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Las izquierdas piden rebajar el ruido entre Podemos y Yolanda Díaz

Las organizaciones de UP descartan un escenario de ruptura ante las elecciones generales

Ione Belarra, Yolanda Díaz e Irene Montero,
Ione Belarra, Yolanda Díaz e Irene Montero,FERNANDO ALVARADO (EFE)
Paula Chouza

Las cartas están sobre la mesa. Después de meses de tensiones soterradas, la guerra abierta en las últimas semanas entre la cúpula de Podemos y Yolanda Díaz por el control del espacio a la izquierda del PSOE amenaza la unidad y pone en jaque las opciones de revalidar un Gobierno progresista. En el grupo, los partidos piden rebajar el ruido, confían en que se imponga el pragmatismo y llaman a un acuerdo para concurrir juntos a las elecciones generales del próximo año y evitar el ascenso de la derecha a La Moncloa. Las fricciones preocupan dentro y fuera de Unidas Podemos, y hasta el presidente Pedro Sánchez, en conversación con los periodistas durante los actos del 44º aniversario de la Constitución, el martes, llamaba a la unidad. Pero a menos de 12 meses de la cita con las urnas, y con las municipales y autonómicas de mayo por el medio, las dudas se ciernen sobre la posibilidad real de una lista conjunta.

La encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER publicada el martes otorgaba un alto potencial a Sumar, el proyecto que impulsa la vicepresidenta segunda, pero, a la vez, advertía del riesgo electoral de una ruptura. El barómetro concedía al nuevo actor político hasta 57 diputados en caso de que una única candidatura a la izquierda del PSOE integre a Podemos, Izquierda Unida y Más País. Por el contrario, una división del espacio rebajaría los escaños a 32 y dejaría a la derecha al borde de la mayoría y con el Gobierno a su alcance.

Las posturas ya están definidas después de un noviembre convulso, que comenzó con el exvicepresidente Pablo Iglesias exigiendo “respeto” a Díaz y que siguió con las acusaciones contra la ministra de Trabajo por su tardía reacción a las críticas de la ley del solo sí es sí. Fuentes de Podemos insisten en que “aún es posible un acuerdo de coalición con Sumar”, una forma de decir también que el tiempo se agota, y urgen a la vicepresidenta a sentarse a negociar.

La formación, que ha mantenido un perfil bajo en una semana marcada por los festivos y las enmiendas a la reforma del Código Penal, señala que la pelota está en el tejado de Díaz y reclama un acuerdo “generoso”; esto es, entre otros asuntos, que sus principales dirigentes —la secretaria general, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero— tengan un puesto preferente en las listas. Podemos “aguarda” a que la líder del grupo en el Ejecutivo “explicite su disposición a ser candidata”. “Esta guerra no le sirve a nadie, ni a Yolanda, ni a nosotros”, resume una fuente relacionada con la dirección. Pero precisa: “Los gestos son importantes y Díaz lo ha hecho mal”.

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La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social de España, Yolanda Díaz, en su visita al expresidente uruguayo José Mújica, en Rincón del Cerro, Montevideo (Uruguay).
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social de España, Yolanda Díaz, en su visita al expresidente uruguayo José Mújica, en Rincón del Cerro, Montevideo (Uruguay).Gaston Britos (EFE)

Tras las fuertes tensiones del mes pasado, nadie mueve ficha ahora. La titular de Trabajo, muy molesta con las formas de Iglesias, no está dispuesta a ceder ante “las presiones” de Podemos, explica su entorno. No obstante, fuentes próximas a la vicepresidenta contaban esta semana que esta baraja adelantar el anuncio oficial de su candidatura. “Hay diferentes perspectivas y miradas sobre lo que significa Sumar, pero confiamos en que todo el mundo acabe poniendo el bien común por delante y haya acuerdos”, se pronuncian fuentes de la plataforma, que recuerdan que el proceso nació para ampliar el espacio, también a personas ajenas a la política, pero contando con “todos” los partidos; y eso incluye a Podemos. Díaz lo repite en la mayoría de los actos de la gira para presentar el proyecto, en los que se implican (hasta en el diseño de la agenda) miembros de las direcciones territoriales de cada una de las organizaciones: “En Sumar no sobra nadie, falta mucha gente”, proclama.

Aunque la amenaza existe, ninguna de las formaciones de UP apuesta por un escenario de ruptura. “Sabemos que juntas somos más fuertes. Nos jugamos algo más allá de las siglas y los partidos. Esto va de si somos capaces de hacer una propuesta a la gente para la España de 2030″, comenta la diputada de En Comú Podem Aina Vidal. “Espero que todas seamos responsables, generosas y estemos a la altura”, reclama. Vidal, próxima a Díaz, no contempla una división del espacio, pero advierte: “Hay ruido que se podría evitar”.

