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Volkswagen admite que sigue negociando con el Gobierno para definir sus planes en España

El grupo automovilístico pide “paciencia” sobre la confirmación del proyecto de electrificación. El consejero delegado del grupo, Oliver Blume, señala que no se ha llegado al final de las “discusiones” con el Gobierno

Volkswagen
Oliver Blume, consejero delegado de Grupo Volkswagen, en un acto del pasado mes de octubre.
Dani Cordero

Todo va supuestamente viento en popa, pero Grupo Volkswagen todavía no ha confirmado de manera oficial qué vehículos eléctricos se ensamblarán en sus plantas españolas, la de Martorell (Barcelona) y Landaben (Pamplona). Hoy, el consejero delegado del consorcio alemán, Oliver Blume, ha pedido “paciencia para tenerlo claro todo”. “No hemos llegado al final de nuestras discusiones”, ha señalado en una rueda de prensa telemática con diversos medios europeos.

De momento, la posibilidad de que en la planta barcelonesa se fabriquen los modelos compactos -más baratos-, del grupo sobre la plataforma desarrollada por Seat y en la pamplonesa los todocaminos más pequeños sigue siendo una propuesta a la que le falta una confirmación oficial que tenía que llegar en noviembre pasado, que se ha ido dilatando en el tiempo y que ahora podría tener que esperar hasta el primer trimestre de 2023. El problema es que esas inversiones son la piedra angular del resto de las inversiones que el grupo tiene en España, sobre todo la gigafactoría que tendrá base en Sagunto. En total, hay 10.000 millones de euros de inversión en juego, de los que el 70% lo inyectará Grupo Volkswagen y el resto las empresas asociadas a su proyecto Future: Fast Forward. “Sería bueno hacerlo y ahora nos toca dar los últimos pasos”, ha señalado el máximo responsable de la compañía.

Grupo Volkswagen negocia con el Gobierno la posibilidad de que sus planes de inversión puedan participar de nuevo en la nueva convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para el vehículo eléctrico y conectado, que el gobierno espera lanzar durante los primeros meses del próximo año. De la primera convocatoria, su plan inversor (teniendo en cuenta la sesentena de empresas que le acompañan) ha arañado un total de 356 millones de euros, 40 millones menos de los asignados por la renuncia a las ayudas de algunos de sus acompañantes en el proyecto. Además de esos subsidios, las administraciones autonómicas de Comunidad Valenciana, Cataluña y Navarra han asegurado más de un centenar millones adicionales y el grupo opta a otras líneas de ayudas del Ministerio de Industria.

Algunas decisiones que parecían clave para la estrategia de futuro del grupo han quedado suspendidas. Es el caso, por ejemplo, del emplazamiento donde se construirá la fábrica de celdas de baterías en Europa Oriental. La elección se esperaba para este año y hace cuatro días la compañía confirmó que probablemente se decida también el próximo año. El motivo de esa dilación no es otra que el cambiante contexto sujeto al precio de la energía, que estaría haciendo menos rentable. “No hay presión para actuar, ya que tomamos más tiempo para acabar decidiendo a la luz de las circunstancias actuales”, señaló Grupo Volkswagen en una respuesta a la agencia de noticias Reuters. En una reciente entrevista, el consejero delegado de Skoda, Klauss Zellmer, focalizó la decisión sobre los precios de la energía y no sobre las ayudas europeas.

Pero el freno en Europa de esa decisión choca con el anuncio de hace unos días de que se empezaba la búsqueda de un emplazamiento en Norteamérica para construir una instalación de este tipo. La unión europea teme una huida de inversiones a Estados Unidos por los subsidios prometidos por la Administración Biden a inversiones que permitan electrificar su economía.

La cuestión es que el encarecimiento de todos los materiales vinculados a la fabricación de coches eléctricos, especialmente de los minerales necesarios para las baterías que los propulsan, han cambiado las previsiones de los fabricantes de automóviles. Hoy el consejero delegado de la marca Volkswagen, Thomas Schmall, en el marco de la misma rueda de prensa, ha señalado que el mejor momento para vender vehículos eléctricos será a partir de 2026, en una franja que podría prolongarse hasta 2028.

Mientras tanto, el grupo busca cómo promover la venta de vehículos eléctricos. El principal es dando seguridad a los conductores con la implantación de un mayor número de puntos de recarga, que en eso consiste el acuerdo con Enel en Italia, con el lanzamiento de la sociedad conjunta Ewiva. Instalarán 3.000 puntos de recarga en 2025.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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