El PP se prepara para que Feijóo endurezca la oposición contra Sánchez tras el aval de las gallegas

No hay nada como una victoria electoral para olvidar los errores y los malos momentos pasados. Y más si el adversario se ha hundido en una derrota sin paliativos. A pesar de la campaña errática a juicio de muchos en el PP, las cosas no podían haberle salido mejor a Alberto Núñez Feijóo en las elecciones gallegas del 18 de febrero. Su triunfo fue incontestable, con 40 diputados para el PP, dos más que la mayoría absoluta. Tanto, como el fracaso de sus rivales: el PSOE, que se hundió de 14 a 9 asientos, y Vox, que ni siquiera logró representación. El éxito electoral en su feudo gallego permite al líder del PP reforzar su liderazgo interno ―Ayuso se apresuró este lunes a proclamar que “la alternativa y la esperanza se llama Alberto Núñez Feijóo”― y pasar página del patinazo sobre la cuestión catalana en la última semana de campaña. Se hará como si no hubiera existido. Las gallegas, interpretan en el PP, validan la estrategia frontal contra la amnistía a los líderes independentistas, así que el partido espera una nueva subida de pistón contra la medida de gracia y contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

El PP aguantó la respiración hasta el último momento de la noche electoral. “Hay un alivio tremendo en el partido. ¿Por qué tardaron tanto en salir a comparecer por la noche? Porque contenían el aliento”, cuenta un veterano dirigente popular. No era una pose, el PP temía perder la Xunta. En parte por el trauma de las generales, en parte porque el partido era consciente de que en la campaña cometieron errores y la izquierda se movilizó como nunca ante una expectativa de cambio. “La última semana de campaña, a nivel nacional, fue un desastre para el PP, y eso es objetivo. Pero no influyó”, analiza este dirigente de la formación.

Del alivio de la noche del domingo pronto se pasó a la euforia el lunes de la resaca. La fundación del expresidente José María Aznar, FAES, proclamó ayer en una nota editorial: “Galicia será la tumba del sanchismo”. Y Feijóo, aunque dijo que reservaba el análisis de las repercusiones nacionales a este martes, no pudo ocultar su entusiasmo en su primera valoración ayer desde Santiago. “Galicia ha enseñado a Sánchez lo que piensa de su Gobierno”, proclamó el líder del PP en un discurso ante la junta directiva del PP gallego. “Galicia le ha enseñado a España, sin dejarse intoxicar por el ruido, que somos capaces de derrotar al sanchismo y a todas sus terminales, que son muchas más de las que os podéis imaginar”. “Si concentramos el voto en el PP, frenamos al independentismo y arrinconamos al sanchismo”, dijo el presidente popular.

El líder del PP presentó la victoria de su partido como un triunfo titánico y a su formación, como víctima de multitud de ataques. “Hemos ganado una vez más contra todo y contra todos”, subrayó. “Hemos ganado a la irresponsabilidad del partido de Sánchez, a todas las mentiras, a todas las manipulaciones, a todas las insidias, a todo el barro volcado durante la campaña. Hemos ganado a quienes querían que esto fuese un plebiscito de liderazgos”, remarcó Feijóo. “Y Galicia votó por Galicia, y desde Galicia dio un ejemplo a toda España”.

Pareció referirse así, de forma velada, al patinazo sobre la cuestión catalana que el PP cometió en la última semana de campaña, cuando una alta fuente popular reveló a 16 periodistas que el partido había estudiado durante “24 horas” la amnistía y que estaba dispuesto a estudiar un indulto condicionado a Carles Puigdemont. El “despiste”, como lo denominan algunos barones populares, provocó “turbulencias” en la campaña gallega, reconocen en el PP, pero la victoria en las gallegas permite a Feijóo correr un tupido velo sobre ese traspié.

El PP da por hecho que el líder hará “como si eso no hubiera existido”, aventura un dirigente. Tampoco podía permitirse otra estrategia. “Feijóo tiene claro que no puede ser presidente si no es desde un planteamiento contra la amnistía, contra los indultos y en defensa de la España constitucional”, enfatiza un presidente autonómico del PP del sector moderado, que tiene claro que no cabe en el PP ninguna “veleidad” con los independentistas catalanes. “Nuestra posición en este asunto tiene que ser firme. Hoy por hoy, no hay opción a amnistías ni a indultos ni a nada. Es que nos mata la gente. El PP no lo soportaría, sería causa de disolución”.

Ni siquiera el sector moderado de la formación cree que Feijóo pueda abrirse a otra estrategia que no sea la del rechazo frontal a las medidas de gracia para el independentismo. El partido espera que el líder retome inmediatamente la línea dura contra la amnistía y que endurezca la oposición contra Pedro Sánchez para aprovechar que el líder del PSOE sale debilitado de las elecciones gallegas. “Feijóo va a seguir por ahí porque nos ha ido bien. Ese mensaje mantiene la cohesión de nuestro bloque, nos viene bien para las próximas elecciones en el País Vasco y para las europeas. El PSOE está muy débil, sería imperdonable darle oxígeno”, apuntan los veteranos del partido.

A la espera de que Feijóo avance este martes ante los barones su estrategia para la nueva etapa, las señales que emitió este lunes la dirección del PP van por ese camino de echar más leña a la hoguera de la amnistía. La vicesecretaria de Organización, Carmen Fúnez, exigió al PSOE “retirar” la ley de amnistía del Congreso tras “el mensaje claro de los gallegos”.