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El tesoro artístico de la trama Púnica vuelve a España

Suiza acepta, tras más de seis años de gestiones judiciales, repatriar 18 cuadros, cinco fotografías, cuatro esculturas y 185 estilográficas de colección intervenidas al empresario David Marjaliza en Ginebra

Óscar López-Fonseca
'Furor Penellis', de Miquel Barceló, una de las obras que guardaba en un almacen de Ginebra (Suiza) el empresario y cabecilla de la trama Púnica David Marjaliza.
'Furor Penellis', de Miquel Barceló, una de las obras que guardaba en un almacen de Ginebra (Suiza) el empresario y cabecilla de la trama Púnica David Marjaliza.

Las obras de arte que el empresario David Marjaliza, cabecilla confeso de la trama Púnica, ocultaba en un almacén de Ginebra (Suiza) están a punto de iniciar su regreso a España. En marzo de 2015, medio año después de estallar el caso, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, primer instructor del sumario, pidió a la justicia helvética que embargase los 18 cuadros, las cinco fotografías, las cuatro esculturas y las 185 plumas estilográficas de colección que el constructor atesoraba en la ciudad suiza tras haberlas adquirido para ocultar parte de sus ganancias ilícitas. Seis años después, las autoridades del país centroeuropeo han dado finalmente luz verde a los trámites para su regreso, según varios documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS y han confirmado fuentes de la Fiscalía Anticorrupción. Entre las obras, valoradas en 15,6 millones de euros, hay creaciones de Eduardo Chillida, Miquel Barceló, Antoni Tàpies, Manolo Valdés, el Equipo Crónica, Juan Uslé y Torres García, entre otros.

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Uno de los últimos pasos para su repatriación ha sido la comparecencia judicial por videoconferencia del propio Marjaliza ante una fiscal suiza celebrada el pasado 29 de junio. En ella, el empresario, que colabora con la justicia desde 2015, autorizó formalmente tanto la vuelta de las obras a España como que el transporte y el seguro civil se sufraguen con los fondos que tiene en sus cuentas en Suiza. El acta de aquella comparecencia fue enviada la semana pasada por la Audiencia Nacional a las autoridades helvéticas como complemento de la solicitud oficial, remitida unos días antes, del retorno de los bienes. El empresario —que ya había autorizado en los últimos años la subasta de otros objetos como relojes de lujo, joyas y vehículos que se le intervinieron en España tras su detención en octubre de 2014— quiere que el valor de todo ello sirva para cubrir parte de la millonaria cantidad que previsiblemente se le impondrá como responsabilidad si es condenado por el caso Púnica.

Además, el actual juez instructor, Manuel García-Castellón, ha ordenado, a instancias de Anticorrupción, que las obras de arte, una vez lleguen a España, queden bajo la custodia de la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA), creada por el Ministerio de Justicia a finales de 2015 para administrar el embargo de bienes de personas condenadas. Este organismo ya firmó en 2016 un convenio con el Museo Nacional de Arte Contemporáneo Reina Sofía, de Madrid, para que autentifique los objetos artísticos intervenidos al constructor de la trama Púnica y los más relevantes sean expuestos en sus salas. En las últimas semanas, la ORGA ha contactado de nuevo con los responsables del Reina Sofía para conocer si, pese al tiempo transcurrido desde que se rubricó aquel acuerdo, siguen dispuestos a hacerse cargo de las obras, según confirman fuentes del museo.

'The Astronaut', del Equipo Crónica, otra de las piezas de arte adquiridas por el constructor David Marjaliza.
'The Astronaut', del Equipo Crónica, otra de las piezas de arte adquiridas por el constructor David Marjaliza.

Estas fuentes añaden que la institución cultural mantiene su interés por incorporar a sus fondos, si no todas las obras, sí parte de los 18 cuadros, aunque han admitido que en la actualidad tiene problemas de espacio para guardarlos mientras se realizan los trabajos de conservación. Por el momento, el Reina Sofía descarta dedicar una sala específica para exponer estas obras, como habían sugerido fuentes jurídicas. La ORGA ha declinado dar detalles del trámite iniciado al estar judicializado.

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El proceso hasta llegar a este punto ha sido largo y complejo, según se desprende de un auto del juez García-Castellón fechado el pasado 7 de junio. En él se recuerda que en febrero de 2016, su antecesor, el magistrado Eloy Velasco, inició los trámites para que esas 27 obras de arte y cerca de 200 estilográficas regresaran a España. Velasco contaba ya entonces con el consentimiento del propio Marjaliza, que en junio del año anterior había comenzado a colaborar con la justicia y que había autorizado expresamente el traslado de las obras sin necesidad de esperar a que hubiera sentencia.

