Linares cambia de alcalde tras una moción de censura que ha tardado cuatro meses en celebrarse
El PSOE desbanca a Cs de su principal gobierno en Andalucía y el nuevo regidor llama a recuperar la concordia en una ciudad sumida en una profunda crisis socioeconómica
A la tercera fue la vencida en Linares (Jaén, 56.500 habitantes). En una sesión en la que se han vivido momentos de tensión, el Ayuntamiento ha celebrado este martes, finalmente, el pleno para debatir la moción de censura presentada a finales de febrero contra el gobierno municipal de Ciudadanos y PP. El socialista Javier Perales, nuevo regidor linarense, ha acabado su primer discurso de una caótica sesión plenaria llamando a recuperar la concordia en una ciudad sumida desde hace años en una profunda crisis social y económica a la que se ha añadido el esperpento político y judicial vivido en los últimos cuatro meses.
El pleno de la moción de censura se convocó inicialmente el 12 de marzo, pero un juzgado determinó su suspensión cautelar después de que Cs y PP pusieran en duda que dos ediles socialistas estuvieran facultados para poder votar al estar inmersos en investigaciones judiciales. Posteriormente, el pasado 24 de junio, después de que un juez levantara la suspensión cautelar, tres meses después, y cuando todos los concejales ya ocupaban sus asientos para iniciar la sesión, el pleno volvió a suspenderse. El mismo magistrado que 48 antes había autorizado la moción se corrigió a sí mismo y mantuvo la suspensión cautelar.
Finalmente, la votación se ha podido celebrar este martes, al levantarse definitivamente esas medidas cautelares, aunque en el arranque del pleno ha planeado el fantasma de una nueva suspensión. Desde la bancada de Cs y PP se han esgrimido dos cuestiones de forma que ponían en duda tanto la fecha elegida para celebrar la sesión como la capacidad de un edil socialista para asistir.
“No proceden estas cuestiones previas”, ha zanjado el secretario municipal, que ha dado paso al inicio del pleno entre el estupor de unos pocos, que gritaban “¡sinvergüenzas!” a las bancadas de Cs y PP, y la alegría contenida de otros. Apenas medio centenar de personas ha podido acceder al salón de sesiones.
“No venimos aquí a usurpar la democracia, nada más lejos de la realidad; asumimos nuestro compromiso para sacar a Linares de la situación en la que se encuentra”, ha señalado Perales para justificar la moción de censura, que ha salido adelante con los ocho votos del PSOE (que fue el partido más votado en las elecciones de 2019), dos de IU y tres de la formación localista CILU Linares, que ha apoyado el relevo pero no formará parte del nuevo gobierno local. Hasta hace algo más de un año, los miembros de CILU sostenían al gobierno de Cs y PP, pero abandonaron el Ejecutivo local por desavenencias.
El alcalde saliente, Raúl Caro-Accino, de Ciudadanos, ha sido el primero en felicitar a su sucesor. Antes, eso sí, ha querido sacar pecho de su gestión en los últimos tres años en la que era, hasta este martes, la alcaldía más importante de su formación en Andalucía. “No me hacen daño a mí, hacen daño a Linares”, ha enfatizado, después de señalar como principal logro la cesión a la ciudad por parte de la Junta de Andalucía de las viejas instalaciones de Santana Motor, la factoría automovilística que cerró sus puertas en 2011 aplicando unas generosas prejubilaciones a la plantilla para contrarrestar el clima de tensión laboral que vivía la ciudad. Caro-Accino confía en que las vetustas naves de Santana permitan revitalizar el tejido empresarial de Linares. El alcalde saliente se ha topado con las burlas del público cuando ha dicho que la ciudad tiene la menor tasa de paro de los últimos 14 años, un dato que contradice al publicado por el INE, que sitúa a la localidad como la de mayor tasa de paro del país entre las de más de 20.000 habitantes, por encima del 30%, un porcentaje que asciende a casi el 50% en paro juvenil.
Además del voto en contra de los cinco ediles del PP y los cuatro de Cs, la moción también ha sido rechazada por los dos concejales del grupo Linares Primero, al que pertenecía el socialista Juan Fernández, que fue alcalde entre 1999 y 2019. Fernández tuvo que dejar el Ayuntamiento tras ser condenado en abril a cuatro años de prisión y 10 de inhabilitación absoluta por un delito de malversación de caudales públicos; un fallo que tiene recurrido. Este martes, los compañeros de Fernández han culpado de la moción a una “estrategia diseñada” desde la dirección provincial del PSOE, partido al que se enfrentó y del que fue expulsado. Ningún miembro de la cúpula provincial socialista ha estado en el pleno arropando al nuevo regidor linarense.
A la salida del pleno, el Paseo de Linarejos, el epicentro de la vida linarense, no mostraba signo alguno que hiciera visible que Linares acababa de cambiar de alcalde. Los pocos vecinos que allí se concentraban observaban a los políticos locales casi con desdén. “Que hablen y se dejen de peleas”, exclamó Antonio García, un pensionista escéptico ante el futuro más inmediato.
