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El relevo de Nissan se vuelve a posponer y despierta dudas sobre su viabilidad

La mesa de reindustrialización posterga al 31 de octubre su decisión a demanda de los promotores del proyecto del hub

Dani Cordero
Exterior de la planta de Nissan en Zona Franca (Barcelona), en marzo pasado.
Exterior de la planta de Nissan en Zona Franca (Barcelona), en marzo pasado.

La mesa de reindustrialización que ha decidir quién ocupa los terrenos de la fábrica de Nissan ha decidido este lunes postergar de nuevo su decisión, que se debía tomar el 13 de octubre, hasta el próximo día 31. El motivo es la petición realizada por los promotores del hub de descarbonización que encabeza la ingeniería QEV Technologies, que proyectaba desarrollar y fabricar vehículos eléctricos y de hidrógeno. No es la primera vez que se detiene la elección, pero sí la que genera más dudas entre los miembros de la mesa, según fuentes conocedoras de las negociaciones. No hay más alternativas industriales encima de la mesa después de que cayera la oferta del fabricante chino Great Wall Motors.

Es por esa razón por la que la decisión ha sido aprobada por unanimidad por la mesa institucional que lleva dos años buscando una alternativa a la deslocalización de Nissan de Cataluña. En esa plataforma participan administraciones, sindicatos y el Consorcio de la Zona Franca, además de la propia Nissan y KPMG, que coordina los trabajos. La elección no afecta directamente al denominado hub de descarbonización, pero sí al operador inmologístico que tenía que gestionar los terrenos y que, por tanto, debe ir de la mano de este. Goodman y Prologis habían presentado propuestas para encargarse de los terrenos.

Las dudas sobre el denominado hub de descarbonización existen desde el principio, pero este ha sido un proyecto que las administraciones han visto con buenos ojos porque permitiría desarrollar un nuevo negocio alrededor de la industria auxiliar de la automoción existente ya en Cataluña. El problema es que la ingeniería que lidera el proyecto no atesora experiencia en proyectos de gran volumen y menos en la fabricación industrial y tampoco cuenta con los recursos necesarios para llevar a cabo la inversión para adaptar las instalaciones. Sí tiene experiencia, en cambio, en los prototipos de vehículos eléctricos y en el desarrollo de pequeñas series, como es el caso de los superdeportivos de lujo de Hispano Suiza.

Las pretensiones del hub y la apuesta realizada por las administraciones para facilitar su implantación han obligado a adaptarse al otro participante en el proyecto para relevar a Nissan. El fabricante de motocicletas eléctricas Silence pretendía inicialmente instalarse en la planta de Nissan en Montcada i Reixac, pero esas instalaciones vallesanas también eran pretendidas por el hub, al que le fueron preadjudicadas. Es por ello que Silence, la única marca que ha dado por iniciado el proceso de reindustrialización con la contratación de trabajadores procedentes de Nissan, tuvo que asumir quedarse con una pastilla de suelo en la Zona Franca de Barcelona, pese a su preferencia por Montcada.

La mesa de reindustrialización tiene entre manos dos objetivos preferentes. Uno es conseguir que la nueva industria que ocupe el espacio dejado por Nissan sea del ámbito de la automoción, para ofrecer mayor opciones de supervivencia a la industria auxiliar del motor ubicada en Cataluña. El segundo es asegurar el puesto para los 1.500 trabajadores de Nissan que quedaron huérfanos de empleo tras el fin de actividad. Son una gran parte de los 2.500 trabajadores que empleaba directamente Nissan y que no pudieron acogerse a las prejubilaciones o a las bajas voluntarias ante la falta de expectativas de encontrar un empleo equivalente.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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