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La gratuidad de Rodalies deja indiferente a los conductores

El uso del coche en Barcelona se aproxima a los niveles prepandemia en el primer mes de la medida

C-58, via de acceso a Barcelona a su paso por Montcada i Reixac muy cargada de tráfico a primera hora de la manana.
C-58, via de acceso a Barcelona a su paso por Montcada i Reixac muy cargada de tráfico a primera hora de la manana.Albert Garcia
Dani Cordero

Renfe y el Gobierno consideran un éxito la campaña de gratuidad para los servicios de Rodalies y Media Distancia iniciada en setiembre y que se prolongará a todo el año 2023 para luchar contra el encarecimiento del coste de vida. El número de abonos adquiridos (medio millón), a precio cero con la condición de que se realicen un mínimo de 16 viajes hasta el final de año, se ha disparado y se ha acelerado la recuperación del uso del ferrocarril, que desde el inicio de la pandemia se ha alejado de los niveles de 2019. Un mes después de ese supuesto efecto llamada del transporte público, sin embargo, no se ha producido un trasvase de usuarios del transporte privado al tren. Las carreteras de acceso a Barcelona han aumentado incluso los niveles de tráfico respecto al inicio de la medida.

Según cálculos realizados por el Servei Català de Trànsit (SCT), a las puertas de Barcelona hasta el 31 de agosto se registraba un 6,2% menos de tráfico que en 2019 (o el 93,8% de entonces) y ahora esa diferencia se ha reducido al 1,42% (98,58%). En otra anilla situada a 10 kilómetros de Barcelona, ha pasado algo similar. A finales de agosto se había recuperado el 95% de la circulación y ahora ese porcentaje ya se sitúa en casi el 99%.

“No se detecta un impacto en el tráfico debido a la gratuidad del abono de Rodalies”, señala el organismo dependiente del Departamento de Interior, preguntado por EL PAÍS, que también aconseja ser cauto con esas conclusiones porque los datos son “escasos y estadísticamente poco significativos”, por lo que demandan más tiempo para poder extraer conclusiones firmes, sujetas también a las variaciones que se han producido tanto en las carreteras (levantamiento de peajes hace un año) como en el servicio ferroviario (averías y obras que han modificado servicios).

Su análisis muestra que en todas las áreas que rodean el área metropolitana de Barcelona se ha dado un incremento del tráfico a partir del 1 de setiembre, lo que permitiría extraer una conclusión, en opinión de Òscar Llatje, coordinador de Movilidad y Seguridad Viaria del SCT: “Hay que tener en cuenta que los cambios de decisión [en qué modo de transporte se utiliza] tampoco son inmediatos, pero parece que el precio de Renfe ya era suficientemente bueno y quien utilizaba ya el coche no lo hacía por el coste diferencial con el ferrocarril”.

Hay otros elementos que afectan sobre la toma de decisiones de quienes han de acceder o moverse dentro de la región metropolitana de Barcelona. Uno es la fiabilidad del servicio y ese ha sido un punto negro para el servicio de Renfe en el mes de setiembre, con múltiples averías. Pero también hay un punto que podría jugar a favor del tráfico rodado: el 1 de setiembre de 2022, hace poco más de un año, accesos a Barcelona como la AP-7, la C-32 norte y la C-33 dejaron de ser de pago, a lo que se añade la subvención de 20 céntimos por litro de gasolina que ofrece el Gobierno a los conductores.

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Llatje no acaba de encontrar una causa-efecto para esos dos motivos, al menos de forma puntual. Por ejemplo, Tránsit no registró un aumento del uso del coche el pasado 9 de setiembre, cuando toda la red ferroviaria controlada por Adif se despertó paralizada, durante tres horas, por una avería en el centro de control. Y tampoco considera que el fin de los peajes haya supuesto un aumento de tráfico rodado, pero sí un trasvase hacia carreteras que antes de 2021 eran de pago.

Desde Renfe señalan que la gratuidad ha permitido recuperar parte del terreno perdido por el uso del tren previo a la pandemia. Actualmente se situaría en torno al 85% y el 90%, cuando en junio pasado se situaba en el 80%. “Las medidas adoptadas han incentivado el uso del transporte público, incluso a pesar de las obras que están afectando a la red de Rodalies, como las que afectan al corredor de Castellbisbal o al sistema de Sagrera y Sant Andreu Comtal, que han obligado a reconfigurar servicios. Según datos de la operadora, este setiembre se han validado en torno a nueve millones de viajes, frente a los 7,67 millones de hace un año.

Ferrocarrils de la Generalitat, la operadora autonómica, también destaca que los descuentos aplicados en sus títulos de transporte, de un 30%, “están teniendo un efecto positivo y han permitido retomar el ritmo de crecimiento de la línea” que acumula una demanda del 91% respecto a las cifras precovid. La operadora prevé recuperar a final de año el pasaje perdido por la crisis del coronavirus.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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