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Tentaciones
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¿Por qué nos enganchan los telefilmes de sobremesa de Antena 3?

Hablamos con expertos en televisión y con actores del género para desentrañar el misterio de los sábados por la tarde

Enrique Alpañés

Es sábado por la tarde, el momento ideal para llevar a la práctica el tan cacareado plan de sofá, peli y manta. Después de hacer frente a otro lugar común que involucra al sofá y a la manta (¿en tu casa o en la mía?) te enfrentas a una cuestión más compleja: ¿qué ver? Las opciones son muchas pero después de un infructuoso zapeo acabas poniendo la película de sobremesa de Antena 3. No te preocupes, no eres el único. Con una media de share que oscila entre el 15 y el 20%, el Multicine de Antena 3 es el guilty pleasure más longevo de la televisión. La cadena lleva repitiendo fórmula desde hace más de 15 años. Primero con una película, después con dos y en los últimos años con tres. De telediario a telediario. No es de extrañar, teniendo en cuenta que estos films son baratos (unos 100.000 euros, según fuentes del sector, frente al millón que pueden alcanzar los blockbusters) y suelen ser líderes de audiencia frente a películas del Hollywood más reciente. Los datos de audiencias no dan lugar a dudas, nos encantan los telefilms, pero ¿por qué?

“En el cine convencional puedes bucear en el personaje, profundizar. Aquí hay 22, 23 días de rodaje. Y eso es todo”

Erol Sanders, actor de telefilmes

Muchos televidentes critican que estas películas tienen poca imaginación, que en ellas se repiten clichés y estereotipos, pero es precisamente este punto el que se consolida como su principal arma en la guerra por captar la atención del público. Los telefilms de Antena 3 han conseguido lo que no consigue ninguna programación llena de taquillazos o películas de autor: fidelizar a la audiencia. El espectador medio pone Antena 3 porque sabe qué va a ver. “El género es muy parecido”, reconoce Javier Iriarte Moreno, subdirector de programación de Atresmedia, “todas las películas tienen el mismo look, son como series con capítulos autoconclusivos, solo que aquí los protagonistas cambian”. ¿Y qué es lo que tienen las series que no tienen las películas (si excluimos las sagas, que vienen a ser series de gran presupuesto y pocos capítulos)? Efectivamente: fans.

Laura no quiere dar su apellido, pero no le importa decir su edad, 30 años, y su profesión, traductora. Esta vallisoletana de gustos dispares se confiesa fan de las películas de sobremesa de Antena 3. Hace unos años “cuando empezó la fiebre de las páginas de fans en Facebook”, dedicó una a este tipo de películas. “Al principio era un lugar donde comentar lo que ponían, sin grandes pretensiones”. Hoy su página se actualiza semanalmente con la programación de telefilms de Antena 3 y se ha convertido en el punto de encuentro de cientos de fans que comentan y preguntan a Laura por películas, actores y argumentos. “A veces tengo la sensación de que le estoy contando cosas a gente que lo sabe todo”, confiesa. También hay quejas. La retransmisión de la Fórmula Uno y la repetición de películas son las más recurrentes. “Hay gente que se cree que trabajo para Antena 3, pero yo hago esto por placer”. El caso de Laura, mujer de mediana edad, con estudios y cultura cinematográfica (“también veo cine convencional, ¿eh?”) representa bastante bien al espectador medio de este tipo de films. Ella confiesa que las películas le parecen “más bien malas”, pero destaca como virtud “ese dramatismo exagerado que tienen” y el horario en el que se emiten. “Después de comer estás un poco aplatanado, no quieres una peli muy sesuda”, argumenta.

En Antena 3 tienen a un grupo de expertos en telefilms que visiona todas las novedades del sector y capta tendencias, nuevos autores, buenos productos…

Iriarte Moreno añade otro factor para explicar el éxito de sus telefilms: la calidad. “Lo que pasa es que tienen un lenguaje diferente al del cine”, argumenta, “son más rápidos, más televisivos. Aquí en el minuto cinco ya ha pasado algo que engancha y atrae, en las películas de cine se presenta a los personajes con calma. Allí buscan calidad cinematográfica, premios… aquí es entretenimiento puro y duro”. Y se puede hacer entretenimiento con y sin calidad. En Antena 3 tienen a un grupo de expertos en telefilms que visiona todas las novedades del sector y capta tendencias, nuevos autores, buenos productos… Podríamos decir que es un trabajo peculiar, pero también que es importante. Son ellos quienes asesoran a los directivos de la cadena sobre qué comprar en las distintas ferias del sector.

