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Victoire de Castellane: “La elegancia tal y como estaba concebida hasta ahora ya no tiene sentido”

La aristócrata francesa lleva más de 25 años al mando de la dirección artística de Dior Joaillerie, la división de joyas de la maison parisiense, y no da señales de fatiga. Acaba de presentar la colección de alta joyería más grande de su carrera.

Victoire de Castellane, directora artística de Dior Joaillerie, posa en su estudio.
Victoire de Castellane, directora artística de Dior Joaillerie, posa en su estudio.Frederike Helwig
Martín Bianchi

Victoire de Castellane (Neuilly-sur-Seine, 61años) no sabe cuándo ni cómo comenzó su fascinación por las joyas, pero recuerda con claridad el hormigueo que sentía en la piel cada vez que veía a su abuela española, Silvia Rodríguez de Rivas, condesa de Castilleja de Guzmán. “Ella siempre llevaba muchas joyas, todo el día. Me encantaba el sonido que producían todas sus piezas juntas. Yo entraba en un trance y me quedaba hipnotizada escuchando el ruido de las piedras. Para mí era como ASMR, aunque entonces no sabía qué era ASMR”, explica en conversación con El País Semanal. La directora artística de Dior Joaillerie se refiere al concepto de autonomous sensory meridian response (respuesta sensorial meridiana autónoma en español, una sensación física y psicológica de calma y tranquilidad ante ciertos estímulos auditivos). “Realmente sentía placer al escuchar y mirar sus joyas”, repite. De hecho, está convencida de que no habría sido diseñadora de joyas de no ser por su abuela paterna, a la que recuerda como una mujer elegante y un poco intimidante.

Victoire de Castellane ultima los detalles del desfile en el lago de Como.
Victoire de Castellane ultima los detalles del desfile en el lago de Como.Sophie Carre

Con solo tres años, la pequeña Victoire pidió tener su propio joyero, a imagen del de su aristocrática abuela, para guardar un brazalete de plástico en forma de serpiente. Con 5 años, desmontó una pulsera tipo charm y convirtió los colgantes en unos pendientes. Con 12, llevó sus medallas de la primera comunión a un orfebre para que las fundiera e hiciera de ellas un anillo. Con 16, transformó unos pendientes con dos corazones de amatistas en una sortija. Con 21, ya diseñaba joyas para la casa Chanel, bajo las órdenes de Karl Lagerfeld. Su tío Gilles Dufour era la mano derecha del káiser de la moda. “Pero entré a Chanel por casualidad”, aclara De Castellane. “En esa época tenía un amigo que trabajaba en el departamento de prensa de la casa y fue así como empecé a trabajar allí”.

Victoire de Castellane tardó más de un año y medio en desarrollar toda la colección de alta joyería.
Victoire de Castellane tardó más de un año y medio en desarrollar toda la colección de alta joyería.Piotr Stoklosa

En 1998, Bernard Arnault, propietario del gigante del lujo LVMH y actualmente el hombre más rico del mundo, la convenció para que cambiara Chanel por Dior. Con 35 años, De Castellane ya era directora artística de la maison. Más de 25 años después, es una de las creativas más antiguas de la casa, superando con creces al mismísimo Christian Dior —el fundador solo estuvo una década al mando de la dirección creativa de la firma que lleva su nombre— y a otros modistas legendarios que pasaron por el número 30 de la Avenue Montaigne, como Yves Saint Laurent o Gianfranco Ferré. “Sí, soy una veterana, pero al mismo tiempo me siento como si tuviera cinco años y fuera esa niña que está jugando encerrada en su habitación, al fondo del pasillo. Y prefiero seguir así. Me gusta estar al fondo del pasillo, lejos de los adultos”, dice. Eso lo aprendió de Lagerfeld, su mentor, que falleció en 2019, con 85 años. “Fue él quien me transmitió la idea de que uno puede disfrutar y divertirse trabajando en algo serio. El trabajo no debería estar reñido con la diversión”.

