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El fondo que la Generalitat impulsa para el Magreb capta 100 millones

Riva y García cree que el proyecto crecerá con el 'efecto sede' de Barcelona

Mediterrània, el fondo de capital riesgo que promueve el Gobierno catalán para expandir los negocios de las empresas catalanas en el Magreb, tiene ya el compromiso de una veintena de inversores privados españoles y extranjeros para incrementar su dotación hasta 100 millones de euros, según los responsables de su gestión, la firma Riva y García.

Pese al clima de persistente desconfianza financiera, el director de este fondo, Albert Alsina, confía en que la respuesta positiva encontrada se amarrará en breve y ve como "un revulsivo muy positivo" para el proyecto el hecho de que la ciudad de Barcelona haya sido designada sede de la Unión por el Mediterráneo (UpM). "Creemos que creará más interés entre las empresas de aquí por invertir en la zona del Mediterráneo, aunque sólo sea porque se generará un mayor conocimiento de una región de la que aún no se sabe mucho", añade Alsina.

El perfil de inversores que se han implicado en el proyecto -con 38 millones de euros adicionales a los 62 millones iniciales, la mayoría de capital público- son sociedades de inversión de varias fortunas españolas (los llamados family offices) y bancos y aseguradoras marroquíes. También han mostrado su interés, aunque en este caso aún no se ha concretado, fondos privados de Dubai.

El instrumento financiero, que fue presentado por el presidente de la Generalitat, José Montilla, en su viaje a Marruecos el pasado mes de abril, cerró en junio pasado habiendo levantado 62 millones de euros. De esa cantidad, 15 millones corresponden al impulsor del proyecto, el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), otros 15 millones los pone el Instituto del Crédito Oficinal (ICO) y otros 15 corresponden al Banco Europeo de Inversiones (BEI). El sector privado ya está presente en este primer fondo a través de compañías como Telefónica, Gas Natural, Repsol, Criteria y Caixa Catalunya. Juntas, estas empresas han invertido 17 millones.

Albert Alsina explica que tiene 30 proyectos en perspectiva. "Media docena de ellos están ya maduros y algún acuerdo podría cerrarse ya en un mes", explica. No sólo se trata de ayudar a empresas catalanas a expandirse en Marruecos, Túnez o Argelia, sino también de dar apoyo financiero, como socios mayoritarios o minoritarios, a pymes en expansión del otro lado del Mediterráneo. El tamaño del proyecto oscilará entre un millón y nueve millones de euros.

También Andreu Morillas, secretario de Economía y presidente del ICF, opina que la desingación de Barcelona como sede de la Unión por el Mediterráneo tendrá impacto económico. "La sede está llamada a crecer y deberá canalizar proyectos de inversión, y en la medida en que la gestión de los asuntos y la decisión sobre el destino del dinero se lleve desde aquí, puede tener cierto efecto de atracción sobre las asesorías, consultoras, despachos de abogados y oficinas de inversión".

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TV en Marruecos

El dinero levantado por el fondo Mediterrània busca proyectos a ambas orillas. El primero que ha trascendido es su participación, con un 27% del capital, en el consorcio que ha optado a la primera licencia de televisión privada de Marruecos, la 3. El socio tecnológico del proyecto es la catalana BESTV, que acompaña al conglomerado marroquí Finance.com.

Por otra parte, ayer se presentó el nuevo centro de estudios económicos avanzados del área del Mediterráneo (Cremed), una asociación entre el Instituto Europeo del Mediterráneo (Iemed) y la Barcelona Graduate School of Economics. Según el consejero Josep Huguet, su creación es "oportuna" por la designación de Barcelona como sede de la Unión por el Mediterráneo.

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