El 27% de los adolescentes de Cataluña se ha autolesionado alguna vez: “Empecé porque no veía otra salida”

“Empecé a autolesionarme con 11 años, y más adelante con 16 pensaba en quitarme la vida”, asegura María (nombre falso para proteger su identidad). Comenzó porque decía que no veía otra opción después de años de maltrato familiar; ahora, con 21, acaba de salir del hospital tras intentar quitarse la vida. En Cataluña los datos son alarmantes: el 26,8% de los niños de 11 a 18 se ha autolesionado alguna vez, y el 43,3% ha tenido pensamientos suicidas, según una encuesta a 270.000 alumnos en 1.900 centros que ha elaborado conjuntamente los departamentos de Salud y Educación. Para paliar este dato, han desarrollado una guía docente interdisciplinar para abordar las conductas suicidas y las autolesiones en las escuelas.

“Ha habido un incremento de las tentativas de suicidios en adolescentes, al igual que un aumento de malestar emocional en adolescentes”, ha asegurado Manel Balcells, consejero de Salud. En la presentación de la guía Balcells ha recalcado la importancia de la “prevención en los centros educativos”, ya que son “espacios de democratización”. Josep Gonzàlez-Cambray, consejero de Educació, ha explicado que la guía es fruto de “una preocupación compartida por una generación marcada por la pandemia”. “La pandemia ha sido una situación de estrés que ha desencadenado trastornos mentales en adulto, pero de manera especial en los niños, que son más vulnerables”, ha asegurado Montserrat Pàmias, directora del Servei de Psiquiatria Infantil del Parc Taullí.

La doctora adjunta de psicología clínica de Vall d’Hebrón Natalia Calvo, experta en autolesiones de adolescentes y miembro de la Societat Catalana de Psiquiatroa Infanto-Juvenil, aclara que “las conductas autolesivas no suicidas tienen la intención deliberada de hacerse daño, pero no quitarse la vida”. Hace hincapié en no relacionar todas las autolesiones con el suicidio. “Es una conducta disfuncional que tiene como objetivo escapar del malestar emocional”, agrega. La autolesión puede, según la doctora, evolucionar en diferentes direcciones: puede ser un acto puntual, formar parte de un problema subyacente -como la irregulación emocional- o constituir un trastorno psicopatológico más grave.

La nueva guía recoge de manera detallada y esquemática el proceso de actuación de los docentes en tres escenarios: la verbalización una conducta suicida, una tentativa de suicidio y la situación del centro después de una muerte. Además, también relata la actuación de los profesionales delante de un caso de autolesión, sea o no suicida. “En la guía hacemos énfasis en cómo escuchar al menor para que explique qué hay detrás de esa autolesión”, asegura Pàmies. Los docentes serán formados a partir de enero de 2023.

Tentativas de suicidio, una cifra en aumento

Uno de los ámbito que ha despertado mayor preocupación entre los expertos ha sido la tentativa de suicidio: un 195% más de niñas han intentado quitarse la vida respecto al año anterior de la pandemia. En cuanto a niños, la cifra desciende a un 10%. Pàmias ha argumentado que las tentativas de suicidio y las autolesiones “no siempre están relacionadas”. “Cuando empecé a autolesionarme no pensaba en quitarme la vida. Era una manera de sentirme aliviada”, explica María Pérez. Ella, incluso, llegó a autolesionarse en un viaje con su instituto.

“Las alternativas a la autolesión que proponemos a los profesores son acciones muy sencillas, manuales y físicas, para que canalicen su malestar de otra manera”, aborda Pàmias. La guía elaborada por las consellerías recomienda a los docentes no dejar nunca al menor solo en caso de haber comunicado una conducta suicida, además de avisar a la familia y llamar al 061 si se trata de una tentativa inminente. En caso de no serlo, el docente debe contactar con el Centro de Salud Mental Infanto Juvenil de la zona, el pediatra del menor, así como con sus familiares.

El suicidio en menores: estable desde 2011

A pesar del aumento en las tentativas de suicidio y los porcentajes de autolesiones, el suicidio en los menores se ha mantenido estable desde 2011, cuando se recogen los primeros datos, hasta 2021. En total, desde 2017 han sido 53 los menores que se han quitado la vida en Cataluña. La incidencia es de entre 1,9 y 2 por 100.000 menores de 18 años, más baja que la española o europea, según Pàmias. Por otro lado, a nivel mundial las conductas autolesivas alcanzan entre el 17 y 18% de los adolescentes, según la doctora Calvo.

Desde la Fundación Anar se alerta de que tan solo el 44% de los menores entre 13 y 17 años con conductas suicidas ha recibido tratamiento psicológico en los últimos tres años en España, ya sea dentro del sistema de salud pública o de salud privada. Las líneas telefónicas de Anar cuentan con más de 200 psicólogos especializados en suicidio y disponibles las 24 horas del día.

Los centros educativos, pero, “son un lugar ideal para la prevención”, ha explicado Balcells. “Las escuelas son los principales lugares de escucha”, ha comentado el consejero de Educació. Para María fue fundamental la asistencia en su instituto: “Es muy importante sentirnos escuchados y saber lo que te pasa cuando eres niño”. Ella escondía sus lesiones en su adolescencia, hasta que una psicopedagoga de su centro la ayudó a buscar apoyo psicológico. “Gracias a ella estoy aquí”.

El Ministerio de Sanidad puso en marcha en mayo la línea 024, un servicio gratuito 24 horas disponible para todas aquellas personas con pensamientos suicidas, así como para sus familiares. En cinco meses desde su creación ha recibido alrededor de 50.000 llamadas (más de 300 al día). En Cataluña también está disponible el teléfono de emergencia 061 Salut Respon, además del Teléfono de la Esperanza (717 003 717) . En caso de emergencia vital, desde el Ministerio de Sanidad proponen llamar directamente al 112.

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