_
_
_
_
_

Mañueco insiste en exculpar a la Junta de los incendios de Castilla y León pese a las acusaciones de los bomberos y la oposición

El PSOE y las brigadas sostienen que faltan medios mientras el Gobierno autonómico defiende al operativo

El presidente de Castilla y León y del PP en esa comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, en Ibeas de Juarros (Burgos) en el acto de apertura de curso de su partido en Burgos, este domingo.
El presidente de Castilla y León y del PP en esa comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, en Ibeas de Juarros (Burgos) en el acto de apertura de curso de su partido en Burgos, este domingo.PP (PP)
Juan Navarro

Los incendios que han marcado el verano en Castilla y León han encendido el primer debate del curso político en las Cortes autonómicas. La Junta (en manos del PP en coalición con Vox) se ha enfrentado a las acusaciones de la oposición, que ha esgrimido los argumentos de los bomberos para censurar la “falta de medios” que según las brigadas han agravado los fuegos en el territorio. En ellos han muerto tres personas y hay una hospitalizada, y la superficie quemada estos meses supera las 80.000 hectáreas, más de un tercio del total nacional. Los equipos de extinción han expuesto la “precariedad” de sus condiciones y han reclamado la dimisión del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones (PP).

Suárez Quiñones ha asistido con rostro serio y brazos cruzados a las interpelaciones del resto de grupos políticos, que han exigido al también criticado presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), que cese al alto cargo. La retahíla de acusaciones han topado con la misma postura que ha mantenido la Junta desde que en junio saltaron las llamas en la sierra de la Culebra (Zamora), arrasando 32.000 hectáreas. El único consenso entre las bancadas ha consistido en lamentar los decesos y compadecerse de los daños humanos y materiales.

Mañueco ha acusado al líder del PSOE, Luis Tudanca, de estar “con la lata de gasolina” para seguir incidiendo en los males causados por los incendios; este ha reprochado que el equipo de Gobierno trata de “blanquear su imagen” y para ello ha recuperado la hemeroteca. En 2018, Quiñones entendía que era “absurdo y un despilfarro” mantener contratados todo el año a los bomberos para ejecutar labores de prevención, demostradas ahora como cruciales; hace unas semanas el consejero aseguró que 900 personas serían incorporadas para cubrir esas funciones durante los 12 meses. “Ahora prometen lo que han negado en una década”, ha apostillado Tudanca.

Quiñones ha vuelto a insistir, ante el hostigamiento de la Cámara, en que los servicios se hallaban plenamente disponibles y que es “falso” ese cálculo del 25% de personal activo, si bien las cuadrillas han reiterado que esa afirmación es tramposa: ese fuego, en junio, se afrontó en nivel medio de peligro y no alto, lo cual reduce el volumen de medios materiales y humanos movilizados. La Fiscalía y el Defensor del Pueblo están investigando el procedimiento que siguió la Junta entonces.

Mañueco ha tratado de despejar responsabilidades ironizando sobre cómo actúan los socialistas ante los fuegos: “Los incendios son culpa del cambio climático en toda España menos en Castilla y León, donde la culpa es de los operativos y la gestión es ineficaz”. El dirigente también ha escandalizado al personal de extinción al destacar que otros incendios, como el de Monsagro (Salamanca), vinieron de otras comunidades (Extremadura). Los bomberos consultados responden que durante esos desastres “no había relevos para suplir los turnos y obliga a turnos de más de 16 horas” e ilustran la situación actual: “Ahora, se supone, seguimos en riesgo alto, pero están otra vez vacías la mitad de las autobombas porque a los mangueristas y conductores los obligan a coger vacaciones”.

Las condiciones laborales han protagonizado buena parte del debate, en el que se han recordado imágenes como las difundidas por los brigadistas sobre su avituallamiento, con bocadillos escasos ante una labor de tal exigencia, o trajes y recursos inapropiados. El titular de Medio Ambiente ha valorado “el trabajo profesional y extraordinario del personal propio y de otras comunidades” y ha tratado de esquivar los ataques de sus rivales, que le han recordado que los bomberos no son reconocidos como “bomberos forestales” en los convenios. “No son bomberos forestales reconocidos porque tienen formación para otras funciones”, ha mantenido Quiñones, de quien el gremio afea su actitud y le contestan con que otras comunidades, como La Rioja, Cantabria o Andalucía, sí otorgan ese estatus, que brinda estabilidad laboral y mejores prestaciones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Un brigadista miembro de la asociación Bomberos Forestales en Lucha, que pide que no se publique su nombre porque teme represalias, critica que Mañueco y Quiñones aludan, sin mentarlo como tal, al cambio climático y las olas de calor como causantes de los incendios.”El cambio climático puede agravar los incendios, pero el no tener un operativo como pasó en la sierra de la Culebra, que estaba menos del 25% del personal contratado, es la razón de que se quemaran tantas hectáreas”, señala.

Hasta en los números hay pelea entre la Junta y las patrullas. El consejero, que en julio aseguraba que las “modas ecologistas” propiciaban esos incendios, ha enumerado que los fuegos han sido una constante en Europa, víctima de un verano muy cálido, con España entera sufriendo “dos olas de calor y registros sin precedentes en temperaturas o sequedad”. Los bomberos contextualizan: Castilla y León conforma solo el 2,3% de la superficie continental, pero en ella ha ardido el 12% del terreno carbonizado. La cita parlamentaria ha concluido como comenzó, con cada bloque firme en su postura y sin que los mandatarios de la Junta, que han afirmado todo el verano que la gestión fue perfecta, aceptara disculparse tal y como le pedía la oposición.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, en comunicación corporativa, buscándose la vida y pisando calle. Graduado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_