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Con B: así se escriben las empresas que se comprometen (de verdad) con la sociedad

Ha llegado el momento de replantearse el sistema para detener la crisis ecosocial que atenaza a la humanidad. Esta es la filosofía del movimiento B Corp, que integra a compañías decididas a ‘reescribir la historia’ hacia otro modelo económico más justo y sostenible. La participación de la ciudadanía, a través de sus decisiones de compra y de pequeñas acciones diarias, juega un papel fundamental en este ‘plan B’

Representantes del movimiento B Corp en España, en su último encuentro anual.
Representantes del movimiento B Corp en España, en su último encuentro anual.MARINA VALLEJO

El mundo atraviesa momentos de incertidumbre, con una crisis climática, económica y social cuyos tentáculos afectan a toda la humanidad. Basta con repasar algunos datos para hacerse una idea de la dimensión del problema. La desigualdad entre países es cada vez más profunda, con unos niveles de pobreza extrema que afectan al 8% de la población mundial (casi 650 millones de seres humanos). Más de 2.000 millones de personas carecen de servicios de agua potable seguros. Las subvenciones a los combustibles fósiles han aumentado en los últimos años. El calentamiento global ha desatado los fenómenos meteorológicos extremos, disparado las muertes por calor y acelerado la pérdida de biodiversidad. Los plásticos invaden ríos y océanos, los desiertos avanzan, el hielo ártico se funde.

Pese a que el panorama es sombrío, este Día de la Tierra, el movimiento B Corp sale a la calle con el lema Se Escribe Con B para reivindicar que aún es posible enderezar la situación. ¿Cómo? A través del poder de las personas y de las empresas. Mediante sus decisiones y acciones diarias, hombres, mujeres y niños pueden transformar el mundo. Comer menos carne ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Si se decide comprar o trabajar en empresas que tienen en cuenta criterios sociales, éticos y ambientales, se está emitiendo un voto por el tipo de compañías que uno quiere. Cambiar el coche por la bicicleta, los desplazamientos a pie o el transporte público mejora la salud y la calidad del aire. El reciclaje permite ahorrar materias primas, energía, agua y contaminar menos la atmósfera, además de generar puestos de trabajo. Apostar por las energías limpias redunda en la salud de todos. Estos ejemplos demuestran que es posible impulsar el cambio desde los propios hogares. Solo es cuestión de replantearse determinadas acciones y de intentar modificar hábitos.

Junto a la ciudadanía, las empresas también tienen mucho que aportar en esta transformación del mundo. Porque las prácticas sostenibles, además de ser una cuestión que atañe a cada individuo, han de jugar un papel esencial en el mundo empresarial. Más allá de generar beneficios económicos, las empresas pueden (y deben) tener un impacto positivo en las personas y el planeta. Esta es la filosofía del movimiento B Corp, que llegó a España en 2014 y cuyo crecimiento es imparable. Su objetivo es movilizar a todos los agentes de la sociedad (consumidores, trabajadores, líderes empresariales, inversores, profesores…) para promover un nuevo modelo de empresa y una economía más justa, sostenible y equitativa. En definitiva, transformar el paradigma empresarial para avanzar hacia un sistema que sea capaz de hacer frente a la actual emergencia climática y social.

El reto es mayúsculo. Para conseguirlo, el movimiento ha creado una comunidad de más de 8.500 empresas con propósito, denominadas empresas B Corp. A diferencia de aquellas compañías que solo persiguen fines económicos, estas empresas cumplen con altos estándares verificados de desempeño social y ambiental, transparencia pública y responsabilidad legal y están comprometidas con la mejora continua. Esta evaluación y verificación la lleva a cabo la organización sin ánimo de lucro B Lab y, cada tres años, requiere que se sometan a un proceso de reevaluación.

Además de tener un propósito social o ambiental que va más allá de generar beneficios en su cuenta de resultados, a las empresas B Corp también se les exige legalmente que tengan en cuenta en la toma de decisiones a sus trabajadores, clientes, proveedores, comunidad y el medio ambiente

Además de tener un propósito social o ambiental que va más allá de generar beneficios en su cuenta de resultados, a las empresas B Corp también se les exige legalmente que tengan en cuenta en la toma de decisiones a sus trabajadores, clientes, proveedores, comunidad y el medio ambiente. Esta fórmula les ayuda a redefinir el sentido del éxito empresarial, que se mide por la B de bienestar de las personas y el planeta. Al fin y al cabo, la B del movimiento es mucho más que una letra: supone medir y mejorar el impacto de uno mismo, ser interdependiente y colaborativo. En definitiva, es tener en cuenta a la sociedad y al planeta en cada decisión que se toma.

