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LA CRISIS DEL PEÑÓN

Zapatero considera inadecuada la actitud que Londres ha mostrado en Gibraltar

El ministro de Defensa británico asegura que la "cuestión de la soberanía no está sobre la mesa"

Luis Barbero

"A nadie, por supuesto ni al Gobierno ni a la inmensa mayoría de la sociedad española, le ha parecido adecuado lo que hemos visto [en Gibraltar]", manifestó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en relación a la presencia en el Peñón del ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, para asistir a los actos de conmemoración del 300º aniversario de la toma de Gibraltar por el Reino Unido. Por su parte, Hoon aludió al contencioso entre España y el Reino Unido en declaraciones ayer a la BBC, y, sin entrar en profundidades, aseguró que la "cuestión de la soberanía no está sobre la mesa".

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El presidente del Gobierno, al inicio ayer de sus vacaciones en la isla de Menorca, fue preguntado si ha contactado con el primer ministro británico, Tony Blair, para hablar sobre el conflicto creado por su Gobierno. Zapatero no concretó y respondió que esperaba que "con un poco de tiempo" se "abra una oportunidad al diálogo, con prudencia y tranquilidad", para acometer el contencioso que tienen pendiente los dos países aliados.

"Sabemos que es un problema histórico", afirmó el presidente, y reiteró que se trata de "un problema que lleva más de 300 años, que no ha tenido solución, y ahora vamos a darnos un poco de tiempo e intentaremos abrir vías de diálogo". El presidente recordó que los actos para conmemorar el 300º aniversario de la presencia británica en el Peñón "estaban previstos desde hace tiempo".

Y Gibraltar lo celebró ayer por todo lo alto con la idea de que todo siga igual. Por la mañana, una cadena humana rodeó el Peñón y la Asamblea gibraltareña aprobó conceder a la Royal Navy la distinción Libertad de la Ciudad por su tarea en la conquista de Gibraltar. Por la tarde, se produjo un acto militar en el que se entregó al máximo responsable de la Marina británica, almirante Alan West, este título. Hoon, cuya visita fue considerada un desaire por el Gobierno español, acudió a la Asamblea y a la parada militar, pero estuvo en un discreto segundo plano. Hoon se pronunció ayer sobre la polémica de los últimos días en declaraciones a la BBC, y aseguró, sin entrar en profundidades, que la cuestión de la soberanía de Gibraltar "no está sobre la mesa", aunque reconoció que "el desarrollo de la UE puede tener implicaciones" para el futuro del Peñón. Además, Hoon destacó el enfoque "constructivo" que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel, Moratinos ha dado al litigio sobre Gibraltar

Tras terminar la cadena humana, el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, convocó una rueda de prensa en la que defendió los festejos organizados, unos actos que han adquirido mayor relieve y abrieron un duelo dialéctico entre Madrid y Londres por la presencia del ministro Hoon. "No justificamos los eventos de hace 300 años, pero tampoco queremos que se cuestionen nuestros actuales derechos", afirmó Caruana, quien añadió que, en su opinión, no se ha producido ninguna "ofensa" a España. El ministro principal intentó desvincular los tres hechos que han molestado al Gobierno del PSOE en los últimos meses: la visita de la princesa Ana de Inglaterra, la escala del submarino nuclear Tireless en el puerto de Gibraltar y la visita de Hoon. Caruana aseguró que estas tres cuestiones estaban programadas antes de las elecciones españolas del 14 de marzo.

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El ministro principal no entró a valorar si han cambiado las relaciones entre ambos Gobiernos tras la victoria de Zapatero. "Los derechos del pueblo gibraltareño no pueden depender del estado de las relaciones de Madrid y Londres. A mí me parece bien que tengan excelentes relaciones", dijo Caruana

Tras defender los festejos de los últimos días y el reconocimiento a la Marina británica -"ha sido la única institución que ha vivido cada día de los 300 años", dijo-, Caruana valoró el artículo que escribió el pasado martes el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en EL PAIS. "Contiene aspectos de defensa de la soberanía en los que discrepamos, pero el tono es un gesto de conciliación, sobre todo porque está hecho en un momento de tensión", afirmó Caruana, quien señaló que el camino debe ser dejar al margen la cuestión de la soberanía de Gibraltar, es decir, mantener la situación tal y como está y buscar fórmulas de cooperación entre Gibraltar y las autoridades españolas, una medida que afectaría sobre todo a la comarca del Campo de Gibraltar.

"No se trata de negociar sobre soberanía, sino negociar para lograr beneficios" a ambos lados de la verja, añadió. En este sentido apuntó la posibilidad de ampliar el uso del aeropuerto de Gibraltar en el plano comercial, y la cooperación en temas medioambientales y económicos.

Caruana expresó su malestar por la decisión de EE UU de suspender la visita de un barco de su armada que iba a participar en los actos del 300º aniversario. "Es lamentable que Estados Unidos haya decidido retirar su participación en estos eventos para no indisponerse con España y el Reino Unido, pero sí lo ha hecho con el pueblo de Gibraltar. Es un desaire al pueblo gibraltareño, que está muy herido", afirmó el ministro principal.

Tras esta intervención, la Asamblea gibraltareña se reunió para aprobar la concesión a la armada británica del título Libertad de la Ciudad, una distinción que ha sido otorgada 13 veces y que equivale, según Caruana, a la concesión del título de hijo predilecto. El ministro de Defensa británico asistió en primera fila al acto, que duró algo más de una hora y al que también acudió el líder de los conservadores británico, Richard Howe.

José Luis Rodríguez Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa, a su llegada a Mahón.

/ TEJEDERAS
José Luis Rodríguez Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa, a su llegada a Mahón. / TEJEDERAS

Que todo siga igual

La Asamblea de Gibraltar aprobó ayer una moción de ocho puntos en la que se hace una defensa a ultranza del estatus actual del Peñón y se demanda al Reino Unido que nada se mueva sin tener en cuenta el deseo de sus habitantes. La iniciativa habla del derecho inalienable de los gibraltareños a decidir su futuro y llama a los Gobiernos británico y español a respetar este derecho. También muestra su rechazo a cualquier negociación que abra el camino para que se transfiera a España parte de la soberanía sobre el Peñón de Gibraltar. Y plantea una modernización de las relaciones entre Gibraltar y el Reino Unido que permita a los habitantes de la colonia alcanzar mayores cotas de autogobierno, siempre bajo exclusiva soberanía británica, y que esto siga así mientras lo deseen los habitantes de Gibraltar.

La moción de la Asamblea agradece asimismo la "reciente" visita de la princesa Ana de Inglaterra a Gibraltar, la primera interferencia en las relaciones entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el del primer ministro británico, Tony Blair, y destaca los vínculos entre Gibraltar y las fuerzas armadas británicas.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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