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Igualdad de oportunidades
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La segregación laboral de género y la ansiedad en matemáticas

Es necesario dar mayor voz a referentes femeninos en el ámbito de las ciencias para atraer a más mujeres

Igualdad de oportunidades
Diego Mir

En España, al igual que en la gran mayoría de nuestro entorno, hombres y mujeres tienden a ocupar empleos distintos, optando por ocupaciones y sectores que tradicionalmente se han asociado con su género. A pesar de la creciente incorporación de la mujer en el mercado laboral, así como de los cambios en las normas sociales, la segregación persiste, sin apenas haber mejorado en las últimas décadas. Este desafío continúa siendo significativo en España.

La segregación laboral tiene consecuencias negativas tanto en términos de eficiencia económica como de equidad. Una que preocupa de manera particular es la baja presencia de las mujeres en todos aquellos ámbitos de STEM (acrónimo en inglés de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). Estos empleos, caracterizados por salarios elevados y buenas condiciones laborales, se encuentran cada vez más demandados, sin que las empresas puedan en muchos casos cubrir estas vacantes. El hecho de que las mujeres no opten por estos empleos, a pesar de que su apuesta por estudios superiores es firme, nos debe hacer recapacitar sobre lo que puede haber detrás de esta presumible falta de motivación de las mujeres con vistas a dirigirse a estos empleos.

La falta de perfiles en STEM tiene raíces profundas, impulsadas por elecciones tomadas tanto por las empresas como por la propia población trabajadora. Desde el lado de los empleados, se observan ya desde etapas educativas tempranas brechas de género importantes en las aspiraciones, preferencias laborales y actitudes hacia las matemáticas que llevan a hombres y mujeres a acceder al mercado laboral de manera diferenciada. Comprender la importancia relativa de todos estos elementos es crucial para diseñar estrategias que aborden la segregación ocupacional de manera efectiva.

Para profundizar en las razones que pueden contribuir a esta segregación, desde la Fundación ISEAK hemos realizado un estudio partiendo de dos encuestas a casi 6.000 personas. La primera, representativa de la sociedad adulta española, tratar de entender qué hay detrás de sus elecciones sobre su empleo actual. La segunda, dirigida a 600 jóvenes entre 15 y 18 años, explora sus preferencias y percepciones sobre cuestiones relacionadas con el ámbito STEM, desde su aplicabilidad o utilidad para retos actuales como si se visualizan a sí mismas/os en este tipo de empleos en el futuro.

Los resultados del estudio son muy contundentes: la elección de los estudios es crucial para entender la posterior segregación ocupacional. Los estudios de ámbito técnico llevan a mujeres a empleos con menor presencia femenina, y a hombres a empleos con mayor presencia masculina. Por el contrario, los estudios en los ámbitos de la sanidad, la educación y los cuidados derivan a las mujeres a empleos con mayor presencia femenina y alejan a los varones de empleos con mayor presencia masculina. Por otra parte, la ansiedad por las matemáticas es el factor más importante a la hora de comprender por qué las personas no se decantan por estudios STEM, mientras que les dirige hacia estudios relacionados con la sanidad, la educación o la lengua. Además, si bien el impacto de la ansiedad sobre la elección de estudios afecta tanto a los jóvenes varones como a las mujeres, estas sufren niveles de ansiedad ante las matemáticas claramente superiores, incluso si se comparan chicos y chicas con similares resultados en las competencias en esta materia.

Además de esta mayor ansiedad ante las matemáticas, encontramos que las chicas adolescentes consideran, en mayor medida que sus homólogos varones, que las matemáticas son muy abstractas y poco útiles para el día a día. Por otra parte, ellas ven mayores dificultades de compatibilizar empleos relacionados con las matemáticas con la vida personal. Todos estos elementos pueden ayudarnos a entender por qué en primera instancia las mujeres jóvenes no se dirigen hacia estudios de ámbito STEM, lo que posteriormente les aleja de estos empleos.

Ante estas evidencias, hemos realizado un experimento para comprobar si un cambio de “discurso” frente a las matemáticas podría mejorar la percepción de las personas adolescentes sobre el ámbito STEM. Para ello, hemos mostrado, a la mitad de la muestra al azar, un breve vídeo de una mujer matemática experta en divulgación (Clara Grima). En él, se enfatizan cuestiones como la utilidad de las matemáticas para lograr avances en temas de salud, desigualdad o cambio climático, o la necesidad de que más mujeres dirijan sus estudios y empleos hacia estas áreas para avanzar más sobre los síntomas de enfermedades graves que afectan de manera diferente a hombres y a mujeres. Los resultados confirman que esta información sí surte un efecto positivo para la percepción de la utilidad de las matemáticas, tanto en ellos como en ellas. Y también tiene un efecto positivo en las aspiraciones laborales de las personas adolescentes (más acusado en ellas que en ellos) y en la percepción de las mujeres sobre los empleos relacionados con las matemáticas.

De estas evidencias surgen posibles actuaciones que podrían implementarse para atajar una segregación de género que provoca ineficiencias claras en el mercado laboral. Por un lado, es necesario disminuir la ansiedad de chicos y, sobre todo, chicas ante las matemáticas. Para ello, ciertos programas de tutorías personalizadas en el ámbito de las matemáticas han supuesto casos de éxito. En determinados contextos, intervenciones diseñadas a cambiar la mentalidad, recalcando “el fracaso como mejora”, han sido también efectivas. Por otro lado, es necesario dar mayor voz a referentes femeninos en el ámbito de las matemáticas, o de las ciencias en general, para atraer a más mujeres a los ámbitos de estudio STEM. El experimento realizado nos revela que esta voz es efectiva. Además, una mayor orientación al alumnado en base a sus competencias mediante programas profesionalizados podrían fomentar la participación femenina en estudios STEM. Medidas como esta, además, reciben un amplio apoyo por parte de la ciudadanía, como también revela este estudio.

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