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Los diputados rebeldes de Vox en Baleares claudican y el partido paraliza su expulsión

La dirección nacional da por cerrada la crisis en el grupo parlamentario y mantiene al diputado Gabriel Le Senne como presidente del Parlamento regional

Gabriel Le Senne
El presidente del Parlamento de Baleares, Gabriel Le Senne (Vox), el pasado 31 de enero en Palma.Isaac Buj (Europa Press)

La crisis abierta desde la semana pasada en el seno del grupo parlamentario de Vox en Baleares ha llegado este jueves a su último episodio. La rebelión se ha zanjado con los cinco diputados que provocaron la crisis cediendo en sus intenciones de escalar hasta la presidencia del Parlamento regional y readmitiendo a los diputados Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras en el grupo. A cambio, la dirección nacional del partido ha revocado la suspensión cautelar de militancia que pesaba sobre ellos.

La crisis estalló el 29 de enero, cuando cinco de los siete diputados del grupo parlamentario autonómico expulsaron del mismo a Le Senne, presidente del Parlamento, y De las Heras, presidenta del partido en las islas, provocando un terremoto interno en el partido de Santiago Abascal. Horas después, la dirección nacional anunció la suspensión cautelar de militancia de estos cinco diputados sublevados, que fue ratificada este martes.

Una delegación de la secretaría general de la formación ultra se ha reunido este jueves con los cinco diputados que expulsaron a sus dos compañeros y que en las últimas horas habían perdido la batalla después de que un informe de los letrados del Parlamento autónomo anulara las expulsiones al considerar que presentaban “un defecto de forma no subsanable”. “Con voluntad de entendimiento y velando por la estabilidad de un gobierno que se ha comprometido con Vox a trabajar por la libertad lingüística en las islas, todas las partes afectadas han solucionado distintos malos entendidos e informaciones distorsionadas y han acordado seguir trabajando unidos” reza el comunicado remitido a los medios. El texto recoge que la dirección nacional “da por cerrada” la crisis en el partido y continúa centrada en la labor de “representación y cumplimiento de los compromisos”.

Callejón sin salida

Los cinco diputados sublevados se encontraban en un callejón sin salida desde que este miércoles los letrados del Parlamento regional dictaminaran que la expulsión de Le Senne y De las Heras no se tramitó por los cauces adecuados y presentaba “defectos de forma no subsanables” porque la reunión del grupo en la que se acordó la expulsión no tenía un punto en el orden del día referido a este asunto. El informe de los letrados fue solicitado por Le Senne un día después de los intentos de sus compañeros de echarle del grupo parlamentario. Las desavenencias entre los siete miembros de la ultraderecha en la cámara balear no son nuevas y prácticamente desde el arranque de la legislatura su relación ha tenido turbulencias.

La brecha se agrandó el pasado mes de octubre, cuando el diputado menorquín Xisco Cardona abandonó el partido tras la decisión de sus compañeros de bloquear los Presupuestos de sus socios del PP en contra del mandato de la dirección nacional. La rebelión de los cinco diputados se aceleró la semana pasada después de un comunicado de la presidenta del partido pidiendo el fin de la inmersión lingüística, una comunicación respaldada por la dirección nacional a la que eran contrarios los cinco diputados rebeldes. Eso provocó la decisión de los cinco de expulsar a De las Heras y Le Senne e intentar hacerse con la presidencia de la cámara balear, intento que fue definitivamente frustrado ayer por los letrados del Parlamento.

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