Gustavo Torner vacía su estudio y entrega al Reina Sofía más de 500 obras

Son 54 pinturas, 338 dibujos, 112 grabados, 40 collages, 16 fotografías y 1 escultura. Gustavo Torner (Cuenca, 1921) formalizó ayer la donación al Museo Reina Sofía de 561 obras, prácticamente la totalidad de lo que guardaba en su estudio. Torner, hombre clave de la generación de los cincuenta -junto a Zobel, Sempere y Gerardo Rueda, entre otros-, sólo ha pedido que se cedan 30 piezas "muy especiales" para el espacio que prepara en la iglesia de San Pablo de Cuenca. Un proyecto que, dice, responde a una intuición: "Porque la intuición también es pensamiento".

Hoy en plena rehabilitación, la iglesia de San Pablo será en otoño el espacio Torner. "La palabra museo no se ajusta a este proyecto", explica el artista. "Se trata", añade, "de un espacio donde caben relativamente pocas obras, pero donde habrá una complementariedad entre continente y contenido. El resultado será más que la suma de dos. Será un lugar que no mezcle lo económico con lo espectacular. Un lugar para que la gente descubra que el arte es una cosa especial, una cosa que hacemos los humanos y que, aunque no es compensatoria ante tantas cosas horribles que nos rodean, nos deja atisbar otra medida del hombre y la humanidad".

El Museo Reina Sofía tenía hasta ahora 55 trabajos de Torner, adquiridos entre 1988 y 2000 por distintos conceptos: dación, donación y compra. De ellos, tres están expuestos en una de sus salas más importantes: la dedicada a la generación de los cincuenta. Con la donación de las 561 obras al catálogo de fondos del Reina Sofía (la donación incluye un archivo documental), el museo se convierte en referencia para cualquiera que desee conocer o estudiar la obra de Torner, considerado como uno de los artistas españoles más representativos de la segunda mitad del siglo XX. Ingeniero forestal de profesión, Torner pasó de las obras figurativas de principios de los cincuenta a la serie abstracta de finales de esa década. Inspiradas en materiales orgánicos e inorgánicos, maderas erosionadas, rocas, chatarras, cortezas de árbol, tierras agrietadas...

Según Juan Manuel Bonet, director del Reina Sofía, cuando finalice la actual ampliación del centro de arte madrileño la obra expuesta de Gustavo Torner también estará más y mejor representada. Bonet subraya la mirada "intelectual" del artista. "Su lirismo está muy matizado por la ironía, la lucidez y la inteligencia", afirma Bonet, que ayer recordó cómo la obra de Torner ha recibido influencias tan dispares como la pintura de Caspar David Friedrich, el cine de Michelangelo Antonioni o la geometría de la arquitectura moderna.

El presidente del Patronato del Reina Sofía, Juan Manuel Urgoiti, consideró ayer a Torner como un artista "inmerso en su tiempo" y destacó la sensibilidad con la que ha "educado" [asesoró durante años las exposiciones de la Fundación Juan March] a varias generaciones. Urgoiti resaltó la generosidad del artista "en un país en el que el mecenazgo es una rara flor". José Luis Yuste, vicepresidente del patronato, añadió: "La decisión de Gustavo derborda las expectativas. No es una donación inerte y estática, está a disposición viva de la cultura española".

Razones

Torner explicó ("al menos un poquito") los motivos de su donación: "Fue una situación íntima la que provocó esta donación, una serie de fallecimientos cercanísimos. Luego, en un viaje con Miguel Ángel Cortés [entonces secretario de Estado de Cultura] al monasterio de Silos para estudiar la posibilidad de realizar allí exposiciones me propuso que cediera las obras. Me comentó la posibilidad de usar la fórmula americana, por la cual las obras son tuyas mientras vives y cuando falleces pasan al Estado. Yo le dije que lo haría vivo, y donándolo todo de una vez. Era una manera de organizar la despedida".

La trayectoria de Torner está marcada por la creación en 1966 del Museo de Arte Abstracto de Cuenca junto al pintor Fernando Zobel. "Escultor, pintor, impulsor cultural... Torner ha entregado a la cultura mucho más que una gestión, ha sido una pasión cultural con excelencia", señaló Luis Alberto de Cuenca, secretario de Estado de Cultura en funciones.