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Diez fallecidos en los diez kilómetros de la carretera del miedo de Málaga

La A-355 ha acumulado una decena de víctimas mortales en un pequeño tramo durante 2023 mientras las administraciones intentan reducir la alta siniestralidad con nuevas medidas

La carretera A-355 que une los municipios de Marbella y Coín en la que han fallecido personas en el 2023 en accidentes de tráfico entre los kilómetros 4 y 14
La carretera A-355 que une los municipios de Marbella y Coín en la que han fallecido personas en el 2023 en accidentes de tráfico entre los kilómetros 4 y 14Álvaro Cabrera

Antonio Bonilla vio a un potente BMW adelantar, a un enorme camión parar en seco y segundos después la colisión brutal entre ambos vehículos. Faltaban unos minutos para las seis de la mañana y, como cada día, viajaba en su coche desde Alhaurín El Grande (Málaga) hasta la gasolinera en la que trabaja, ubicada entre los municipios de Monda y Coín, a pies de la carretera A-355. Intentó ayudar, pero dentro del turismo “que parecía un sándwich” solo encontró los cuerpos sin vida de dos jóvenes de 26 años. El camión comenzó a arder y cayó por un puente, pero su conductor sobrevivió. Era junio de 2023. Dos meses antes otras dos mujeres habían fallecido en el mismo lugar. Y dos meses después también murió un matrimonio a apenas ocho kilómetros de allí. Dos accidentes más entre noviembre y diciembre han dejado la cifra de diez personas muertas en esta vía en el último año y en un tramo de apenas diez kilómetros, del 4 al 14. En toda la provincia ha habido 35 víctimas mortales en vías interurbanas, siete más que en 2022, según la Dirección General de Tráfico (DGT).

La carretera, de titularidad autonómica, une los municipios de Cártama y Marbella. Es parte de un proyecto que pretendía unir la provincia de Málaga de este a oeste trazando un arco por su interior, pero que nunca llegó a concluirse. El área que acumula una de las mayores tasas de siniestralidad en España tiene asfalto en buen estado, una plataforma ancha, ofrece amplia visibilidad, está formado principalmente por rectas o largas curvas con pocos grados y tiene un límite de 80 kilómetros por hora. A priori sus ingredientes ofrecen una conducción segura, pero circular por la zona permite observar de forma fácil la raíz del problema. En apenas cinco minutos dos motos adelantan a toda velocidad a un camión obligando a frenar al que venía de frente, un Porsche pasa cinco coches seguidos sin hacer caso a la doble línea continua y la furgoneta de una empresa de albañilería pone en jaque a otros tres vehículos, que deben ralentizar su marcha para dejarle pasar y evitar el choque con un turismo que circula por su carril.

En una de las salidas hacia Coín de esta carretera malagueña se ha intensificado la vigilancia para reducir la siniestralidad
En una de las salidas hacia Coín de esta carretera malagueña se ha intensificado la vigilancia para reducir la siniestralidadÁlvaro Cabrera

Un helicóptero de la DGT sobrevolaba este miércoles la carretera y en una de las salidas hacia Coín varias patrullas de la Guardia Civil realizaban un amplio control. Son parte del refuerzo acordado en las últimas semanas para aumentar la vigilancia en la vía, en la que nadie sabe con exactitud qué hacer para disminuir la siniestralidad porque, en última instancia, depende de cada conductor. “Hagas lo que hagas no va a servir de mucho. La mayoría conduce bien, pero siempre hay unos cuantos que van como locos o que no son pacientes para adelantar”, explica Antonio Bonilla mientras sirve gasolina, acostumbrado a ver cómo coches de gran cilindrada pasan a 200 kilómetros por hora “los alquilan en Marbella y luego a correr”, dice. “También hay camiones y la gente se desespera detrás, hace falta un poco de paciencia”, añade Ana María

López en la estación de servicio. “Hay varias zonas con tres carriles para adelantar, pero hay quien es incapaz de ir detrás de un tráiler, adelanta donde no debería y luego pasa lo que pasa”, añade un camionero.

Radar de tramo

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En los últimos cinco años la A-355 ha registrado 18 víctimas mortales, 34 heridos graves y 124 heridos leves en 99 accidentes, según la DGT. Estaba prevista para soportar unos 7.000 vehículos diarios y acumula ya casi 20.000 de media debido al crecimiento del área metropolitana de la capital. La situación empeora en verano, cuando el trayecto se convierte en una eficaz alternativa con destino a Marbella ante la autovía A-7, cada año más saturada. Los diez kilómetros que acumulan diez víctimas mortales en 2023 están en las cercanías de Monda (2.844 habitantes) y Coín (24.309 habitantes). El alcalde de este último, Francisco Santos (PP), ha reiterado ante los medios de comunicación la necesidad de instalar un radar de tramo en la zona para intentar reducir el número de accidentes. “Es urgente”, decía en la SER.

Las investigaciones realizadas por la Guardia Civil indican que la velocidad no está en la causa de la mayoría de accidentes en la zona. Según Tráfico, de hecho, se han debido al “incumplimiento de otros preceptos del reglamento de circulación”. Las mismas fuentes indican que un radar es el último recurso, puesto que “no siempre es la solución a los accidentes”. Desde el Gobierno aseguran que si lo pide y autoriza la Junta de Andalucía —titular de la vía— y los estudios pertinentes así lo indican, se podría instalar, pero también advierten que ni la administración autonómica ni la local lo han solicitado formalmente.

Una línea continua o una franja más amplia para separar carriles son algunas de las recomendaciones que la DGT propone a la Junta de Andalucía para dar solución al problema
Una línea continua o una franja más amplia para separar carriles son algunas de las recomendaciones que la DGT propone a la Junta de Andalucía para dar solución al problemaÁlvaro Cabrera

En una reunión mantenida el pasado septiembre, Tráfico entregó un informe a la Junta andaluza sobre el tramo entre el kilómetro 0 y el 23 —el área con más lesividad en los accidentes— y también realizó una serie de recomendaciones “en materia de señalización y seguridad vial” según las fuentes consultadas. Entre ellas destacan la colocación de guías sonoras en los bordes y la separación de carriles, la instalación de captafaros LED (luces de alerta a pie de asfalto), pintar una línea continua o incluso una franja más amplia para separar carriles, así como el adelgazamiento viario y el balizamiento y cebreado de los arcenes para inducir a una reducción de velocidad.

Todas son medidas baratas y que tienen alta eficacia, según la DGT. Algunas ya han sido ejecutadas: hay zonas en las que se ha pintado una doble línea continua, el eje de la carretera ya suena si circulas sobre él y hay cuatro kilómetros más con quitamiedos. “Los presupuestos de 2024 incluyen estudio de accidentalidad en el que la delegación territorial ya estaba trabajando y la aplicación de nuevas medidas correctoras”, insisten desde la administración autonómica, donde no descartan una posible ampliación de la calzada y la construcción de una mediana. También anuncian que se pintará una línea roja en el eje central y se colocarán radares pedagógicos, es decir, los que informan de la velocidad a la que se circula, pero no sancionan.

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