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Renfe defiende el pago por el uso de las autovías para que el viajero cambie el coche por el tren

El presidente de la empresa pública estima que a partir de 2 céntimos por kilómetro habría un efecto medioambiental positivo

El presidente de Renfe, Isaías Táboas,
El presidente de Renfe, Isaías Táboas,David Fernández (EFE)
Ramón Muñoz

El presidente de Renfe, Isaías Táboas, defendió que el Gobierno implante el pago por uso de las autovías hasta ahora gratuitas para favorecer el trasvase de viajeros del automóvil privado al ferrocarril como medio de transporte más ecosostenible. El responsable de la empresa pública ha llegado a concretar ese pago en un mínimo de 2 céntimos de euros por kilómetro, a partir del cual ya se notarían los efectos medioambientales, y añadió que si se elevara a 10 céntimos por kilómetro se evitarían emisiones equivalentes a 2,3 millones de trayectos Madrid–Valencia de un vehículo utilitario medio.

“El trayecto entre Madrid y Valencia supondría un pago de 5 euros. ¿Es mucho dinero? No lo sé, pero es un debate que la sociedad debe tener”, señaló este jueves Táboas en un acto informativo organizado por Executive Forum, para destacar a continuación que es preciso concienciar a los ciudadanos de que el pago por el uso de la carretera genera beneficios medioambientales ya que provoca que opten por elegir el ferrocarril.

El Gobierno planteó a principios de esta legislatura el pago por el uso de las autovías e incluyó este proyecto en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas en 2021 con el fin de que el cobro se hiciera efectivo a partir de 2024. No obstante, la contestación social, el rechazo del sector del transporte y la oposición de la mayor parte de los grupos políticos, incluidos los que apoyan al Ejecutivo, hizo que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, decidiera paralizar el proyecto al menos hasta la próxima legislatura, tal y como adelantó EL PAÍS.

El Ministerio no llegó nunca a concretar la cuantía del pago (se limitó a hablar de “precios simbólicos”), aunque la patronal de las concesionarias Seopán, encendida defensora del pago, hablaba de un mínimo de entre 1 y 1,5 céntimos de euros por kilómetro para los turismos y alrededor de cinco céntimos para los camiones. De esta forma, viajar de Madrid a Barcelona costaría entre 6,2 y 9,3 euros; de Madrid a Valencia, un máximo de 5,4 euros y de Córdoba a Sevilla, 2,15 euros.

Rebaja de cánones y electricidad

El presidente de Renfe también reclamó la rebaja de los cánones ferroviarios, los que pagan las empresas transportistas por el uso de las vías, y que suponen el 53% de los costes de Avlo y el 44% de los del AVE. La fijación de estos cánones corresponde a Adif, una sociedad pública dependiente del Ministerio de Transportes al igual que Renfe.

“Ningún otro medio de transporte tiene un coste tan elevado”, lamentó Táboas, que pidió que se siguiera el ejemplo de Italia que en 2013 contaba con unos cánones similares a los de España, y tras rebajarlos en un 53% en 2015 logró un aumento de la demanda del 120%. En este sentido, aseguró que si Renfe contara con unos cánones similares a los italianos podría rebajar en 31 euros el billete del AVE Madrid-Barcelona, en 16,5 euros el Madrid-Sevilla, y en 13 euros el Madrid-Valencia, consiguiendo 1,5 millones de pasajeros adicionales.

El presidente de la empresa pública admitió que la liberalización del transporte ferroviario, con la entrada de competidores (Ouigo e Iryo) ha supuesto un aumento de viajeros, pero también una rebaja de precios e ingresos para Renfe, cuyo ingreso por viajero en el AVE de Madrid-Barcelona, donde ha comenzado la competencia, ha caído un 15,9% respecto a 2019.

Táboas enmarcó estas demandas en un contexto en que la liberalización del AVE “tira para abajo los precios y los ingresos”, como prueba. De hecho, reveló que en el corredor entre Madrid y Barcelona la compañía ha sufrido una caída del 18% de los ingresos por pasajero. “Ingresamos menos y somos incapaces de repercutir ese incremento”, reconoció el presidente de Renfe, quien advirtió de que eso se suma con el incremento de costes provocados por la subida del precio de la electricidad, algo que “no lo podemos llevar a precio porque el mercado no lo aceptaría”.

También se quejó del alto precio de la energía que motivó que Renfe haya pagado 162 millones de euros por la electricidad en el primer trimestre de 2022, más del doble que en el mismo periodo del año anterior, aunque aseguró que no van a trasladar este incremento al precio de los billetes “porque el mercado no lo aceptaría”. La fuerte subida del precio de la electricidad ha provocado que la energía represente en la actualidad el 20% de los costes generados por los AVE, cuando el año pasado esta partida representaba solo el 7% de los gastos.

En este contexto, el presidente de Renfe valoró la importancia del proyecto de la compañía para construir 66 plantas fotovoltaicas en terrenos aledaños a las estaciones para suministrar electricidad a los trenes. En su conjunto, estas plantas producirán 550 megavatios (MW) de potencia y requerirán una inversión de 329 millones de euros que, con los precios actuales, se podría recuperar en solo tres años.

Patronal ferroviaria

Por otra parte, para afrontar la liberalización ferroviaria, Renfe, Iryo (Air Nostrum y Trenitalia), Euskotren y Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) han presentado este jueves a la patronal del transporte de viajeros en ferrocarril. Ouigo, la marca de bajo coste de la empresa pública francesa SNCF que opera en España y con la que Renfe mantiene un agrio conflicto, ha decidido quedarse fuera.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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