Año de Gloria Fuertes
El mejor homenaje a Gloria Fuertes por su centenario es acercar la poesía a los niños y a los jóvenes. En el instituto de Llanes escribieron sus propios poemas liberados de todos los corsés, para que fueran descalzos, desnudos, rebeldes, como los de ella, como ella misma fue. Los más jóvenes crearon Oraciones gramaticales, Cosas que me gustan, poemas del no o del sí, sus propias Autobiografías, como la de ella. Los mayores, que han terminado ya esta etapa de sus vidas, volcaron su sensibilidad en gloriosos poemas de autoconocimiento en los que nos hablaban del tiovivo de la vida, del antes y el después, de las cadenas que condenan a las mujeres, del amor, de la mariposa que se fue convirtiendo en oruga, etcétera... Como quisieron Gloria y Federico, que no se acabe nunca la madeja de la poesía.— Luis de Luxán Meléndez. Porrúa, Llanes (Asturias).
