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ELECCIONES MUNICIPALES
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El fantasma de la sociovergencia

El PSC anhela volver a los tiempos de Clos y Hereu y a Trias le beneficiaría la alianza para tener baza

El alcaldable de Barcelona por el PSC, Jaume Collboni, y Xavier Trias, de Trias per Barcelona.
El alcaldable de Barcelona por el PSC, Jaume Collboni, y Xavier Trias, de Trias per Barcelona.Albert Garcia Gallego
Enric Company

Un fantasma sobrevuela la plaza de Sant Jaume de Barcelona y no es el del comunismo, por mucho que así lo invoque la candidata Eva Parera. A ese fantasma se ha venido en llamarle sociovergencia y es el de una eventual alianza del PSC de Salvador Illa y Jaume Collboni con los herederos de CiU, ahora encabezados por Xavier Trias. La alcaldesa Ada Colau dedica buena parte de su campaña a advertir contra este pacto, que denuncia como un intento de revertir las políticas progresistas aplicadas bajo su dirección.

Los ocho años de Colau como alcaldesa han sido un periodo suficiente para cambiar las prioridades de la capital de Cataluña y lo que ahora está en juego es continuar en esa línea o emprender la restauración de las antiguas políticas y satisfacer a ciertos lobbies económicos. El PSC lo dice claro, se trata de volver a los tiempos de los alcaldes Clos y Hereu.

Pese a esas intenciones, hay incertidumbre sobre lo que los socialistas vayan a hacer en Barcelona a partir del día 28. El PSC persigue en estas elecciones algo muy difícil, en parte contradictorio, pero no por eso imposible por extraño que parezca: quiere mejorar su mediocre resultado de 2019 atrapando ahora el máximo número posible de los votos de la derecha catalanista moderada, políticamente huérfanos desde el hundimiento del pujolismo convertido en independentismo; y, al mismo tiempo, aspira a recuperar una parte del voto españolista que se le fue a Ciudadanos en los años álgidos de la crisis constitucional. Ciudadanos se hunde, Convergència no resucita y tanto Illa como Collboni no paran de lanzar guiños en ambas direcciones. Los sondeos apuntan un repunte del voto al PSC, lo que constituye un indicio de que la táctica es acertada. Si además logran neutralizar a Ada Colau y a los comunes, habrán salido del hoyo en el que cayeron en 2015.

Los guiños de Illa y Collboni a la derecha se producen, además, al mismo tiempo que los ataques, tirando a rabiosos, con que el líder de ERC, Oriol Junqueras, obsequia estos días al PSC. Y se refuerzan con el rotundo rechazo de su candidato a la alcaldía barcelonesa, Ernest Maragall, a pactar con los socialistas en el gobierno municipal.

Esta posición de ERC facilita el entendimiento del PSC con la derecha catalana. Los sondeos anuncian que en Barcelona habrá una sólida mayoría de izquierdas. Nada menos que 26 concejales sobre 41, según la encuesta de 40dB para EL PAÍS. Pero si ERC y PSC se declaran mutuamente incompatibles, como ocurrió ya en 2019, entonces el giro del PSC a la derecha abre la vía a que Junts pueda intervenir en la elección de alcalde. Con una mayoría de izquierdas, al PSC le sería imposible hacer alcalde a Trias si este queda en primer lugar, pero si el más votado es Collboni, a Trias le puede venir bien apoyarle simplemente para tener baza. ¿Con qué programa? La fórmula para esta operación es conocida. Es la que utilizó Illa el otoño pasado en la negociación del presupuesto de la Generalitat: asumir el programa de los poderes económicos catalanes.

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