La inspiración floral nunca es literal en las piezas de De Castellane.
La inspiración floral nunca es literal en las piezas de De Castellane.Sophie Carre

De Castellane lleva toda su vida intentando huir del “mundo de los adultos”, pero los adultos la adoran y veneran su trabajo. A comienzos del mes de junio, presentó la colección de alta joyería más grande de su carrera con un desfile nocturno en los jardines de Villa Erba, un palacete de tintes neorrenacentistas a orillas del lago de Como, en el norte de Italia. Les Jardins de la Couture, que es como la llamó, está conformada por 170 piezas; 49 de ellas son únicas en su tipo. Tardó más de un año y medio en desarrollarla. “Me inspiré en un jardín imaginario, en el jardín de monsieur Christian Dior. Él forjó la identidad de la casa y todos los diseñadores de la maison seguimos trabajando sus códigos más queridos: la rosa, el cannage…”, explica.

La presentación de alta joyería en Italia giró en torno a los jardines de Christian Dior.
La presentación de alta joyería en Italia giró en torno a los jardines de Christian Dior.Joséphine Löchen

Insiste en que el jardín en el que se inspiró para esta colección no existe más que en su mente, pero algunas piezas evocan sitios como Granville, Milly-la-Forêt o Montauroux, lugares que fueron clave en la vida y la obra de Christian Dior. Desde que presentó el new look en 1947, el modista recurrió muchas veces a los recuerdos de su niñez en Normandía y en su castillo en Fayence para crear sus colecciones: las faldas tipo corola, las rosas bordadas o brocadas, los adornos florales, los estampados pastorales, la toile de Jouy… Victoire de Castellane ha cogido el testigo de monsieur Dior y ha traducido esos códigos en sus joyas, aunque la inspiración floral nunca es literal en sus piezas. Presenta los motivos de manera arquitectónica, casi abstracta, pero se intuyen los parterres de brillantes, los ópalos dispuestos como si estuvieran cuidadosamente plantados y las gemas engastadas como pétalos. Algunos de los planteamientos de esta colección revelan pequeñas decoraciones imaginarias, la escenografía poética de un teatro en miniatura donde las flores, las mariposas y los arcoíris están entrelazados.

Doble anillo en oro amarillo, diamantes y diamantes amarillos, y laca brillante.
Doble anillo en oro amarillo, diamantes y diamantes amarillos, y laca brillante.

Las técnicas y texturas de la alta costura son otras fuentes de inspiración para la diseñadora. Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior, creó 42 vestidos exclusivamente para la presentación de la colección Les Jardins de la Couture en el lago de Como. “Fue muy fácil trabajar con Maria Grazia. Nos vimos solo una vez. Le enseñé los dibujos y colores de las joyas y, basándose en eso, ella fue creando los vestidos. Las prendas me fueron llegando por separado y yo tenía que elegir la pieza adecuada para cada una. Pero no me llegaron todas a la vez. Esa fue la parte más ardua”, reconoce.

Collar en oro blanco y amarillo, diamantes, zafiros rosas, esmeraldas y rubíes granates y púrpuras, a juego con anillos y pulseras. Todo de Dior Joaillerie.
Collar en oro blanco y amarillo, diamantes, zafiros rosas, esmeraldas y rubíes granates y púrpuras, a juego con anillos y pulseras. Todo de Dior Joaillerie.

Tras el desfile, casi a medianoche, con el cielo iluminado por un espectáculo de fuegos artificiales, la diseñadora recibió una ovación. Entre los invitados estaban los clientes más importantes de Dior Joaillerie, llegados de todas partes del mundo, y celebridades como la aristócrata Beatrice Borromeo Casiraghi o las actrices Rosamund Pike, Elizabeth De­bicki y Michelle Yook. Delphine Arnault, nueva presidenta de Christian Dior y heredera del gigante del lujo LVMH, aplaudió con mucho entusiasmo la colección. Victoire recibió las felicitaciones y elogios rodeada de su familia. Estaban su marido, el conocido director de arte Thomas Lenthal, y sus cuatro hijos; su hermana, Mathilde Favier, directora de relaciones con celebridades de Dior, y su prima, Cordelia de Castellane, responsable creativa de Dior Home, la línea que tiene la maison para el hogar.

