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Naturgy dispara su beneficio en 2022 impulsada por los altos precios de la energía

La energética gana un 36% más, reduce su deuda y eleva la inversión gracias a la buena marcha de sus negocios liberalizados, los más rentables

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, este miércoles antes de la rueda de prensa de presentación de resultados.
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, este miércoles antes de la rueda de prensa de presentación de resultados.Alberto Ortega (Europa Press)
Ignacio Fariza

La escalada de los precios energéticos dispara la cuenta de resultados de Naturgy. En 2022, la antigua Gas Natural Fenosa aumentó su beneficio neto casi un 36%, hasta los 1.649 millones de euros, mientras que sus ingresos se elevaron más de un 53% interanual, hasta los 33.965 millones de euros. La buena marcha del negocio permitió también un alivio de la deuda, que pasó de 12.831 millones de euros a 12.070, cerca de un 6%, según ha informado este miércoles la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Pese a la mejora del endeudamiento neto, su coste financiero se elevó un 2% en un entorno de tipos de interés al alza.

Los resultados son aún mejores de lo anticipado por la propia compañía y también ligeramente superiores a lo estimado por los analistas. Sin embargo, según su presidente, Francisco Reynés, “no pueden extrañar, puesto que siguen la tendencia de los nueve primeros meses del año”. Esta tendencia al alza no se quedará aquí: para 2023, Reynés también ha proyectado un beneficio igual o mayor que el de 2022, ya descontado incluso el impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las energéticas. En 2023, esta nueva figura fiscal le costará unos 300 millones a Naturgy, una cifra que contrasta con los casi 1.200 millones que repartirá en forma de dividendos. La compañía mantendrá el año que viene su política de distribuir el 70% de su beneficio a sus accionistas.

“No somos el único sector al que le ha ido mejor en 2022″

“Más de las dos terceras partes de las inversiones se dedican a crecer y el tercio restante, al mantenimiento de las infraestructuras actuales”, ha afirmado Reynés. La empresa, además de crecer orgánicamente, se muestra “abierta a buscar oportunidades, analizarlas y poderlas acometer”. “El balance lo tenemos preparado para ello”, ha enfatizado. En 2023, Naturgy espera invertir 3.200 millones, un 50% más que en 2022. La amplia mayoría, en España.

Preguntado por el impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las energéticas, Reynés ha dejado la puerta abierta a un posible recurso —”es una decisión que se reserva el consejo de administración”— y ha preferido no pronunciarse sobre si esta nueva figura fiscal está o no justificada: “Yo no soy quién para entrar a valorarlo. Pero quiero decir que no creo que seamos el único sector que tiene unos resultados mejores que en 2021, que no fue un buen año″.

Las cuentas de Naturgy son, en realidad, dos mundos casi completamente independientes: el de las actividades reguladas, donde los crecimientos son modestos y —por definición— acotados, y el de las del mercado libre, donde los números verdes son particularmente robustos. “En general, este periodo ha estado marcado por el buen desempeño de las actividades liberalizadas apoyadas por el escenario energético mundial y los elevados precios de las materias primas”, reconoce la compañía en el comunicado remitido a la CNMV.

En la primera parte, el de las actividades reguladas, el negocio de Redes se anotó un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 2.475 millones, un 8,7% más que en 2021, gracias a los menores gastos operativos en España, la actualización de tarifas en América Latina por la inflación y los efectos positivos de tipo de cambio. Es, sin embargo, en la segunda pata, la de las actividades liberalizadas, la que “explica la mayor parte del buen desempeño” del grupo español: ahí, el Ebitda se disparó a una tasa casi diez veces mayor (del 86,3%), hasta los 2.574 millones. “Gestión de la energía y comercialización fueron las actividades que más contribuyeron al crecimiento en el periodo, mientras que el crecimiento en Renovables y nuevos negocios fue parcialmente compensado por la menor producción hidráulica en España [debido a la sequía]”, detalla la empresa.

Menor demanda energética

Aunque la escalada en los precios energéticos es mayoritariamente positiva en la cuenta de resultados de Naturgy —como en la mayoría de las empresas energéticas—, también tiene una contracara: una menor demanda. En España, por mucho su mayor mercado, el consumo de gas bajó un 15,3% y el de la electricidad lo hizo en un 9,2%, “manteniéndose [en ambos casos] por debajo de los niveles anteriores a la pandemia”. Similar fue la caída en las actividades de distribución de gas en México (-12%) y aún mayor en Brasil (-51%). En el resto de países latinoamericanos en los que opera (Chile, Argentina y Panamá), en cambio, la demanda energética creció.

“Hemos contribuido a que no faltase gas y no faltase electricidad en España”, ha enfatizado Reynés en una conferencia de prensa. “Más de la mitad del gas que ha entrado en España por gasoducto ha tenido como destino Naturgy, y también la cuarta parte del que ha llegado por barco, en forma de gas natural licuado (GNL)”. En un año de bajísima generación hidráulica por la sequía, ha enfatizado, “hemos sido capaces de proporcionar más del 50% del aumento de la utilización de las turbinas de ciclo combinado con las que se aporta electricidad al sistema”. El primer ejecutivo de la energética se ha referido, en concreto, a un día —el 4 de octubre— en el que estuvieron activos todos los ciclos combinados de España, los de la empresa que preside y el resto.

La escisión, pospuesta hasta nueva orden

El 10 de febrero del año pasado, apenas dos semanas antes de que las primeras tropas rusas cruzasen la frontera ucrania, Naturgy sorprendió al mercado con el anuncio de que se escindiría en dos compañías independientes: una se quedaría con los negocios regulados y otra con los liberalizados. Un año y cinco días después, ese proyecto sigue congelado hasta nueva orden.

“A cierre del ejercicio 2022, el proyecto Géminis [como le bautizó la empresa] ha sido pospuesto sin que se pueda proporcionar visibilidad en relación a su calendario”, se lee en el comunicado remitido a la CNMV. “El análisis llevado a cabo hasta la fecha confirma la idoneidad y sentido estratégico del proyecto Géminis pero su calendario de ejecución debe ser reajustado al actual entorno de mercado y su volatilidad, a la evolución del contexto energético europeo y a sus incertidumbres regulatorias, muchas de las cuales se encuentran todavía en vías de ser definidas”.

Adiós a los resultados trimestrales

La adaptación, a finales del año pasado, de la Ley del Mercado de Valores a la directiva europea ha liberado a las empresas cotizadas de la obligatoriedad de publicar sus principales magnitudes financieras cuatro veces al año (una por trimestre) para hacerlo, a partir de ahora, solo dos veces al año. Aunque de momento han sido pocas las empresas que han tomado ese camino, algunas ya empiezan a hacerlo: este miércoles, Naturgy ha aprovechado su presentación de resultados para anunciar que, tras el cambio legal, pasará a publicar resultados “semestralmente, tal y como permite la normativa financiera”. Es decir, pasará de rendir cuentas solo en enero y en julio.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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