Entre las empresas de este movimiento, destacan nombres reconocidos como Central Lechera Asturiana, Estrella Galicia, YOSOY y Biogran, en alimentación y bebidas; Trendsplant, BUFF, Tropicfeel y Twothird,s en el sector de la moda; Imagin, en la banca; ISDIN, Ferrer y Mustela, en dermocosmética y farmacia, o LC Paper, en la fabricación de papel. Pero la comunidad B Corp también cuenta con empresas relevantes en la industria del cuidado personal, como Rituals o The Beemine Lab; en el sector de la consultoría, como Galaica Consultores, Quiero y Apple Tree; en el musical, como Altafonte, o en la hostelería, como Artiem Hotels.

Una B que lo cambia todo

Para avanzar en esta transformación del sistema, el movimiento B Corp ha impulsado la campaña de concienciación Se escribe con B, que busca hacer reflexionar sobre el modo en que producimos, consumimos y cuidamos del planeta y de las personas. Su objetivo final es claro: movilizar a la ciudadanía y a las empresas para ser parte del cambio. Y es que, aunque el número de compañías y personas que apuestan por la sostenibilidad ha crecido de forma significativa, aún queda mucho por hacer. Impulsada y co-creada por las más de 250 empresas B Corp en España, la campaña cuenta también con el apoyo de más de 25 activistas y líderes de opinión. Entre ellos, la artista Monstruo Espagueti y el ilustrador 72Kilos, el deportista Kilian Jornet, la actriz Andrea Ros y el chef Fabián León.

Pero esto no es todo. La ciudadanía también es la gran protagonista de la campaña a través del concurso Historias escritas con B. Del 13 al 31 de mayo, quien lo desee puede explicar en la web su propia historia real en la que cuente cómo contribuye a hacer del mundo un lugar un poco mejor. Este gran escaparate online se convierte en una ventana que busca generar esperanza en un contexto en el que muchos jóvenes se han instalado en el pesimismo.

Todo un llamamiento a modificar las reglas del juego para construir un futuro más justo y equitativo para todos. Los tres relatos más votados recibirán un set de productos de empresas y experiencias B Corp como reconocimiento a su labor inspiradora. Serán, sin duda, casos reales que demuestran que es posible promover el cambio desde los gestos más sencillos y pequeños. Una iniciativa abierta en la que cualquiera puede participar y aportar su granito de arena para reescribir la historia… con la letra B.

El movimiento B Corp reivindicando la Ley de las Empresas Con Propósito, hoy ya aprobada, pero aún sin reglamento.
El movimiento B Corp reivindicando la Ley de las Empresas Con Propósito, hoy ya aprobada, pero aún sin reglamento.

No al ‘ecopostureo’, sí al reglamento de las SBIC

B Corp también trabaja para promover avances en las políticas públicas que permitan impulsar este nuevo modelo empresarial. En 2020, impulsó una iniciativa para lograr el reconocimiento legal de las entonces denominadas empresas con propósito. Este proceso logró el apoyo de más de 400 organizaciones y 30.000 personas, entre ellas prestigiosos economistas, académicos, ONG, empresas, activistas y líderes de opinión. Finalmente, en 2022 el Congreso de los Diputados aprobó una ley que ampara las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC). 

Esta figura jurídica reconoce legalmente a las compañías que velan por la generación de un impacto positivo en las personas y el planeta. Ahora bien, para que esta herramienta contribuya a luchar contra el ecopostureo y proporcione seguridad jurídica a este tipo de empresas, el siguiente paso es la aprobación de un reglamento que permita la aplicación efectiva de esta medida y dé respuesta a la necesidad de miles de negocios que ya quieren adoptar este modelo. Para agilizar su aprobación, el movimiento ha desarrollado una propuesta de reglamento, junto con un Código de Buenas Prácticas y unos estatutos que ya han presentado en la Cámara Baja. 

 


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