_
_
_
_
_

La falta de agua en Sau ahoga a las empresas de turismo deportivo: “Es el peor año de los últimos 20″

El bajo nivel del pantano, las restricciones de baño y la menor afluencia a los espacios naturales de la zona ponen al límite a las compañías náuticas: “Es el peor año de los últimos 20″

Embarcadero del Club Nàutic Vic Sau, sin usuarios y con la iglesia al fondo.
Embarcadero del Club Nàutic Vic Sau, sin usuarios y con la iglesia al fondo.Gianluca Battista
Bernat Coll

La quietud es total. Son las 10.30 y el agua del pantano de Sau apenas se mueve. Los niveles siguen bajos y el icónico campanario de Sant Romà permanece totalmente descubierto. Solo unas voces lejanas rompen la calma. Dos hombres navegan en una pequeña embarcación con una vela. Cruzan el embalse, salen del agua y se marchan en una furgoneta. Silencio de nuevo. Ni rastro de turistas. Menos aún de clientes de las empresas de kayak que esperan la lluvia con resignación para revertir una muy mala temporada. “Este año es el peor que recuerdo. No tenemos gente”, coinciden Sebastià Parés y Marc Álvarez, gerentes de Kayak Sau y Aquaterra Club, las dos únicas empresas que mantienen su oferta este verano en Sau. “Y no sabemos si llegaremos hasta finales de mes si esto sigue así”, aseguran. La sequía en Cataluña asfixia cada día más a las empresas de turismo náutico en la comunidad.

La escasez de agua llevó a la Agencia Catalana del Agua (ACA) a restringir su uso recreativo para optimizar el uso doméstico. Y ante los bajos niveles del pantano de Sau (actualmente apenas supera el 21 % de su capacidad), las autoridades han prohibido navegar a barcos con motores de explosión o de combustión. Tampoco está permitido bañarse porque la concentración de nitratos es demasiado alta. “Todo ello hace que la gente no tenga el mismo interés en venir o dude cuando les comunicamos que no podrán bañarse, que es uno de los alicientes”, lamenta Álvarez. El paraje sigue siendo igualmente agradable para ir en kayak o a vela, las dos únicas modalidades permitidas junto al motor eléctrico, pero los directores admiten que la experiencia no es la óptima. “Hay más barro, a veces se percibe mal olor y el espacio navegable es menor”. La Generalitat inició en marzo un vaciado parcial para aprovechar el agua que quedaba para que no se contaminara con el fango y los peces muertos y alcanzó un 6,5 % de su totalidad. Las lluvias de mayo lo recuperaron hasta el 31 %.

Una rampa para bajar embarcaciones en el pantano de Sau, este pasado martes 8 de agosto.
Una rampa para bajar embarcaciones en el pantano de Sau, este pasado martes 8 de agosto.Gianluca Battista

Sin la afluencia de otros años, Parés y Álvarez, con los embarcaderos frente a frente del embalse, se aliaron. “Todo empezó porque un día uno de los dos tenía más gente de la que podía asumir y nos prestamos las embarcaciones. Así empezó todo”, relata Parés. Se turnan los días de apertura y se pasan algunos clientes cuando coinciden más grupos de los que pueden atender. “Compartimos la facturación. Sale más a cuenta hacerlo así que tener que contratar a alguien”, resume Álvarez.

No solo ha bajado la actividad acuática. La movilidad en los accesos del Espacio Natural de Les Guilleres es limitada. De 10 a 12 de la mañana apenas han entrado 10 coches, según contabiliza la joven que habilita la entrada: “Entre semana hay poca gente, y en comparación con el año pasado, cuando estaba todo lleno, tenemos menos visitantes”, comparte. ¿Y a qué se debe? “El año pasado la gente salió mucho más a la naturaleza tras el fin de las restricciones por covid y además coincidió con que la sequía descubrió del todo la iglesia”. Se creó un turismo de sequía, dice, que este curso ha desaparecido porque ya no es novedad.

Las previsiones no son nada halagüeñas. A las puertas del inicio de una temible ola de calor en la gran parte del país, los niveles de agua siguen bajando en Sau y no se espera lluvia en Cataluña. “Los mapas predicen un agosto menos húmedo de lo habitual en esta comunidad”, explica Samuel Biener, meteorólogo de Meteored, “cuando es el segundo mes más seco del año”. Biener remarca la necesidad de “encadenar” diversos escenarios de lluvia para “revertir” la actual situación de sequía, y abre la puerta a las buenas noticias a partir de otoño. “Puede ser algo más húmedo según algunos modelos”, dice. “Aunque en la vertiente mediterránea es todo un caos”, añade para ilustrar la complejidad meteorológica de la zona.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los más afectados aceptan la situación con resignación. “Está siendo un mal año, pero aquí hemos vivido de todo”, relativiza Álvarez, que se instaló en Sau en 2003. “Superamos la gran sequía de 2008, épocas en las que estábamos al 100 %, la covid y el año pasado en el que esto parecía Sitges de tanta gente que había”, compara el empresario. Consciente de la variabilidad de las precipitaciones, Álvarez y Parés diversificaron sus negocios para no depender exclusivamente de la navegación. “Los kayak suponen la mitad de la facturación anual, aproximadamente, pero tras 2008 aposté por ofrecer otras actividades porque vi que podría volver a pasar”, explica Álvarez. Ahora, las rutas en bici o las excursiones suplen el peor año de los últimos 20.

En la imagen, una pequeña embarcación en el pantano.
En la imagen, una pequeña embarcación en el pantano.Gianluca Battista

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_