El Festival de Cannes, la Berlinale… Lejos de las alfombras rojas hay un mercado de productores. El del cine convencional atrae pocos flashes, el de los telefilms pasa casi desapercibido. Aquí es donde se compran las películas que después veremos plácidamente en el sofá. Donde el conocimiento previo (el trabajo de los expertos en telefilms) juega a favor de Antena 3. Las películas se compran por paquetes, muchos de ellos temáticos. Fijate en la próxima película que veas. ¿Se desarrolla en una localización paradisíaca y tiene romance y lujo en cada fotograma? Probablemente pertenezca a la serie de telefilms alemanes Dream Hotel. ¿La protagonista es una chica de 17 años? Mira el título de la película, seguramente tenga esa cifra, el 17, en él. Pertenece a la serie A los 17, en la que se engloban cerca de 20 producciones: embarazada a los 17, secuestrada a los 17, desaparecida a los 17… Si hay una persona que hace rematadamente bien su trabajo lo más probable es que pertenezca a la serie La perfecta: la secretaria perfecta, la amante perfecta, la… en fin, se hace una idea de cómo funciona, ¿no?

Con una media de share que oscila entre el 15 y el 20%, el Multicine de Antena 3 es el 'guilty pleasure' más longevo de la televisión

Los telefilms son un género en sí mismo y como tal, tienen variantes y subgéneros muy específicos. Al igual que en el cine convencional, hay modas, aunque las limitaciones presupuestarias y el público objetivo al que van dirigidos hace que estas vayan por otros derroteros (se antoja harto complicado que este mercado vaya a hacer propia, por ejemplo, la moda de los superhéroes). De entre todas las tendencias que han afectado a la industria de los telefilms quizá la que más caló en el imaginario colectivo fue la de las películas basadas en hechos reales. “Fue tendencia hace años”, asegura José Antonio Antón, director de programación de Atresmedia, “ahora sigue habiendo, pero mucho menos. Es como la moda de los biopics, tuvo su momento, después decayó”. Ahora, (y siempre, en realidad) el género de moda se denomina woman in jeopardy y a grandes rasgos cuenta la historia de una mujer de mediana edad que se enfrenta a un inesperada amenaza. Este es el argumento del éxito. “Y si la trama involucra a su hija adolescente, mejor todavía”, añade Iriarte Moreno. Las cintas navideñas ya son un clásico y desde hace un par de semanas inundan la programación del fin de semana. Estamos a punto de entrar en un bucle navideño-pasteloso que durará hasta principios de enero. Avisado quedas.

Pretty Womans, Georges Clooneys y rodajes exprés

Este género tiene su propio universo, sus propias Pretty Woman (películas que aguantan las reposiciones en bucle sin desgastarse) y sus Georges Clooneys. Cuando hablamos de galanes y de actores fetiche, Laura lo tiene muy claro: “Erol Sander es el rey. Las películas alemanas no son las favoritas de las fans, pero cuando sale él la cosa cambia”.

Erol Sander se ríe a través del teléfono con un deje de sorpresa. “No sabía que tuviera fans en España”, acierta a decir. Este actor turco-germano tiene un pasado de modelo para marcas como Dior, Armani o Dolce & Gabbana. También ha probado en el teatro, en escenarios como la ópera de París, y en el cine de Hollywood de la mano de Oliver Stone, de quien es pariente lejano. Ha participado en películas tan famosas como Alejandro Magno. Pero si por algo es conocido Sander es por haber participado en más de 60 telefilms alemanes. Al principio se especializó en comedias románticas “era eso o hacer anuncios”, recuerda mientras aclara que ahora tiene la posibilidad de elegir entre muchas más ofertas. “Aquí lo importante es el guión”, explica Sander, “siempre hay que fijarse en el libro porque luego a la hora de rodar es todo muy rápido”. Esa es la principal diferencia con el cine comercial, reconoce el actor, “allí puedes bucear en el personaje, profundizar. Aquí hay 22, 23 días de rodaje. Y eso es todo”. Sander defiende el buen trabajo propio y el de sus compañeros aduciendo sobre todo esta falta de tiempo. “Siempre hay que estar preparado”, resume. “Y sale adelante porque la gente está realmente involucrada”. En cuanto al resultado, el actor es claro: “No hago ninguna diferencia entre mis películas de Hollywood y mis telefilms. No puedo decir que todos tengan calidad, pero puedo asegurar que trabajamos muy duro para que sean competitivos en Europa. Y para ser competitivo hay que tener calidad”.

Holanda, Francia, Austria, Italia o España son el mercado natural de sus productos. Una película suya puede llegar a emitirse en media Europa acumulando hasta 17 millones de espectadores, más distribución y más público del que suele tener una producción cinematográfica germana media. Nadie puede negarles, pues, la ansiada competitividad. Que vaya acompañada de calidad es una cuestión subjetiva, pero a fin de cuentas la finalidad de las películas, y no hablamos solo desde un punto de vista económico, es llegar al máximo de espectadores. Se puede asegurar sin miedo a equivocarse que los telefilms de Antena 3 cumplen ese cometido. Con creces.

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Sobre la firma

Enrique Alpañés
Licenciado en Derecho, máster en Periodismo. Ha pasado por las redacciones de la Cadena SER, Onda Cero, Vanity Fair y Yorokobu. En EL PAÍS escribe en la sección de Salud y Bienestar

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