Piezas de la colección de alta joyería Les Jardins de la Couture.
Piezas de la colección de alta joyería Les Jardins de la Couture. Piotr Stoklosa

A la mañana siguiente, las joyas se enseñaron en los jardines del lujoso Hotel Villa d’Este, en el pueblo de Cernobbio. Antes del mediodía, muchas de las piezas más importantes de la colección ya se habían vendido. En menos de 24 horas, gran parte de las creaciones de De Castellane, que acababan de salir del taller, ya tenían dueño. “Llevar una joya te puede hacer sentir más fuerte, más poderoso, protegido… Es un sentimiento muy arcaico”, reflexiona. Las suyas consiguen generar todas esas sensaciones. Eso explica por qué lleva más de dos décadas en la maison, una proeza en el siempre cambiante negocio de la moda. “Estoy en una casa de moda, pero no trabajo siguiendo las reglas o los tiempos de la moda. Yo voy más allá, trasciendo la moda”, apunta. “Además, los tiempos de producción de una joya y de una prenda de ropa son muy distintos. En la moda se produce una colección en dos meses, mientras que una colección de alta joyería exige dos años de trabajo. Lo importante para mí es no cansarme”.

La diseñadora ideó la escenografía poética de un teatro en miniatura donde las flores, las mariposas y los arcoíris están entrelazados.
La diseñadora ideó la escenografía poética de un teatro en miniatura donde las flores, las mariposas y los arcoíris están entrelazados.Joséphine Löchen

Por ahora, no da señales de fatiga. Presenta al menos dos colecciones al año, aunque admite que ya ha perdido la cuenta de cuántas ha hecho en estos 25. Desde que Kim Jones asumió las riendas de Dior Men, la línea masculina de Dior, también diseña una pieza única de alta joyería para cada colección del creador inglés. Empezó diseñando el colgante Cactus Jack, un collar de perlas acabado con un cactus y flores de la pradera, para la temporada primavera-verano 2022 que ideó Jones junto a la estrella tejana del rap y productor Travis Scott. “Siempre quise hacer algo con Victoire. Creo que es bonito trabajar con todos los aspectos de Dior. Es una casa en la que hay que trabajar con todo el mundo”, explicó Jones el verano pasado. “Para mí las joyas no tienen género. Pueden llevarlas mujeres y hombres de manera indistinta. Si me remonto a la historia, los reyes y los marajás ya llevaban collares de perlas y broches”, señala De Castellane a El País Semanal. Le encanta ver a un hombre llevando algunas de las creaciones que pensó para una mujer. “Mi padre, por ejemplo, solía usar joyas. Quizá él fue mi primera influencia, incluso antes que mi abuela”, dice.

Anillos, pendientes y collar Rose Dior. La rosa es un código icónico de la casa.
Anillos, pendientes y collar Rose Dior. La rosa es un código icónico de la casa.Pierre Mouton

Ella es la última de una larga saga que lleva siglos dictando cátedra sobre estilo en Francia. Su tatarabuelo, Boni de Castellane, fue una personalidad emblemática de la belle époque, considerado como el hombre más elegante de su tiempo. Pero De Castellane rehúye ese término. “No sé si el concepto de elegancia exterior tiene sentido hoy en día porque los códigos han cambiado. Hay unos clichés que quedan, como los cánones de la belleza clásica, pero la elegancia, tal y como estaba concebida hasta ahora, ya no tiene sentido”, dice. Entonces, ¿qué es ser elegante? “Para mí significa ser respetuoso y amable con los demás”, responde con su voz suave. Como dicen los franceses: Touché.

Anillos y brazaletes en oro blanco, amarillo y rosa, diamantes, platino, madreperla, zafiros granates, azules, rosas y amarillos, turmalinas y esmeraldas, de la colección de alta joyería Les Jardins de la Couture.
Anillos y brazaletes en oro blanco, amarillo y rosa, diamantes, platino, madreperla, zafiros granates, azules, rosas y amarillos, turmalinas y esmeraldas, de la colección de alta joyería Les Jardins de la Couture. Joséphine Löchen

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Sobre la firma

Martín Bianchi
Martín Bianchi Tasso es coordinador de Estilo de Vida en El País Semanal y además colabora con la sección de Gente de EL PAÍS. Fue redactor jefe de la revista ¡Hola!, jefe de Sociedad en Vanity Fair y jefe de Gente y Estilo en Abc.

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