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La venta de viviendas ahonda su caída y retrocede un 14% en agosto

El mercado inmobiliario experimenta en el octavo mes la contracción más abultada desde la pandemia

hipotecas
Viviendas a la venta en Sevilla, el pasado septiembre.PACO PUENTES
José Luis Aranda

El mercado de la vivienda sigue ahondando en la caída de ventas: en agosto retrocedió un 14,4% con respecto al mismo mes de 2022, lo que supone el porcentaje más abultado del año y, en realidad, la mayor contracción desde los tiempos de la pandemia. No obstante, el volumen de compraventas siguió siendo notable con 49.252. Esto es un poco menos que en agosto de 2021, pero 14.000 por encina del dato de 2019 (cuando el mercado sufrió un breve tropiezo), según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por eso, en un entorno de financiación muy complicado por la subida de los tipos de interés, en el sector prefieren hablar de “normalización” del mercado tras el auge experimentado el año pasado, que fue el mejor en tres lustros.

Esa es, por ejemplo, la interpretación que hacen en Idealista. Su portavoz Francisco Iñarreta señala: “Aunque estamos ante la mayor caída interanual registrada desde la pandemia, la situación del mercado no tiene nada que ver con entonces”. “Ahora nos comparamos con un año récord como fue 2022″, añade en un análisis difundido este martes, “el mercado está volviendo a sus cifras naturales”. En el portal inmobiliario calculan que, con el ritmo actual, 2023 podría acabar en el entorno de las 600.000 compraventas, lo que sería el segundo mejor ejercicio de los últimos 15 años, solo por detrás del pasado. “Los españoles siguen mostrando su apetito por la compra de vivienda”, completa Iñarreta.

Los datos de agosto, que es el séptimo mes consecutivo de retrocesos, muestran que la caída está siendo más honda precisamente donde más alegrías se dio el mercado el año pasado. Las casas de segunda mano, protagonistas absolutas del auge de 2022 ante la escasez de obra nueva, experimentaron un retroceso interanual próximo al 16%. Frente a estas, los inmuebles a estrenar solo se retraen un 7,3%. Desde el punto de vista de las condiciones de venta hay mucha más homogeneidad. La vivienda de precio libre cayó en el octavo mes un 14,5% mientras que la protegida (muy minoritaria porque desde la crisis de 2008 las Administraciones fueron menguando su promoción) baja un 13,9%.

Dos comunidades autónomas (Navarra y Asturias) se sustrajeron a la tendencia general de caída. Entre el resto, el mercado osciló en agosto entre el traspié de Castilla-La Mancha o Castilla y León (-0,9% en ambos casos) o el batacazo de Baleares (-37,7%). Tras esta última, Canarias y Madrid fueron los territorios con caídas más abultadas, por encima del 20%. A ese porcentaje se acercaron también, aunque sin alcanzarlo, Cataluña y Andalucía. Por tanto, tres de los cuatro grandes mercados autonómicos se situaron en porcentajes de retroceso por encima de la media. La Comunidad Valenciana, en cambio, se sustrajo a esa tendencia al caer allí las compraventas un 6,9%.

Etapa de ”moderación”

En los ocho primeros meses del año, en España se han vendido más de 413.000 viviendas, lo que supone un 6,5% menos que en el mismo periodo de 2022. “Entramos en una etapa de moderación con respecto a los dos años precedentes”, valora en otro análisis para los medios la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos. La experta destaca que “el incremento de precio de la vivienda y el encarecimiento hipotecario merman la capacidad adquisitiva de los ciudadanos”. Encuestas elaboradas por el portal inmobiliario indican que “el 60% de compradores ya se han visto afectados por la nueva política del Banco Central Europeo y que el 28% de ellos se han visto obligados a paralizar el proceso de adquisición”.

En prácticamente un año, desde julio de 2022, el BCE ha acometido la subida de tipos de interés más abrupta de la historia. El precio oficial del dinero ha pasado del 0% al 4,5% actual, lo que ha supuesto un encarecimiento de las hipotecas a marchas forzadas. Esa política monetaria buscaba precisamente acabar con años de tipos ultrabajos para frenar la inflación deprimiendo el consumo. La facilidad de crédito hasta entonces espoleaba el crecimiento de precios y era también un indudable estímulo para el mercado inmobiliario, no solo en España sino también en muchos países europeos donde los expertos veían signos claros de una burbuja.

La situación ha cambiado radicalmente, y no solo para la vivienda. La estadística del INE recoge caídas en las compraventas de todo tipo de inmuebles, aunque menos abultadas. La venta de fincas rústicas retrocedió en agosto un 1,8%, y las de fincas urbanas distintas de vivienda (garajes, trasteros o locales, entre otros) mostraron una contracción interanual del 9,8%. En cuanto a otras formas de intercambio de todo tipo de inmuebles, las donaciones bajaron un 4,8%, mientras que la herencias aumentaron un 2,4% y las permutas (que son mu minoritarias) se dispararon casi un 47%.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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