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El cierre alcista de 2023 de Wall Street confirma el buen pronóstico de la economía estadounidense

Los tres índices bursátiles acumulan semanas de ganancias, pero destaca el tecnológico Nasdaq, que se apunta un 43%, su mejor desempeño desde 2020

Wall Street
Un peatón camina por Wall Street, el 29 de diciembre en Nueva York.EDUARDO MUNOZ (REUTERS)
María Antonia Sánchez-Vallejo

Ante la perspectiva de una política monetaria más flexible en 2024, la Bolsa estadounidense ha cerrado la última sesión del año ligeramente a la baja, lo que no empaña el notable impulso alcista registrado en los últimos meses del año, impulsando a los tres índices principales a ganancias mensuales, trimestrales y anuales. Durante 2023, los tres han registrado un crecimiento de dos dígitos.

Los analistas ven motivos para el optimismo de cara a 2024. El aterrizaje suave de la economía estadounidense, con la inflación domeñada, un consumo que no decae y un mercado laboral muy resistente, ha dado brío a las operaciones, notablemente en el S&P, que se apuntado ganancias de más del 20% este año.

Al cierre de los mercados, este viernes, los bulls del S&P 500 lograban la ganancia semanal más prolongada desde enero de 2004. Si bien el índice más amplio del mercado de valores estadounidense cerró hoy con una caída del 0,28%, dejándolo a poco menos de 30 puntos de un cierre récord, ha ganado un 24% este año, con un remate final de récord. Este año ha sido mucho más amable con el mercado que el anterior: el índice de referencia cayó alrededor de un 20% en 2022.

Como el S&P 500, el Dow Jones y el Nasdaq han registrado también nueve ganancias semanales consecutivas, la racha más larga desde principios de 2019. El industrial Dow Jones alcanzó múltiples máximos históricos en diciembre, incluidos récords en cada una de las últimas cinco sesiones de negociación. Este viernes bajó un 0,05% y cerró en 37.689. En 2023, se ha apuntado unas ganancias del 14%.

Pero ha sido el tecnológico Nasdaq la estrella más rutilante del año, pese a las turbulencias del sector (despidos masivos en las Big Tech, la disrupción de X, antes Twitter, y sus competidores, o la carrera por liderar la inteligencia artificial). Aunque bajó un 0,56% este viernes, cerrando en alrededor de 4769, ha subido un 43% en 2023, su mejor desempeño desde 2020. Sigue aproximadamente 1.000 puntos por debajo del máximo histórico que alcanzó en noviembre de 2021, lo que demuestra el horrendo año que las tecnológicas tuvieron en 2022 y cuánto margen le queda todavía para recuperarse.

Nvidia, el valor que arrasa

Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Nvidia, Meta Platforms y Tesla, el grupo de los llamados 7 Magníficos, dominaron el S&P 500 y se dispararon más del 100% en 2023. Nvidia se apuntó un 246%, Meta ganó un 184% y Tesla, pese a algunos problemas técnicos, se disparó un 130%. Cada uno de esos valores se había desplomado más del 50% en 2022.

La sede de Nvidia en Santa Clara (California).
La sede de Nvidia en Santa Clara (California).Marlena Sloss ( BLOOMBERG )

En el capítulo negativo, y para alegría del euro o el yen, entre otras divisas, el dólar estadounidense va camino de su peor año desde 2020. El índice del dólar estadounidense, una medida del desempeño de la moneda de reserva mundial frente a otras seis divisas, ha bajado más del 2% a lo largo del año. El billete verde se ha visto debilitado por la perspectiva de recortes de tipos el próximo año.

Con respecto a los bonos del Tesoro de EE UU, tras alcanzar casi el 5%, el rendimiento de los bonos a 10 años ha terminado 2023 por debajo del 4%. Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a más largo plazo retrocedieron a partir de noviembre y cerraron cerca de los niveles en los que se encontraban este verano.

Pese al optimismo con que analistas e inversores encaran 2024, no hay que descartar nubarrones en el horizonte. Tensiones geopolíticas (la guerra de Ucrania y el riesgo de disrupción del tráfico marítimo en el mar Rojo por la de Gaza) y las tensiones con China (y el rumbo de su economía, sobre todo del mercado inmobiliario) mantienen vigilante a Wall Street, aunque la resiliencia de la economía estadounidense ayuda. Hace un año, la inflación rondaba el 6,5%. Hoy, esa tasa se ha reducido a más de la mitad y se sitúa en el 3,1%. El gasto de los consumidores continúa a buen ritmo, mientras el desempleo no pasa del 3,7%, y de la crisis bancaria de la primavera, con la quiebra de varios bancos regionales, queda sólo el recuerdo. Nadie se atreve a cantar victoria, pero los resultados de la Bolsa demuestran que el fantasma de la recesión, que sobrevoló la economía estadounidense durante meses, parece haber sido conjurado.

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