Tres detenidos por la muerte de cinco migrantes que fueron arrojados de una narcolancha

Agentes de la policía y de la Guardia Civil han detenido a tres personas —dos hombres y una mujer— acusadas de provocar hace casi cuatro meses la muerte de cinco migrantes al arrojarlos de una narcolancha en una zona de fuertes corrientes marinas frente a las costas de Cádiz. Los traficantes, que han sido arrestados entre las provincias de Cádiz y Granada, obligaron a los fallecidos —junto a otra veintena de migrantes— a saltar, amedrentándoles con un machete, en un viaje desde Kenitra (Marruecos) que acabó fatalmente en la zona de Sancti Petri (entre Chiclana y San Fernando). Los sospechosos, dos de ellos con antecedentes por tráfico de drogas, están ahora investigados por homicidio, pertenencia a organización criminal, delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, lesiones y contrabando. El Juzgado Número 3 de San Fernando ha ordenado su ingreso en prisión.

Los hechos se produjeron el pasado 29 de noviembre. La Guardia Civil, Policía Nacional y Salvamento Marítimo recibieron el aviso de que varias personas estaban siendo arrojadas desde una embarcación semirrígida, como las que se suelen usar para los alijos de hachís, frente a las costas de San Fernando. En la narcolancha viajaban más de 30 migrantes a los que los ahora detenidos obligaron a saltar en dos tandas, en la playa de Camposoto y en los caños de Sancti Petri, “en una zona con fuertes corrientes y donde no hacían pie, con el agravante de que muchos de ellos no sabían nadar”, tal y como han explicado este lunes la policía y el instituto armado en un comunicado conjunto. Los primeros migrantes que fueron forzados a saltar, una veintena, llegaron a la orilla por sus propios medios. En la segunda ocasión, los migrantes que quedaban en la lancha fueron empujados con amenazas y amedrentados con un machete; los sospechosos no dudaron en cortar con el arma los cabos con los que algunas personas se amarraron a la embarcación para evitar caerse.

El suceso sorprendió a un equipo de rodaje que estaba trabajando en la zona de Sancti Petri junto a una empresa de náutica local. La rápida intervención de estos marineros hizo posible el rescate de cinco de los arrojados al mar, a quienes tuvieron que realizar maniobras de reanimación y auxiliarles con mantas y agua. La zona del suceso era un caño intermareal con fuertes corrientes y donde no se hace pie. Eso provocó que cuatro personas fallecieran ahogadas. Días después, se recuperó el cadáver de una quinta persona a la que fue necesario realizar pruebas de ADN para identificarla. Los familiares en Marruecos aportaron muestras de su material genético, gracias a la mediación de una ONG.

Parte de toda esa maniobra temeraria —la del segundo salto en Sancti Petri— acabó grabada por testigos desde la orilla. En el vídeo se aprecia la violencia y la intimidación a la que fueron sometidos los migrantes en un suceso que sorprendió a los agentes de la zona de Cádiz, por la combinación del elevado número de migrantes, la agresividad empleada y por el uso de narcolanchas para el tráfico de personas. La operación, en la que ha colaborado Europol, ha confirmado ahora que las víctimas salieron desde Kenitra y que cada una pagó entre 3.000 y 12.000 euros por el viaje.

La detención de los tres sospechosos, que ya están en prisión provisional, se produjo el 7 de marzo, según confirman fuentes cercanas a una investigación que ha sido dirigida por el Juzgado Número 3 de San Fernando y por la Fiscalía de Cádiz. El operativo se desarrolló en las localidades de Algeciras y San Roque, en la provincia de Cádiz, y en Granada, puntos en los que acabaron detenidos dos hombres y una mujer, de las que por ahora no han trascendido las identidades. Uno de los hombres, al que se le atribuyen las labores de pilotaje, y la mujer tienen antecedentes por narcotráfico, según fuentes conocedoras de las pesquisas. Además, en los registros se han localizado cartones de tabaco de contrabando y plantas de marihuana. Los investigadores no descartan que se puedan producir nuevas detenciones.

Las mafias del tráfico de personas llevan años usando las costas de Cádiz como punto final de sus viajes. Antes viajaban en embarcaciones de madera. Sin embargo, hace más de un año que las autoridades españolas detectaron el empleo de lanchas neumáticas para este fin en las costas mediterráneas, en puntos como Almería. En la provincia de Cádiz, esos pases se solían limitar a embarcar a polizones en lanchas cargadas de hachís o viajes en motos de agua. Pero el cerco policial al narcotráfico en el Estrecho provocó que algunas de estas mafias empezaran a diversificar aún más su actividad delictiva en el pase de migrantes. El número de migrantes (más de 30) y la violencia empleada el pasado 29 de noviembre supuso un salto cualitativo desconocido en la zona, pero del que la agencia europea de fronteras, Frontex, ya había alertado el pasado agosto, después de que atestiguase que estos viajes acababan con amenazas con cuchillos a los ocupantes para acelerar el desembarco.