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Pedro Sánchez recorre 15.000 kilómetros para seducir al gigante Samsung

Sánchez corteja al imperio tecnológico para que elija España como sede de una gran fábrica de microchips europea

Pedro Sánchez visita las instalaciones de fabricación de microprocesadores de Samsung ubicadas en Pyeongtaek, Corea del Sur. Foto: BORJA PUIG DE LA BELLACASA / MONCLOA | Vídeo: EPV
Carlos E. Cué

Lejos de la batalla política local, en Corea del Sur, a 10.000 kilómetros de Madrid, Pedro Sánchez está librando una guerra aún más compleja que la que le espera en casa cuando vuelva, con el Gobierno en pleno incendio por las consecuencias imprevistas de la ley de libertad sexual, conocida como ley del solo sí es sí. El presidente y una parte de su equipo económico más cercano, que le acompaña en Seúl, se han desviado en su regreso desde Bali, donde acudió a la cita del G20, en un recorrido de más de 15.000 kilómetros (Bali-Seúl-Madrid) con un objetivo muy claro: seducir a Samsung, el gigante tecnológico coreano, para que elija a España como sede de una gran fábrica de microchips. Hay mucha competencia. Varios países europeos pelean para llevarse esta descomunal inversión, que puede suponer hasta 30.000 millones de euros solo para una gran fábrica.

España lleva meses en esta batalla. El Gobierno ha puesto encima de la mesa 12.500 millones de euros de dinero público a través de un PERTE específico de fondos europeos para el sector de los semiconductores. Sánchez acudió este año a Davos con este asunto como prioritario y se reunió con los máximos responsables de los gigantes del sector. Pero la competencia es feroz. Alemania ya ha conseguido que Intel se lleve su gran fábrica de circuitos integrados a Magdeburgo, a unos 150 kilómetros de Berlín. La compañía estadounidense invertirá en ella solo para comenzar unos 17.000 millones de dólares. Los alemanes también aspiran a cortejar a Samsung, que aún no ha decidido dónde instalará su megafábrica europea, y no son los únicos. Muchos miran a Seúl, como prueba el hecho de que mientras viajaba Sánchez desde Bali, también lo hacía el holandés Mark Rutte o el príncipe saudí Mohamed Bin Salman. Los tres coincidieron el jueves en Seúl.

Sánchez, que viajó con la ministra de Industria y futura candidata en Madrid, Reyes Maroto, se quedó un día más para garantizarse una cita no solo con el primer ministro coreano, sino con el CEO de Samsung, Lee Jae-Yong. Esta empresa es la gran joya de la corona de un país en plena expansión que ha logrado pasar de la pobreza más absoluta a una posición relevante en el planeta, sobre todo gracias al desarrollo tecnológico. La fábrica de Samsung que visitó Sánchez en Pyeongtaek, entre grandes medidas de seguridad, es la más avanzada del mundo, y al equipo de Sánchez le sorprendió que está prohibido incluso llevar maquillaje porque cualquier partícula suspendida podría arruinar los microchips. Tras la reunión, el equipo de Sánchez es optimista, aunque los coreanos no dan ninguna garantía. Jae-Yong, que llevaba muy estudiado el sistema energético español y otras cuestiones clave, concluyó con la idea que se está considerando seriamente la candidatura española, pero aún queda mucho de lo que hablar y negociar antes de tomar una decisión. Un equipo de Samsung se desplazará a España en breve para estudiar a fondo las posibilidades.

Sánchez y el presidente coreano, Yoon Suk-yeol, han reivindicado que Corea del Sur y España tienen no solo un tamaño económico y una población parecidos, sino también una historia similar como exdictaduras militares que llegaron a la democracia hace poco más de 40 años. “Corea del Sur y España han transitado a la democracia en tiempos recientes. Eso nos une a la hora de defender la democracia y la libertad”, ha resumido Sánchez. “España y Corea, dos países que han sabido sobreponerse al autoritarismo y consolidar la democracia. Son dos países que apuestan por el multilateralismo y un mundo basado en reglas y comparten los mismos valores”, ha sentenciado el mandatario coreano.

Los coreanos del sur reivindican su democracia, su conexión con el mundo occidental, sus excelentes niveles educativos y su alta capacidad tecnológica frente a la dictadura aislada del norte, que a diario sigue lanzando misiles al mar para recordar la tensión permanente entre estos dos países. De hecho, durante los dos días de visita de Sánchez ha lanzado sendos misiles al mar de Japón, en aguas internacionales. El segundo, este viernes, un misil intercontinental, ha desatado todas las alarmas y provocó la convocatoria del consejo de seguridad tanto de Japón como de Corea del Sur. Ambos presidentes, en su comparecencia conjunta, han condenado con dureza estos ataques. “Condenamos enérgicamente el envío de misiles balísticos con un alcance sin precedentes. Hemos trabajado conjuntamente con el presidente Sánchez para responder a las provocaciones norcoreanas”, señaló el presidente coreano. “España condena en los términos más enérgicos los misiles, expresamos nuestra preocupación por esta escalada, Corea del Sur puede contar con el apoyo del reino de España”, remató Sánchez. En Seúl, a solo 50 kilómetros de la frontera, la posibilidad de un ataque está muy presente y cada túnel es un refugio con máscaras de gas y trajes especiales guardados en vitrinas por si fueran necesarios. Los hoteles también tienen esas máscaras en las habitaciones.

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Sánchez tenía muy claro que el gran objetivo de la visita es seducir a Samsung, aunque también aprovechó el viaje para reforzar las relaciones bilaterales con un país clave. “Corea del Sur y España son dos potencias mundiales en construcción”, resumió el presidente coreano. “España quiere ser un referente de la industria de los semiconductores en Europa. Y también en la del hidrógeno verde y otras. Volkswagen ya ha anunciado que va a invertir 10.000 millones en una gran fábrica de baterías para coches eléctricos. La naviera Maersk también construirá otra megafactoria para hacer más ecológico su combustible. He visitado la fábrica de Samsung y me quedé impresionado con la capacidad de transformación tecnológica de este país. Nosotros tenemos 12.500 millones de euros de dinero público disponible e instrumentos de financiación extremadamente atractivos. El mundo necesita redistribuir la producción. ¿Por qué no instalar en España la producción para la UE y América Latina? Algunas empresas como Cisco, ya han anunciado importantes inversiones para el diseño de semiconductores”, aseguró Sánchez para animar a Samsung. La compañía coreana ha programado hasta 330.000 millones de euros de inversión para los próximos años, y Sánchez confía en que algunos vayan a España. De momento solo han anunciado una gran fábrica en Texas, en EEUU, pero la apuesta europea está por definir.

Sánchez ha explicado al CEO de Samsung las ventajas del ecosistema industrial y educativo español, que se está especializando en este sector en algunas zonas como Cataluña, donde está el supercomputador que desarrolla futuros chips europeos. El Gobierno presume de que 37.000 ingenieros se gradúan cada año en España, a los que hay que añadir más de 8.000 estudiantes adicionales específicamente en este sector. Los directivos de Samsung preguntaron detalles sobre estas cuestiones y en especial sobre ese ecosistema empresarial y educativo. La gran ventaja es que España, lugar destacado de turismo coreano —unos 600.000 visitantes cada año— tiene buena imagen para los ejecutivos de este país. Pero la competencia con otros destinos europeos será muy dura. Los directivos de Samsung no han dado ninguna certeza en este viaje, aunque en el equipo de Sánchez confían en que la visita, sumado a todo el trabajo de meses, impulse la candidatura española.

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