Guillem Nadal presenta en Madrid sus últimas obras
Hace 11 años que abandonó el pincel como herramienta. Guillem Nadal (Sant Llorenç, 1957) no ha dejado sin embargo de pintar. Ahora lo hace en el suelo. Con sus manos surca la pintura que cubre sus lienzos. En Berlín, Nueva York o Mallorca, sus cuadros viajan por las galerías y colecciones de medio mundo. Los define como "paisajes de suelo", y no puede evitar sorprenderse al ver los más de quince cuadros y la instalación que desde hoy y hasta mediados de octubre ocuparán la pulcras salas de la Galería Metta de Madrid (Villanueva, 36).
Buits, vacíos, era el nombre que el artista mallorquín pensó para bautizar esta última serie que recoge el trabajo realizado desde enero a junio de este año. Una aproximación a la idea de vacío, de desierto, de isla. "La pintura es experiencia. En la serie plasmas tu vida, tus sentimientos. Al final he acabado usando dos elementos contradictorios: lo visceral y lo organizado". Blancos, grises, negros y un rojo intenso son la materia en la que ha plasmado "el espacio que te permite todo y del que no puedes escapar, el laberinto".
Atraído por la "elasticidad del recuerdo, por la capacidad de olvido", Nadal concluye que "al final se trata de hacer tu propio paisaje, de ir recomponiéndote cada día. No queda más que hacerte tu propio mundo".