del Govern haya usado también su discurso para sacar pecho de los logros de Esquerra en la pasada legislatura, como los indultos o la reforma del Código Penal, que Junts relativiza. “Hace cuatro años, en una situación similar a la actual, pudimos conseguir sacar a los presos y a las presas políticas. Y hoy, con la fuerza que tenemos como país, podemos hacer posible la amnistía”.

El republicano también ha recordado las condiciones bajo las que su partido ya se abrió a pactar con Sánchez. Además de la amnistía y la autodeterminación, los liderados por Oriol Junqueras exigen medidas como el traspaso de Rodalies (las Cercanías catalanas) y el fin del déficit fiscal.

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La celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña es la mayor de las líneas rojas del Ejecutivo ahora en funciones que dirige Pedro Sánchez. Por activa y por pasiva, prácticamente todos los ministros han descartado esa posibilidad, argumentando que es inconstitucional. El asunto formaba parte de la agenda que ERC quería desarrollar en la mesa de diálogo que pactó con el PSOE al inicio de la legislatura pasada, pero jamás se abordó de forma expresa, admiten ambas partes. De momento, en las filas de Junts y de ERC han evitado situar esa reivindicación como un todo o nada ante un posible apoyo a Sánchez, pero emiten señales de diferente frecuencia sobre que la consulta deberá abordarse de manera inevitable.

Esquerra insiste en que la mesa de diálogo debe continuar en el próximo mandato, y Aragonès ha rescatado su propuesta de acuerdo de claridad, que esbozó en su discurso de hace un año. Ese acuerdo es la hoja de ruta sobre cómo debería ser el referéndum acordado, pero sin imponer fechas y calendarios. Imitando lo sucedido en Quebec, en Escocia y en Montenegro, los republicanos quieren llevar esas condiciones prepactadas internamente a esa negociación que el Gobierno se niega a abrir.

En una entrevista a El Periódico de Catalunya, el president anunció que el grupo de expertos a los que se les encargó un informe sobre el acuerdo de claridad lo tienen ya a punto y las conclusiones se conocerán este mes. Aragonès promete que las hará públicas y se posicionará. Posteriormente, según el plan inicial del Ejecutivo, comenzaría el proceso participativo con las entidades y ciudadanos para la propuesta. Junts siempre ha denostado ese plan y nada hace pensar que ahora se avenga a él.

“Me gustaría diferenciar lo que es la negociación de una investidura, que es entre partidos, del hecho de que, si esta acaba ofreciendo la posibilidad de abordar la resolución del conflicto, entonces aquí ya tenemos que estar todos”, dijo al rotativo catalán. Y lanzó una advertencia a Junts: “Quien negocia en nombre de Cataluña lo que afecta a su estatus político es el Govern”.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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