Verano precario: los trabajadores que más sufren en julio y agosto
EL PAÍS recoge testimonios de profesionales cuyos empleos empeoran en la época estival. En algunas ocasiones por el calor, como los agricultores, y en otras por la presión de los turistas, como camareros y sanitarios de zonas costeras
El verano es una época complicada para muchos trabajadores, como Alba Adara, camarera valenciana: “Hay clientes habituales a los que les coges cariño, que te tratan bien, pero en verano son mayoría los que te ven como un esclavo. Son muy impacientes, aunque vean que estás corriendo. Es un trabajo durísimo y muy mal pagado”. Milagros Carreño, que limpia hoteles en Ibiza, también sufre en la temporada alta: “Me tomo mínimo seis pastillas al día para aguantar: antinflamatorios por el dolor en todo el cuerpo, relajantes musculares por la tarde, medicación para la depresión, protector de estómago...”.
Estos son algunos de los testimonios de trabajadores que han conversado con EL PAÍS para la serie Verano precario, que cada domingo de julio y agosto relata el día a día de una profesión tensionada durante el periodo estival. A continuación puede leer los capítulos publicados hasta ahora.