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Absueltos dos acusados de matar a tiros a un empresario en Marbella

El jurado popular les declaró no culpables del asesinato, aunque consideró que uno de ellos sí que pertenecía a un grupo criminal. La sentencia de la Audiencia Provincial libra a ambos de la cárcel

Absueltos dos acusados de matar a tiros a un empresario en Marbella
Uno de los detenidos en el marco de la Operación Bentley, en Marbella (Málaga).Policía Nacional

A principios de 2019, Marcos, empresario con varios locales de ocio nocturno en Puerto Banús (Marbella), fue acribillado a tiros cuando accedía a su casa en la urbanización Guadalmina. Entró al volante de su vehículo Bentley y mientras se cerraba la puerta automática dos individuos se colaron, le dispararon en repetidas ocasiones por la espalda y luego le remataron acercándose a la ventanilla del conductor. Acto seguido le quitaron la documentación y huyeron en un coche que fue encontrado calcinado al día siguiente. La Policía Nacional detuvo un año después a los que consideraba autores de los disparos, dos hombres de Países Bajos. Ahora, la Audiencia Provincial de Málaga les ha absuelto del asesinato después de que el jurado popular que participó en el juicio, a finales de noviembre, les considerara no culpables del delito. Solo uno de ellos ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por pertenencia a grupo criminal y quemar un coche, aunque está en libertad al cumplir ya la práctica totalidad de la pena en prisión preventiva. La fiscalía solicitaba para ambos petición de prisión permanente revisable.

Ya lo avisaban los policías que participaron en la investigación del asesinato del empresario. “El juicio va a ser difícil”, explicaban durante las fechas previas, conscientes de la ausencia de pruebas claras de incriminación. En el escenario del crimen no había restos de ADN ni huellas, tampoco se encontraron las armas utilizadas o ni se supo el móvil que les impulsó a matarlo. Y aunque las cámaras de videovigilancia de la víctima captaron toda la secuencia de los hechos, solo se veía a dos individuos encapuchados presionar el gatillo una y otra vez para luego huir. Convencer al jurado popular de que las dos personas que se sentaban en el banquillo de los acusados eran los que se escondían bajo los pasamontañas no era fácil. “No existe el crimen perfecto: se han conseguido pruebas porque cada detalle cuenta. No se queden con dudas, hagan preguntas, tomen nota. Son los que van a tener que tomar la decisión”, les decía la fiscal durante el primer día de juicio, antes de que pudieran escuchar a los protagonistas.

Los dos acusados negaron los hechos. Uno de ellos explicó que se dedica a la fontanería y que no tenía relación con el crimen organizado. Sí algunos de sus amigos, pero explicó que cortó la amistad cuando lo supo. Relató que llegó a Marbella de vacaciones y que la noche del asesinato él había pedido prestado un coche “por si tenía suerte de ligar” con una chica a la que había conocido. El segundo subrayó que tiene a su expareja, un hijo de diez años y una hija de ocho meses en España, donde reside. Contó que se había dedicado a dar clases de boxeo a niños en Puerto Banús y también ha ejercido de intermediario en la compraventa de coches. Ambos negaron haber acudido al bar Rotana, propiedad de la víctima, para conocer sus movimientos y después seguirlo hasta su casa, como defendía la policía. Los dos refutaron tener cualquier relación con el asesinato.

Sicarios Marbella (Málaga)
Sicarios Marbella (Málaga)Policía Nacional

Los agentes que testificaron, sin embargo, dieron numerosos detalles sobre la labor realizada por los sicarios que se veían en las imágenes, mostraron las imágenes del asesinato y explicaron su versión de los hechos, con los dos acusados como protagonistas. Ambos fueron detenidos un año después del asesinato del empresario cerca de la frontera con Francia: las autoridades holandesas habían advertido a las españolas que habían viajado de nuevo hasta España para cometer un nuevo asesinato. Se les consideró miembros de una banda de crimen organizado con hasta ocho muertos en su haber. Las pruebas presentadas por las acusaciones y las defensas sirvieron para apoyar o desmentir las averiguaciones policiales. Finalmente, el jurado popular consideró a los dos acusados no culpables, aunque a uno de ellos —Badr K.— sí que lo declaró culpable de pertenecer a un grupo criminal y también haber quemado un coche, que la policía aseguró que era el utilizado en el asesinato.

La Audiencia Provincial de Málaga ha fijado en tres años y medio de prisión la condena a Badr K. por el delito de pertenencia a grupo criminal, así como un año más por el delito de daños mediante incendio y tendrá que pagar 31.140 euros a Sixt Rent a Car en concepto de responsabilidad civil por el coche. El tribunal le absuelve de del delito de asesinato y de la tenencia ilícita de armas y pide que se ponga en “inmediata libertad” por esta causa, ya que lleva casi cuatro años en prisión provisional, más de la mitad de la pena impuesta. La Audiencia también ha absuelto al otro acusado, Omar C., de todos los delitos que se le achacaban: asesinato, pertenencia a grupo criminal y daños mediante incendio.

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