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El Gobierno negocia con Bruselas para que Ford, Stellantis y Volkswagen puedan optar a una nueva tanda de ayudas del PERTE

El grupo alemán se reúne con los gobiernos de Cataluña y Comunidad Valenciana en plena crisis por los fondos europeos

Reyes Maroto visita las instalaciones de la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) junto a Ximo Puig, y los directivos de la multinacional.Foto: MÒNICA TORRES | Vídeo: Europa Press
Almussafes (Valencia) / Barcelona -

El Gobierno español trabaja con la Comisión Europea para flexibilizar los plazos del PERTE del vehículo eléctrico y conectado, dotado con más de 3.000 millones de euros de fondos europeos, para acomodar las inversiones anunciadas por compañías como Ford y Stellantis en España a una segunda fase del plan, que se abrirá en el primer trimestre de 2023, según ha asegurado este lunes la ministra de Industria, Reyes Maroto. El Ejecutivo “reforzará además las inversiones” para estar a la altura de las necesidades del grupo Volkswagen, se ha comprometido Maroto durante una visita a la factoría de Ford en Almussafes (Valencia).

Volkswagen anunció en mayo una inversión de 3.000 millones de euros en una nueva fábrica de celdas de baterías en Sagunto (Valencia) y otros 4.000 millones de euros para modernizar sus plantas de Martorell (Barcelona) y Landaben (Pamplona) con el fin de que puedan fabricar coches eléctricos a partir de 2025. El grupo alemán se acogió al PERTE del coche eléctrico para obtener fondos europeos para sus proyectos, pero la liquidación provisional del plan le asignó solo 167 millones de euros, cuando las expectativas de la multinacional eran captar de 700 millones a 800 millones de euros.

La exigua cifra de ayudas asignadas enfadó al consorcio alemán, que advirtió la pasada semana de que si no recibía más ayudas europeas —ya sea a través de subvenciones o de créditos blandos—, no instalaría su gigafactoría en Sagunto, como había anunciado hace cinco meses, y peligraría la inversión global para la electrificación de sus instalaciones en España, que asciende a un total de 10.000 millones. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, no obstante, quiere amarrar el desembolso de Volkswagen. “El Gobierno estará a la altura y vamos a reforzar las inversiones para que la gigafactoría y las inversiones que ha comprometido en ese PERTE cubran las necesidades de VW”, ha dicho rotunda Maroto. “La industria del automóvil está en el centro de nuestras prioridades y, por tanto, todas las inversiones que las fábricas tengan que hacer requieren del compromiso del Ejecutivo”, ha apostillado.

Maroto ha asegurado que en el Gobierno son “conscientes” de que los recursos públicos comprometidos a Volkswagen son “insuficientes”. Sin embargo, ha añadido: “Estamos trabajando y la segunda línea [del PERTE del automóvil] acomodará una parte importante de la inversión”. Otros instrumentos que el Ministerio de Industria analiza con la Generalitat Valenciana para respaldar la gigafactoría son los incentivos regionales. “Es un instrumento que se ha puesto a disposición también del proyecto del grupo alemán”, ha precisado.

De hecho, la dirección de Seat, responsable de las negociaciones por parte del Grupo Volkswagen con el Ejecutivo, se reunirá en las próximas horas con los gobiernos de la Generalitat de Cataluña y de la Comunidad Valenciana ―que mantienen un mutismo sobre el tema― y previsiblemente con el navarro. El objetivo supuestamente es compartir la inquietud acerca del reparto de los fondos europeos y saber a qué subvenciones regionales podría acogerse el grupo para apuntalar las inversiones previstas.

Según la ministra de Industria, su departamento dará a conocer el martes la distribución de los 877 millones de euros del PERTE entre las empresas de automoción que se han acogido al mismo y ha asegurado: “Supera con creces la liquidación provisional que hicimos”. Después de que el ministerio comunique el reparto de fondos a las empresas, Maroto ha asegurado que anunciará “qué parte le corresponde al grupo alemán y a la gigafactoría de Sagunto”. Otro de los proyectos susceptibles de acogerse a una segunda fase del PERTE es la gigafactoría de celdas, módulo y baterías completas que proyectan el grupo chino Envisión y Acciona en Extremadura.

Esos 877 millones apenas representan un 30% de los 2.975 millones con los que estaba dotado el PERTE del vehículo eléctrico. Es una cifra muy baja y dado que los principales proyectos ya se han presentado en la primera convocatoria, es difícil pensar que esa cuantía pueda aumentar mucho en una segunda fase.

En este sentido, algunas fuentes de la negociación con la multinacional alemana manifiestan su perplejidad por la actuación del Ministerio de Industria al no ejecutar la mayor parte de los fondos europeos asignados, hasta el punto de hacer peligrar una inversión de 3.000 millones de euros para instalar la gigafactoría en Sagunto. La presentación de este proyecto en la ciudad valenciana contó en mayo con la presencia del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Según las previsiones, la planta generará 3.000 puestos de trabajo directos y 9.000 indirectos, y suministrará baterías a partir de 2026 a los vehículos eléctricos fabricados en Cataluña y Navarra.

Nueva oportunidad para Ford

Reyes Maroto ha visitado este lunes la planta valenciana de Ford, acompañada del vicepresidente de Ford Motor para Asuntos Gubernamentales, Matthew Godlewski, y de otros directivos de la compañía, así como del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, para conocer de primera mano los planes que la multinacional desveló en junio para Almussafes: la fabricación de modelos eléctricos de nueva generación a partir de 2026.

Puig ha destacado la apuesta de Ford por la Comunidad Valenciana para fabricar vehículos eléctricos en Almussafes. Y en alusión a Volkswagen, el presidente valenciano ha señalado que la Generalitat está trabajando desde el primer día para que el proyecto salga adelante, un trabajo conjunto entre las administraciones y la empresa.

La multinacional del óvalo presentó su proyecto de inversión al PERTE del automóvil junto a un conglomerado de empresas, pero en agosto renunció a las ayudas solicitadas tras haber revisado sus previsiones productivas en Europa. Según la compañía, esa actualización significaba “un retraso” en sus “planes de producción para España”, por lo que quedaba excluida del PERTE, que exigía que los desembolsos se produjeran en 2025 como muy tarde.

La relajación de plazos del PERTE, en la que trabajan el Ministerio de Industria y la Comisión Europea, todavía en una fase inicial, permitiría a Ford subirse de nuevo al carro de las ayudas europeas. También a otras compañías, como Stellantis, en Zaragoza. “Hay proyectos que necesitan unos periodos de maduración un poco más largos y vamos a intentar acomodar sus plazos y sus necesidades de inversión”, ha corroborado Maroto.

La planta valenciana, al igual que otras factorías españolas de automóviles, encadena desde 2020 expedientes temporales de empleo por la escasez de componentes y también por ajustes en la demanda de vehículos. De hecho, la dirección de Ford ha convocado a los sindicatos a una reunión de la comisión negociadora del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que hay en vigor en Almussafes, que apunta a una nueva prórroga, según fuentes del comité de empresa. Y en 2023 se iniciará un proceso para “redimensionar” la plantilla de la factoría valenciana porque la electrificación reduce la necesidad de mano de obra.

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