El capitán de Algeciras acusado de colaborar con el narco, absuelto por falta de pruebas

La Audiencia Provincial de Cádiz ha absuelto al capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Algeciras, Joaquín Franco, acusado de colaborar con el narco por falta de pruebas. La Sección de Algeciras de la Audiencia Provincial de Cádiz no ha considerado suficientemente probado que Franco cometiese un delito continuado de revelación de secretos para favorecer a un cabo guardia civil que acabó en prisión por implicarse con el blanqueo de capitales del narco, ni para frustrar la detención de Abdellah el Hak Sadek El Membri, alias el Messi del Hachís, en marzo de 2019. El tribunal reconoce que “la incertidumbre y las dudas se mantienen”, pero que dichas incertidumbres no pueden perjudicarle, en virtud del in dubio pro reo, un principio de derecho que estipula que en caso de duda, se actúa en favor del reo.

Franco acabó detenido en julio de 2019, tras una investigación de asuntos internos de la Guardia Civil. En un principio, llegó a estar acusado de presuntos delitos de revelación de secretos, omisión del deber de perseguir delitos, prevaricación y pertenencia a organización criminal, aunque en el juicio celebrado los pasados 14 y 15 de septiembre en la sede en Algeciras de la Audiencia Provincial solo se enfrentaba a cargos por el primero de los ilícitos investigados. El capitán llevaba en libertad bajo fianza desde febrero de 2020, momento en el que la entonces titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Algeciras lo dejó en libertad provisional, una vez concluyeron las diligencias del caso.

El nudo gordiano del caso que provocó la caída del capitán Franco, tras emplear dos décadas en la lucha contra el narco del Estrecho se centraba en sus supuestas amistades con el cabo Miguel Ángel M. —en prisión por blanqueo de capitales del narcotráfico—, con el abogado del Messi y con el propio narcotraficante. La Fiscalía del Campo de Gibraltar aseguraba que esos enredos le llevaron a informar a los tres de las actuaciones que la Guardia Civil estaba realizando contra ellos, hasta el extremo de frustrar una detención que se iba a realizar contra el capo del hachís en marzo de 2019. Abdellah el Hak Sadek El Membri —actualmente fugado de la Justicia— llevaba en libertad bajo fianza desde noviembre de 2017, después de entregarse en un polémico pacto con la Fiscalía de entonces en cuya negociación participó el propio capitán Franco.

“El planteamiento acusatorio del ministerio fiscal parte de que era el acusado quien filtraba los datos”, rememora el tribunal en la sentencia 194/2023 a la que ha tenido acceso EL PAÍS y contra la que aún cabe recurso de apelación para ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Fue la tesis que defendieron buena parte de los 14 agentes que desfilaron como testigos en el juicio. Hasta el extremo de que algunos de ellos hablaban de una lista de encausados en una investigación en la que estaba subrayado el nombre del cabo detenido y que aparentemente estaba en el despacho de Franco, pero que supuestamente acabó en forma de foto en el móvil de El Messi. Entre los agentes que figuraron como testigos, se encontraba un superior del acusado, que manifestó que “no le gustaba cómo se comportaba el acusado, ni sus relaciones”. También aseguró que Franco “le daba largas” sobre la situación de la investigación que debía realizar sobre el cabo Miguel Ángel y que acabó asumida por OCON Sur, el órgano creado para la lucha contra el narco en la Guardia Civil y ya desmantelado.

Sin embargo, la acusación de la Fiscalía se ha acabado derrumbando como un castillo de naipes ante lo que la Audiencia de Cádiz en Algeciras considera “pruebas indiciarias”. El tribunal no ha considerado probado que fuese él quien informase al cabo Miguel Ángel, quien en su declaración en el juicio reconoció estar al tanto de que estaba siendo investigado por Ocon por el propio Messi del hachís y no por conexión directa con Franco. Tampoco le ha incriminado los 25.000 euros en efectivo que aparecieron en la casa de su entonces novia y que tanto ella, como la abogada de esta, declararon que era de su propiedad en el juicio. “El análisis y estudio de los efectos y documentos intervenidos en la causa no ha podido extraerse conclusión alguna que permita vincular al acusado con los hechos que se le imputan”, añade la sentencia, en la que los magistrados aseguran que “tampoco de la investigación patrimonial realizada se pudo obtener dato alguno al respecto”.

Ante la falta de pruebas concluyentes, la Audiencia de Cádiz considera que los indicios no tienen la consistencia suficiente para incriminar a Franco con el narco, pero los tres ponentes de la sentencia sí afirman que la existencia de incertidumbres sin resolver: “No se da un criterio razonable de presunción predominante que apunte necesariamente y en todo caso al acusado, aunque sus relaciones con los investigados indicados y determinados comportamientos en relación con dichas investigaciones (…) sean en algunos casos sospechosas y no hayan quedado explicadas con claridad”. Son precisamente esas incertidumbres llenas de claroscuros las que han llevado al tribunal a la absolución, en aplicación del principio in dubio pro reo.

La detención del capitán Franco no es la única que generó alarma social, justo en un momento en el que el cerco policial del Ministerio del Interior contra el narco era mucho más visible que ahora en el Campo de Gibraltar. En las sucesivas investigaciones han acabado enredados una secretaria municipal, guardias civiles y policías de Algeciras o La Línea de la Concepción. Tampoco es el primero que acaba en absolución. Los tres policías acusados de haber colaborado con el clan de los Castaña —dos nacionales y un local— también acabaron exculpados en una sentencia del pasado mes de mayo en el que solo acabó condenado Isco Tejón a apenas tres años y un mes. Ahora está por ver si Franco sigue el camino de ellos y también solicita la reincorporación a su plaza en la Guardia Civil.