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Eurofragance, la empresa de los 10.000 aromas que tanto gusta en el golfo Pérsico

La productora de perfumes para terceros facturó 113 millones en 2022 y aspira a crecer en mercados como los países árabes, China e India

Eurofragance
Proceso de diseño y fabricación de perfumes en la empresa Eurofragance.

En España, nueve de cada diez personas se perfuman y el 63% lo hace a diario, según un estudio de Stanpa y Kantar. Además, el país es el segundo exportador global de perfumes, solo por detrás de Francia. En este sector pujante es en el que navega Eurofragance, productora y comercializadora de fragancias con las que elaboran sus perfumes las marcas internacionales de perfumería fina. Es el décimo grupo del sector en todo el mundo.

La empresa fue fundada en Barcelona en 1990 por Santiago Sabatés y el 100% del capital está en manos de él y sus cuatro hermanos, aunque años atrás contó con la participación del fondo de capital riesgo del Banco Santander. Su actual director general, el francés Laurent Mercier, que llegó a la empresa en 2013 y que ostenta este cargo desde 2018, define Eurofragance como una joven multinacional de 33 años “que toca todas las teclas donde hay un aroma”. Unas teclas que dejaron de sonar en la división de aromas alimentarios cuando la vendieron a la británica European Fragrance & Flavours hace más de una década. “Esta sección necesitaba una gran inversión en I+D. En una empresa con 50 millones facturación, que es lo que encontré a mi llegada en 2013, que vendía dos o tres millones con esta división, era un esfuerzo injustificable que no compensaba. Si quieres facturar 200 millones este no era el modelo. Hubo que concentrarse en una sola división, en fragancias”, argumenta Mercier.

El cambio de paradigma también incluyó la diversificación de producto, ya que antes del aterrizaje de Mercier la perfumería fina suponía un 90% de la facturación. Tras generar ingresos por 78 millones de euros en 2020 y alcanzar los 94 millones en 2021, en 2022 llegaron donde querían haber llegado el año de la pandemia. “Nos hemos puesto las pilas y subimos casi 20 millones en ventas, que han supuesto una facturación de 113 millones de euros”, explica el directivo. El 70% de las ventas se concentra en perfumería fina y el resto entre productos para el hogar y cuidado personal.

La empresa quiere repetir la apuesta de crecimiento en 2023, continuando con el plan estratégico iniciado en 2021 con el objetivo de sumar 45 millones en tres años, para lo que cuentan con clientes como el Grupo Inditex o Reebok en España, la italiana Liu Jo, la británica Gallivant o las emiratíes Lat­tafa o Ajmal, entre otras.

Pero no solo las grandes enseñas son sus clientes, también desarrollan fragancias para marcas blancas que les aportan un 30% de sus ventas en Europa; una zona que en su definición incluye España, Turquía, parte del Magreb y el norte de Europa. “El resto de Europa es un mercado muy maduro. Llegar a París e intentar vender a una empresa francesa que tiene 25 proveedores locales ofreciéndoles su producto es muy difícil. El esfuerzo no compensa”, subraya Mercier. Una razón por la que el fundador de Eurofragance no se empeñó en crecer en Europa y en sus comienzos decidió apostar por los países del golfo Pérsico, mercados que habían descuidado las grandes multinacionales y en los que los perfumes están en el top de venta. De ahí procede ahora el 60% de su facturación. “Las fragancias que se venden allí son muy caras, casi de nicho”.

En la actualidad, cuentan con tres fábricas operativas ubicadas en España, México y la última en llegar, en Singapur. “Este es un país en expansión, seguro y con mucho talento. Desde allí podemos llegar a Filipinas, Indonesia, Tailandia…”. Además, en enero pasado adquirieron la sociedad PT Euronindo Fragance, su socio estratégico en Indonesia, a donde llegaron hace siete años con el fin de reforzar su presencia en la región de Asia-Pacífico. Una inversión que ha tenido su cara B con la venta de su negocio en EE UU a OnScent, un movimiento que justifican para centrar sus esfuerzos en los mercados estratégicos de Oriente. Al margen de sus factorías, mantienen dos acuerdos de fabricación con socios en China y la India, “donde no hemos invertido dinero propio todavía”. China, añade, podría ser un impulsor de la venta de perfume. También en la India, un país en el que, comenta el directivo, hay mucho por hacer porque les gusta mucho perfumarse. “Es importante, pero no tienen el dinero de los chinos; estos invierten más en lujo. La India es más difícil y no tiene la infraestructura del gigante asiático, pero en fragancias a nosotros nos va mejor”, argumenta. Acaban de llegar a esos dos mercados y suman el 5% de las ventas actuales.

Rivales de gran pegada

Mientras, en España, las ventas de Eurofragance no alcanzan el 10% y confía en crecer entre un 25% y un 30% en los próximos tres años. “Los grandes como Puig han confiado su negocio a otras grandes empresas y quizá nosotros llegamos tarde a tocar su puerta. Es un punto débil que vamos a arreglar”, asegura. Un crecimiento para el que también cuentan con la vía inorgánica, aunque de momento no parece que les esté dando resultados positivos. “Miramos para invertir en Brasil, en la India… pero somos lo que somos y las grandes tienen más dinero. Jugamos con empresas que tienen cien veces más que nosotros. Además, no hay muchas empresas locales y las que están son propiedad de las marcas internacionales”.

Con una producción de 10.000 toneladas de fragancias al año, tienen más de 10.000 registradas que, de media, tardan entre tres y seis meses en elaborarse. Un proceso que confían a sus 400 empleados, 200 de ellos en España, de los que solo 16 son perfumistas, una profesión de élite por sus elevados salarios y por la competencia para retener el talento, que trabajan en los cuatro centros creativos que mantienen en México, Dubái, Singapur y España. Una actividad creativa en la que invierten el 10% de su facturación y que derivó hace dos años en el lanzamiento de L’Âme du Bois, un ingrediente que les convierte en objeto de deseo entre las grandes marcas perfumeras, que les ha costado más de cinco años y que llega de los residuos de los árboles. “Solo lo usan nuestros perfumistas y con él dan un toque especial a los productos. Crea fidelidad con las empresas y te escuchan. Si no lo tienes no te cogen el teléfono. De hecho, tenemos varios nuevos clientes desde su presentación. En los próximos 18 meses lanzaremos dos nuevos”, concluye.

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