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Once artistas presentan en el CGAC sus visiones sobre el mundo de la información

Analizar desde distintas perspectivas el fenómeno informativo es el objetivo de la muestra Información contra información que se abrió ayer en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) de Santiago. Once artistas de diferentes edades y nacionalidades presentan obras en las que se cuestionan conceptos como la neutralidad y la objetividad y aportan nuevos puntos de vista sobre la visión de la realidad que ofrecen al público los medios de comunicación.

Entre los artistas presentes en la exposición hay algunos que se preocupan por la manipulación informativa, como el ucraniano Boris Mikhailov que retrata la transición de la sociedad comunista al liberalismo económico a través de una serie de fotografías en las que aparecen personajes que nunca forman parte de la historia oficial.

Por su parte, el peruano Jota Castro presenta una serie fotográfica formada por una treintena de retratos de figuras de la política, la filosofía y el arte que representaron en algún momento los ideales de progreso, justicia o utopia social. Todas las fotografías tienen el cristal roto en alusión a las dificultades que han encontrado las ideas que representan esos iconos para seguir vivas en el mundo actual. Martin Heiddeger, Che Guevara, Rosa Luxemburgo, Antoine Artaud y Akira Kurosawa son algunos de los personajes presentes en la serie.

La representación gallega la forman la orensana María Ruido y el lucense Rubén Grilo. La primera presenta una vídeoinstalación en la que realiza una investigación sobre la memoria histórica en Galicia. Ruido parte de la desmemoria sobre los hechos recientes y de cómo los medios contribuyen a crear historias que cada vez perduran menos en el tiempo.

Por su parte, Rubén Grilo propone respuestas insatisfechas ante la simplicidad y atonía de la convenciones comunicativas. Su obra Reducir 20 manifiestos a confetti habla sobre la necesidad cotidiana de gestionar nuestras vidas sin grandes referentes ni promesas de progreso.

Desde una perspectiva muy diferente el fotógrafo y escritor estadounidense Allan Sekula nos traslada a través del vídeo al mercado de pescado de Tokio para mostrar una realidad laboral muy dura. La objetividad que implica en principio un trabajo documental deja aquí paso a una fórmula de comunicación directa y cruda. La nómina de artistas que intervienen se completa con Akram Zaatari, Yann Serandour, Maria Pask, Jordi Mitja, Jacob Fabricius y Jimmie Durham.

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