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El 90% de los colegios concertados cobra cuotas y uno de cada cinco incluye materias obligatorias en las actividades de pago

Los centros de la Comunidad de Madrid son los que más a menudo añaden complementarias de inglés o matemáticas dentro del horario escolar

Alumnas de un colegio concertado de Barcelona, en una imagen de archivo. 


Foto: Josep García. Bellaterra 07/06/2011 Reportaje sobre la escuela colegio La Vall sólo para niñas chicas que aparecen durante la media hora de patio para un tema sobre segregación. Foto Josep Garcia
Alumnas de un colegio concertado de Barcelona, en una imagen de archivo. Foto: Josep García. Bellaterra 07/06/2011 Reportaje sobre la escuela colegio La Vall sólo para niñas chicas que aparecen durante la media hora de patio para un tema sobre segregación. Foto Josep GarciaJosep Garcia
Ana Cristina Basantes

La inmensa mayoría de los colegios concertados (el 90%) cobra cuotas mensuales a las familias, según el estudio que anualmente publican la Asociación de Colegios Privados e Independientes (Cicae) y la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (Ceapa) a partir de una encuesta que este año ha llegado a 326 centros educativos de siete comunidades (Galicia, País Vasco, Aragón, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía). El informe, que registra un aumento de tres puntos con respecto al anterior en el porcentaje de concertados que cobran cuotas, señala además que uno de cada cinco (19,32%) colegios privados sostenidos con fondos públicos (precisamente para garantizar la gratuidad de sus enseñanzas) cobran por actividades extraescolares de refuerzo de contenidos curriculares como inglés, matemáticas o pensamiento lógico. Además, las ofrecen dentro del horario escolar, por lo que solo se puede acceder a ellas si sus padres pagan las cuotas mensuales. Así lo han denunciado este miércoles Cicae y Ceapa ―la principal federación de familias de alumnos de la escuela pública― durante la presentación de su VII Estudio de Cuotas y Precios de Colegios Concertados.

La principal patronal de la enseñanza concertada, Escuelas Católicas, ha rechazado en un comunicado las conclusiones de la investigación, que ha considerado parte de una “campaña de desprestigio” contra su modelo educativo. “Nos oponemos a la existencia de cualquier cuota obligatoria por la impartición de la enseñanza objeto de concierto”, ha dicho Escuelas Católicas, que diferencia “las aportaciones voluntarias que puedan recibir algunos centros de padres, exalumnos, benefactores, etcétera [...], perfectamente legales, por su carácter voluntario y estar destinadas a un fin de interés general, como es la enseñanza”.

El trabajo de Cicae y Ceapa presenta, dentro de ese 90% de centros, diferencias significativas entre comunidades. Por ejemplo, en Cataluña y la Comunidad de Madrid cobran el 100% de los concertados analizados. En esta última comunidad, el 51% obliga a pagar la cuota, el 31% excluye de las actividades al estudiante que no las paga y el 18% asegura que es un aporte voluntario. El 34,51% de los colegios concertados en Madrid son los que añaden más “actividades complementarias” de inglés, matemáticas o lectura dentro del horario escolar.

La cuota mensual promedio más alta se cobra en Cataluña (191,4 euros), seguida del País Vasco (160,31) y Madrid (119,5). Las medias más bajas están en Galicia y Aragón, en torno a 38 euros. La vicepresidenta de Ceapa, Leticia Cardenal, lamenta que año tras año las administraciones no pongan freno al “negocio” de las cuotas en centros concertados. “Se permite que haya colegios que negocian con una hora lectiva extra”. Algo que, explica, provoca la segregación del alumnado.

La directora general de Cicae, Elena Cid, explica que, en el caso de las actividades complementarias, no se está cumpliendo con la ley, pues estas no se pueden ofrecer dentro del horario lectivo. Además, para Cid, clases como el inglés o la lectura son esenciales para los menores. “Son servicios con un contenido curricular obligatorio, no es un concepto en el que la familia puede decidir”, enfatiza. Cid añade que continuar cobrando cuotas por materias clave va contra el derecho a la gratuidad y es discriminatorio para los padres y madres que no pueden pagar. El artículo 88 de la nueva ley educativa (Lomloe) establece que “las actividades complementarias que tengan carácter estable no podrán formar parte del horario escolar del centro”. Pero muchos colegios continúan ofreciéndolas en horario lectivo, según el informe.

