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EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Newton da el paso a ‘Rosetta’

El físico presumió de que sus ecuaciones podían predecir exactamente los misteriosos movimientos de los cometas, y estaba en lo cierto

SOLEDAD CALÉS

Las cosas quietas en el cielo son seguramente menos estimulantes para la mente inquisitiva que las que se mueven. Los estallidos de supernovas han tenido un papel protagonista en la historia de la física, y los cometas ocupan su mismo centro lógico desde tiempos de Newton, que presumió de que sus ecuaciones podían predecir exactamente los misteriosos movimientos de estos objetos en el cielo nocturno. Newton estaba en lo cierto: la sonda Rosettade la Agencia Europea del Espacio (ESA) acaba de ponerse en órbita de un cometa con la sola ayuda de sus ecuaciones.

El cometa se llama 67P/Churyumov-Gerasimenko y es una especie de pato de goma de cuatro kilómetros de eslora, hecho de hielo y polvo y apegado en estos tiempos al espacio entre Marte, nuestro vecino rojo, y Júpiter, el gigante gaseoso del Sistema Solar. Chury-Gera, si se nos permite el alivio de la abreviatura, da una vuelta al Sol cada seis años y medio, y está ahora de nosotros a más del triple de la distancia que nos separa del astro. No en vano, la sonda Rosetta salió de la Tierra hace 10 años y pico, y ha llegado más lejos de lo que cualquier homo sapiens haya estado de su casa en la —no muy larga— historia de la especie.

A medida que Rosetta se ha acercado estos días a Chury-Gera, sus sensores han ido tomando datos valiosos sobre el cuerpo celeste, sobre su forma, su temperatura y su composición, unas evidencias que los laboratorios de tierra se pasarán investigando durante años. El cometa, sabemos ahora, está formado en realidad por dos lóbulos unidos por un cuello, como las pesas de un artista de circo, pero con una mayor que otra (de ahí el pato de goma). Los científicos quieren seguir los procesos que acompañarán a partir de ahora su acercamiento al Sol.

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Rosetta se pondrá en órbita de Chury-Gera —ya una proeza en sí misma— y le acompañará en su acercamiento al Sol. En noviembre mandará al cometa una sonda (Philae) que desplegará unas patas y se posará en su núcleo para tomar toda clase de datos. Con lo que las fórmulas del movimiento y la gravitación que escribió Newton en el mismo origen de la revolución científica han logrado su última proeza.

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