En la misma línea se pronuncian fuentes de la dirección de Alianza Verde, el partido ecologista que coordina Juan López de Uralde y acaba de celebrar su primera Asamblea Federal, que ve “imprescindible” una única papeleta a la izquierda del PSOE. “Yolanda debe ser la candidata, es la mejor posible, y sería bueno dejar que avance en su camino para sumar a todos, pero también que clarificase el proyecto cuanto antes, para evitar interferencias que no benefician a nadie”, señalan. Las mismas fuentes piden igualmente “menos ruido” y “concentrar el esfuerzo en sacar adelante los avances pendientes”.

¿Tiene Podemos un plan b?

La pregunta en el aire es: ¿tiene Podemos un plan b para ir en solitario a las generales? “Queremos un acuerdo”, repiten fuentes oficiales de la formación. Pero si no lo hay, “el partido está engrasado”, apunta otro miembro del partido. “Lo que hemos visto no es más que un ejercicio de acumulación de fuerzas para poder llegar mejor a la negociación que está por venir”, analiza el que fuera el primer secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual. “Nos estamos quedando con especulaciones sobre qué pudiera pasar al calor de la primera escena de la obra, cuando en realidad la trama tiene seis capítulos y en el sexto se firma un acuerdo. Para llegar a ese pacto, nos tiene que hacer creer en el episodio 1 que todo se puede romper”, resume Pascual, que acaba de publicar el libro Un cadáver en el Congreso, en el que narra los años de formación, irrupción en las instituciones y crisis interna de Podemos. El exdiputado cree que el resto de actores deben darle a Díaz “cierto margen de libertad” para organizar el espacio. “A ella habría que pedirle que acertara en lo que falló Podemos en su día: conseguir que todos los actores encuentren acomodo”, apunta.

Tampoco en IU conciben otra opción que la de ir juntos. La formación se muestra partidaria de conseguir la unidad en torno a una base programática y “empujar mecanismos de diálogo, democráticos y participativos que resuelvan las diferencias”, explica el responsable federal de Organización, Ismael González. El dirigente aboga, en última instancia, por dirimir las listas en primarias “proporcionales, presenciales y abiertas” y reconoce que lo “deseable” hubiera sido que el proyecto estuviese definido antes de los comicios de mayo. “No se ha conseguido hacer [para municipales y autonómicas] un proceso cohesionado de suma de todas las organizaciones, pero eso no tiene por qué frenar el de las generales”, defiende. No obstante, el papel de Díaz en esos comicios —y su respaldo o no a organizaciones ajenas a UP, pero susceptibles de entrar en Sumar (como Compromís o Más Madrid)— amenaza con volverse un problema si para entonces no hay mayor claridad.

“Yolanda está desplegando su proyecto político y le corresponde a ella elegir a sus compañeros de viaje, pero para mí, si hay una cosa que hemos aprendido en Andalucía [en referencia a la coalición de seis organizaciones de izquierdas que nació envuelta en polémica] es que amontonar no es sumar”, concluye Joan Baldoví, diputado en el Congreso y aspirante a encabezar la candidatura autonómica de Compromís.

Por el momento, Más País, la formación fundada por Íñigo Errejón tras su salida de Podemos, también llamada a integrarse en el proyecto de la vicepresidenta, se mantiene al margen del ruido, aunque expresa su “interés” en que el Gobierno continúe.

La agenda internacional de Díaz —y el permiso de maternidad de Belarra— en un mes particularmente agitado por la rebaja de penas a agresores sexuales tras la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí, los insultos de Vox a Montero, su ofensiva contra el PP y los choques con el socio por el bloqueo de algunas normas de la coalición (ley trans, vivienda, bienestar animal o familias) han puesto el foco sobre la ministra de Igualdad, que ha tomado vuelo como alternativa a la vicepresidenta en un hipotético escenario de ruptura.

A su vuelta de México, la titular de Trabajo se desmarcó de la estrategia de confrontación de Podemos con el PSOE y ha tratado de recuperar la iniciativa, anunciando que llevará a la comisión negociadora del decreto de medidas contra la crisis fórmulas para contener las hipotecas y el precio de los alimentos, una propuesta que había enfadado a una parte del Gobierno y al pequeño comercio en septiembre. Ante un escenario de crisis marcado todavía por la inflación y con buena parte de la agenda legislativa pendiente, el Ejecutivo afronta muchos retos en el último año de legislatura. La reconfiguración exitosa del espacio a la izquierda de los socialistas, es tan solo uno de ellos.

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Sobre la firma

Paula Chouza
Periodista de Política en EL PAÍS. Participó en el lanzamiento de EL PAÍS América en México. Trabajó en el Ayuntamiento de A Coruña y fue becaria del Congreso de los Diputados, CRTVG o Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en Marketing Político y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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