David Marjaliza entra en la sede la Audiencia Nacional el 7 de julio de 2020 para comparecer ante el juez que instruye el caso Púnica.
David Marjaliza entra en la sede la Audiencia Nacional el 7 de julio de 2020 para comparecer ante el juez que instruye el caso Púnica.Eduardo Parra (Europa Press)

Sin embargo, la justicia suiza rechazó en un primer momento hacerlo. Alegó que los objetos artísticos no figuraban como propiedad del constructor, sino de una empresa de Singapur, Millenia Trading Pte Ltd, al frente de la cual estaban el tailandés Karit Yuvaboon y el singapurense Tan Hian Yew George. Para las autoridades suizas esta empresa era la propietaria formal. Y sus administradores, los únicos que podían autorizar el envío. En realidad, Millenia Trading es propiedad de Marjaliza, que la creó para realizar, precisamente, una falsa operación de compraventa de arte con estos bienes para blanquear 4,2 millones de euros que tenía ocultos en Suiza y, así, poder repatriarlos a España.

Sobre el papel, esta sociedad adquirió las obras a tres empresas españolas del constructor (Anaid Gestión S. L., Inversiones y Estudios Urbanos S. L. y Aruba Arte y Gestión S. L.) y alquiló en 2013 dos depósitos en los almacenes que tiene en Ginebra la empresa Fine Art Transports Nature Le Coultre SA, que funcionan como deposito franco y donde han encontrado refugio cientos de miles de obras de arte hasta convertirse en lo que en el mundillo del arte se conoce como museo oculto.

Para demostrar la vinculación entre la sociedad de Singapur y el empresario español, Anticorrupción barajó que este último acompañara a una comisión judicial hasta el país asiático para gestionar las autorizaciones de la sociedad pantalla, según detallan fuentes jurídicas. Finalmente, no ha hecho falta y tanto los datos recabados durante los siete años de investigación judicial como la información facilitada por las autoridades de Singapur a las justicias española y suiza han terminado por demostrar que “el beneficiario efectivo de los bienes de la sociedad [Millenia Trading] y también de las obras de arte era el investigado David Marjaliza”, según detalla el auto del pasado junio del juez García-Castellón.

'Four Scultures', de Tony Cragg, otra de las obras de arte que España pretende repatriar desde Suiza.
'Four Scultures', de Tony Cragg, otra de las obras de arte que España pretende repatriar desde Suiza.

Tras ello, el pasado 26 de abril, las representantes de Anticorrupción en la causa mantuvieron una reunión telemática con la fiscal helvética Sophie Chofflon y con representantes de la Oficina Federal Suiza y de la embajada de este país en España en la que estos se comprometieron a “informar favorablemente” ante la justicia de su país para que diera luz verde a repatriar las obras. Semanas después, el 7 de junio, Marjaliza comparecía de nuevo en la Audiencia Nacional para dar su conformidad a la repatriación y autorizar “expresamente” que a su llegada todos los objetos artísticos quedasen bajo custodia de la ORGA.

Días más tarde se celebraba la videoconferencia con la fiscal helvética en la que el empresario reiteraba esta autorización y daba su consentimiento para que tanto la factura pendiente de pagar por el alquiler del almacén donde están guardadas las obras (cerca de 154.000 euros) como para el transporte hasta España (otros 14.000 euros) sean abonados con fondos de sus cuentas abiertas, a nombre de dos sociedades pantalla, en los bancos suizos BNP Paribas y UBS. En ellas acumula cerca de ocho millones de euros, según detallan fuentes de su defensa.

Facturas de seis cifras

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil elaboró en 2016 un informe en el que cifraba en 15.688.000 euros el valor de las obras arte y las estilográficas de colección intervenidas al empresario David Marjaliza un año antes en el almacén de Ginebra (Suiza). En ese documento, los investigadores concluían que gran parte de ellas habían sido adquiridas por el constructor “para invertir y ocultar parte de las ganancias ilícitas procedentes de los delitos de corrupción". De su elevado valor real ya daban cuenta las facturas de adquisición que los agentes habían localizado durante los registros realizados tras las primeras detenciones, en octubre de 2014. Así, por ejemplo, bajo el colchón de una de las arrestadas se halló el cargo por la compra de un cuadro de Antoni Tàpies por 941.000 euros. También apareció la factura de la compra, en Madrid en 2007, del cuadro Furor Penellis, de Miquel Barceló, por 663.970 euros. Ese mismo día, Marjaliza adquirió 'Cabeza de Mujer', de Manolo Valdés, por 172.770 euros, y 'The Astronaut', del Equipo Crónica, por 92.690 euros. En Barcelona, había adquirido en diciembre del año anterior una terracota de Eduardo Chillida por 220.000 euros y una obra de Manolo Millares por 300.000 euros.

Sin embargo, buena parte de las adquisiciones se hicieron en establecimientos en el extranjero. Desde Toronto a París, pasando por Múnich, Lisboa, Nueva York, Zúrich y Singapur. Así, en este último país adquirió en julio de 2006 un tàpies por 250.000 euros. En la ciudad canadiense adquirió una fotografía de José Manuel Ballester por 30.000 euros, mientras que en la localidad suiza desembolsó 9.500 euros por un collage de Douglas Kolk. En la capital portuguesa, compró obras de Peter Zimmerman y Günter Fog por un total de 97.500 euros. En Múnich adquirió una fotografía de Thomas Ruff por 12.000 euros, y en Nueva York, un José Guerrero por 66.142 euros.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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