El estudio revela asimismo que un 27% de los centros no da detalles del horario ni del contenido de estas tareas extracurriculares. Uno de los centros consultados, dice el informe, lo llama actividades complementarias y luego “envía los precios, justificándolo como la ampliación del horario en una hora más”. La directora de la investigación, Amparo Núñez, asegura que las supuestas actividades complementarias “son importantes como para renunciar” a ellas. Y explica que otro de los hallazgos es la “paquetización” de muchas actividades extracurriculares para vincularlas a asignaturas obligatorias, con el objetivo de convencer a las familias de que paguen por ellas. “No se trata de paquetes divisibles, sino de completos a los que es muy difícil renunciar en el caso de que realmente fueran voluntarias”, asegura.

Las familias, de ese modo, se ven obligadas a pagar las cuotas en un momento de dificultades económicas para muchas de ellas. El regreso al cole se ha convertido en una carga para los hogares en medio de una crisis de inflación cada vez más aguda. Solo el año pasado, el 27% de los padres y madres tuvo problemas para afrontar los gastos escolares, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios.

En el 76 % de los colegios que cobran, según el estudio, no existe voluntariedad porque es obligatorio o porque excluye a los niños de las actividades que realizan dentro del horario del centro si no se abona. Las comunidades donde la obligatoriedad de las cuotas está más extendida son el País Vasco y Cataluña, pero es en la Comunidad de Madrid donde hay más colegios que presionan a los padres para que paguen y así no excluyan a los alumnos. Solo 12 colegios de los 326 analizados explican a las familias que se trata de una aportación voluntaria.

Elena Cid asegura que en la última década la situación ha ido empeorando más y las cuotas se han incrementado. Añade que se trata de una situación conocida por el Defensor del Pueblo, pero que las denuncias deben venir desde las familias y eso no ocurre muy a menudo. Cardenal, por su parte, añade que en Ceapa trabajan en buscar una manera para canalizar las quejas. “No entendemos cómo una familia puede asumir un coste por 13 años sin saber lo que va a tener que pagar”, insiste Cid.

Escuelas Católicas califica de “campaña de desprestigio”

Escuelas Católicas, la patronal de los centros concertados religiosos de España, ha publicado este miércoles un comunicado en el que califica de “campaña de desprestigio” el informe presentado por Ceapa y Cicae. Cuestionan el estudio porque, según explican, se han seleccionado los colegios y las comunidades autónomas para buscar “el resultado deseado”.

Sobre el cobro de cuotas mensuales en los colegios concertados, Escuelas Católicas ha negado las acusaciones y ha pedido que se informe a las autoridades de los casos conocidos. Aseguran que las “aportaciones voluntarias” que reciben son “legales” y están destinadas a la educación de los estudiantes. “Nos oponemos a la existencia de cualquier cuota obligatoria por la impartición de la enseñanza”.

La patronal denuncia también la grave situación económica en los centros concertados. La cuantía del concierto percibida por la Administración “no cubre ni el 50% de los gastos” de funcionamiento, sostienen. “Atacar a la enseñanza concertada es atacar un modelo educativo reconocido socialmente y elegido por millones de familias”, finaliza el comunicado de la organización.

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Sobre la firma

Ana Cristina Basantes
Periodista de la sección de Sociedad. Comenzó su carrera en Ecuador, donde cubrió derechos humanos, género y migración. Ha escrito sobre medio ambiente y pueblos y nacionalidades indígenas en el medio 'Mongabay Latam'. Licenciada en Comunicación en Prensa Radio y TV y máster en Periodismo UAM- EL PAÍS. Premio Roche 2021 con 'Huir Migrar y Parir'.

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