_
_
_
_
_

La Generalitat advierte a las comunidades de vecinos de que deben permitir el toples en sus piscinas

La lucha para eliminar esta prohibición comenzó en 2017 en la Ametlla del Vallès

Toples piscinas
El topless es una práctica normalizada en las piscinas Picornell de Barcelona. MASSIMILIANO MINOCRI
Alfonso L. Congostrina

La consejera del departamento de Feminismos e Igualdad de la Generalitat de Cataluña, Tània Verge, ha lanzado este martes un mensaje a las comunidades de vecinos que prohíben hacer toples a las mujeres en las piscinas comunitarias: “Solo hay dos condiciones indispensables para acceder a una piscina: tener ganas de refrescarse y utilizar un vestido de baño que sea adecuado”. El departamento de Feminismos e Igualdad ya está informando a los administradores de fincas de que deben eliminar de los reglamentos de las comunidades la prohibición de bañarse con el torso desnudo ya que vulnera la normativa catalana. La Generalitat envió a finales de junio una circular a todos los ayuntamientos — que se acababan de constituir— recordándoles que se puede hacer, con total libertad, toples en todas las piscinas públicas. En la carta aseguraba que “prohibir a las mujeres ir con el torso desnudo o dar el pecho, así como prohibir el uso de vestidos de baño más largos (en clara referencia al llamado burkini), son acciones que excluyen una parte de la población de acceso a determinados servicios y vulneran la libre elección de cada persona sobre su propio cuerpo”.

La Generalitat asegura que prohibir a una mujer hacer toples —mientras que los hombres si pueden permanecer en la misma instalación con el torso desnudo— vulnera la ley catalana 19/2020 de igualdad de trato y no discriminación. Advierten de que el reglamento sancionador prevé sanciones —si se infringe esa norma— que oscilan entre los 300 y 500.000 euros. Además, una portavoz de la consejería informa de que la norma debe cumplirse en todas las piscinas independientemente de que sean de titularidad pública o privada ya que “no puede prevalecer el derecho de admisión” de los clubs o entidades deportivas privadas a una norma autonómica. “Ahora hemos comenzado a trabajar con los Colegios de Administradores de Fincas para que eliminen de los reglamentos de las comunidades de vecinos la prohibición del toples”, asegura la misma fuente.

Llegar hasta el punto de legislar para que cada mujer decida si quiere o no quiere hacer toples comenzó en 2017 en la piscina municipal de la Ametlla del Vallès (Barcelona). Aquel verano Mariona Trabal y Anna Campmany estaban tomando el sol cuando el socorrista les dijo que tenían que taparse. “No quisimos y llamaron a la policía municipal. Vino una patrulla compuesta por un hombre y una mujer. El agente nos dijo que si no nos tapábamos, nos iba a sancionar por desobediencia a la autoridad y por vulnerar la normativa de la piscina. La policía nos informó que podíamos presentar una queja en el Ayuntamiento”, recuerda Trabal. Las dos mujeres se cubrieron y fueron al Consistorio. “La queja acabó en un pleno y en una consulta popular que ganaron las mujeres del municipio y que eliminaba la prohibición del toples”, asegura Campmany. Ellas dos montaron la Plataforma Mugrons Lliures (pezones libres) y mantuvieron reuniones con el Sindic de Greuges y con la Oficina de Igualtat de Trato i la No-discriminación de la Generalitat. “En 2019 la alcaldesa Ada Colau recordó que en las piscinas de la capital catalana se permitía hacer toples. Eso nos dio mucho empuje”, admite Trabal. “Esta medida se debe aplicar a todas las piscinas que requieren de una licencia de uso por lo que es independiente si es pública o no”, amenaza Campmany que sostiene que el siguiente paso a incidir es en las piscinas de comunidades de vecinos. Recuerdan casos donde no se podía hacer toples como en las piscinas municipales de Solsona o en Cardona y como han tenido que ir denunciando uno a una estas restricciones. Admiten que pese a que se puede hacer toples muy pocas mujeres lo practican. “En las piscinas te puedes encontrar al vecino y, por eso, hay todavía mucho reparo que poco a poco se está eliminando”, sostiene Campmany. “Todavía hay mucho por hacer. El pasado sábado obligaron a una chica a taparse en la piscina de un club de tenis de Blanes”, denuncian las activistas.

EL PAIS ha contactado con la mujer a la que llamaron la atención por bañarse con el torso desnudo en Blanes (Girona). Maria Cinta Méndez estaba el pasado sábado celebrando el cumpleaños de su hija, de 12 años, en la piscina del Club Tenis y Padel Blanes. “Estaba en el agua cuando vino el socorrista y me dijo que no podía bañarme sin llevar la parte de arriba del bañador”, denuncia. Méndez salió del agua y pidió explicaciones en recepción. “Me repitieron que es un club privado y tienen sus propias normas. Me hicieron sentir fatal y he presentado una queja”, informa. EL PAÍS contactado con el director del club, Jordi Sala, que se ha limitado a destacar: “El sábado nos vino muy nuevo. Simplemente entendimos que no se podía hacer toples”.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_